Los cinéfilos que continuamos acudiendo con asiduidad a las salas de cine estamos de enhorabuena. Muchas salas de exhibición están haciendo un esfuerzo importante para reinventarse y convencernos de que la experiencia que nos proponen no puede ser igualada en nuestras casas por muy buenos que sean nuestro televisor (o proyector) y nuestro equipo de sonido.
En este ámbito no hay una verdad irrebatible. La opinión de cada aficionado es absolutamente respetable, pero de una cosa no cabe duda: algunas salas de cine son ahora mucho mejores desde un punto de vista estrictamente técnico que antes de la pandemia.
Los nuevos cines Odeon del centro comercial Gran Plaza 2 de Majadahonda, en Madrid, encajan a pies juntillas en esta premisa. Y es que sus seis salas han sido diseñadas para reunir las tecnologías más avanzadas disponibles en imagen y sonido. Cuando estén listas, y según sus responsables lo estarán muy pronto, pelearán de tú a tú con los mejores cines del planeta.
Esta no es una afirmación gratuita. No lo defienden los propietarios de los cines Odeon; lo creemos nosotros. Viajo con frecuencia al extranjero por mi trabajo en Xataka y suelo intentar visitar las mejores salas de cine de las ciudades que exploro. Con total honestidad: estos cines van a competir sin complejos en la primera división.
Las pantallas Miraclass son en gran medida las responsables de la calidad de estas salas
Cuando este cine esté terminado será el único de Europa que apuesta en todas sus salas por pantallas LED. La solución que han elegido los responsables de los cines Odeon son los paneles Miraclass LDAA025 de LG, unas matrices de diodos LED SMD de hasta 10,2 metros de base y 5,4 metros de altura.
Tienen un pixel pitch de 2,5 mm, una resolución de hasta 4.096 x 2.160 puntos y una capacidad de entrega de brillo típica de 300 nits. Un apunte antes de seguir adelante: el pixel pitch mide la distancia en milímetros que hay entre el centro geométrico de dos subpíxeles del panel que reproducen el mismo color primario.
Tres de las seis salas de estos cines incorporan una pantalla de 5 metros de base y resolución Full HD, mientras que las tres restantes nos proponen pantallas de 10,2 metros y resolución 4K.
Como podéis ver en la fotografía que publicamos debajo de estas líneas, hemos tenido la oportunidad de visitar estas instalaciones antes de que estén listas del todo, por lo que hemos podido ver con detalle cómo es la instalación tanto de las matrices LED de LG como del ambicioso sistema de sonido envolvente implementado por los responsables de la cadena Odeon.
Las pantallas Miraclass trabajan con un procesado del color que tiene una precisión de 24 bits, lo que, según LG, les permite restituir 68.700 millones de colores. En la práctica esta prestación les permite cubrir el 86,9% del espacio de color DCI-P3.
Además merece la pena que no pasemos por alto que estas matrices de diodos LED tienen naturaleza autoemisiva, por lo que su relación de contraste nativo es, sobre el papel, infinita, y sus negros son absolutos, dos prestaciones con las que los usuarios nos hemos familiarizado gracias a los televisores OLED. Curiosamente en las especificaciones de las matrices LDAA025 LG anuncia una relación de contraste conservadora (≥4.000:1).
Otro detalle de índole técnica que merece la pena que no pasemos por alto es que estas pantallas LED tienen una gran uniformidad cromática. Además, pueden reproducir sin problema señales de vídeo con una cadencia de 24, 25, 30, 48, 50, 60 y 144 Hz, por lo que pueden lidiar sin problema con las películas HFR (High Frame Rate), y también con el cine en 3D.
Sus prestaciones, como cabe esperar, les permiten reproducir contenidos HDR. De hecho, aunque su entrega de brillo típica es, como he mencionado más arriba, 300 nits, pueden entregar picos de hasta 1.000 nits. No obstante, en una sala que carece completamente de luz ambiental no es en absoluto necesario entregar tanto brillo. Bastan 300 nits, e, incluso, 260, 130, 100 o 48 nits para que nuestra experiencia sea óptima.
En las dos fotografías que publicamos encima de estas líneas podemos ver qué aspecto tienen tanto la estructura metálica que sostiene las pantallas Miraclass como el panel posterior de estas matrices. Los responsables de los cines Odeon me contaron que los elementos del bastidor que garantiza la estabilidad estructural de las pantallas están soldados, y no atornillados, para que no se vean afectados por las intensas vibraciones que desencadenan los subwoofers instalados en estas salas.
Y me parece razonable porque lo cierto es que la pegada de estas cajas acústicas es monumental. Tanto, de hecho, que las butacas vibran y notas el impacto de las ondas de presión sonora en el pecho en las secuencias más agresivas desde un punto de vista acústico. Varias salas de estos cines ya están terminadas completamente, y pude disfrutar en una de ellas varias demostraciones y algunos tráileres de películas que llegarán a los cines muy pronto, como 'Wonka' o 'Napoleón'.
Los responsables de estas salas aseguran que han cuidado el sonido tanto como la calidad de imagen. Las cajas acústicas por las que se han decantado pertenecen a la línea LS2C de la compañía de origen californiano Christie. La dotación de altavoces varía de unos modelos a otros de estas cajas acústicas, pero todas ellas incorporan varios transductores con diafragma de papel y kevlar para reproducir la gama media de frecuencias, y también varios altavoces de cinta con diafragma de kapton para restituir los agudos.
El modelo LA4C, por ejemplo, aglutina 8 altavoces de medios de 6,5 pulgadas y otros tantos altavoces de cinta de 6 pulgadas. Esta caja acústica es capaz de alcanzar un nivel de presión sonora máximo continuo de 130 dB y su respuesta en frecuencia se extiende desde los 60 Hz hasta los 20 kHz. Un apunte interesante: su recinto ligeramente curvado le permite alcanzar una dispersión horizontal de 120 grados y vertical de 100 grados. Los técnicos de los cines Odeon han "tuneado" estas cajas acústicas para dotarlas de iluminación RGB, pero durante la reproducción de las películas las luces de los altavoces se apagan para que no molesten a los espectadores. El sonido de estas salas es Dolby Atmos, como cabe esperar.
Lo que más me impactó durante esta primera toma de contacto con las pantallas Miraclass de LG fue la percepción subjetiva que tenemos los espectadores acerca de su capacidad de entrega de brillo. Dejando a un lado lo que nos dicen las cifras su naturaleza autoemisiva provoca que nos dé la sensación de que son perceptiblemente más luminosas que las imágenes que nos entrega un muy buen proyector cinematográfico. Esto juega claramente a su favor, y no solo en este escenario de uso; también permite utilizar estas pantallas en eventos en los que es necesario tener luz ambiental, como conferencias o reuniones de empresas.
En lo que se refiere a su capacidad de reproducción del color no tengo en absoluto nada que objetar. En 'Aquaman y el reino perdido' y 'Wonka' nos entregan una colorimetría muy rica y con un nivel de saturación perfecto. Estoy seguro de que estas pantallas han sido minuciosamente calibradas por los técnicos de LG y los cines Odeon, pero, en cualquier caso, basta observarlas durante unos minutos con contenido cinematográfico mínimamente cuidado para darte cuenta de que su rendimiento en este terreno es sobresaliente.
Antes de concluir este artículo me parece importante no pasar por alto el nivel de detalle que son capaces de recuperar las pantallas Miraclass, y también lo respetuosa que es esta tecnología con las preferencias estéticas de los directores de fotografía. Algunas secuencias de 'Napoleón', la película biográfica dirigida por Ridley Scott que llegará a los cines españoles el próximo 22 de noviembre, tienen un sabor a celuloide que a este filme le sienta de maravilla.
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