Bastante ha llovido desde que los Wachowski dieran forma a la acción del S. XXI con su ‘Matrix’. No hizo falta mucho tiempo para tener la perspectiva necesaria y reconocer el viaje del héroe de Neo como el referente y punto de inflexión en la historia del cine que es, pero si no fuese porque (las considerablemente menos inspiradas y relevantes) ‘Matrix Reloaded’ y ‘Matrix Revolutions’ consiguieron unas cifras de taquilla nada desdeñables, me atrevería a meter a los hermanos en el saco de los one hit wonder, con gente como Richard Kelly (‘Donnie Darko’), Daniel Myrick, y Eduardo Sánchez (‘El proyecto de la Bruja de Blair’) o Michel Gondry (‘Olvídate de mí’) por poner ejemplos más o menos coetáneos.
Sea contando historias de destino, ascenso, mundos escondidos a los ojos de los simples humanos (‘Matrix’, ‘Jupiter Ascending’) o que se adentran en el terreno de la interconectividad desde perspectivas corales (‘Cloud Atlas’, ‘Sense8’), los Wachowski siempre han echado mano de la ciencia ficción para acercarse a sus temas recurrentes, haciendo gala además de un estilo narrativo muy apoyado en lo visual y, con fecuencia, recargado. En Sense 8, la nueva serie de Netflix, presentan esta propuesta autoral y arriesgada junto con J. Michael Straczynski, un veterano del género que convirtió a 'Babylon 5' en la serie de culto que es hoy.
Y aquí es donde encontramos el primer punto llamativo de su nuevo trabajo, y primer proyecto para televisión, ‘Sense8’. Aunque mantiene elementos en común con ‘El Atlas en las Nubes’, este drama coral se presenta a los espectadores como una historia íntima donde el elemento fantástico es una mera excusa y se emplea hábilmente como gancho para atapar en una narrativa con una estructura poco televisiva y dibujada a muy largo plazo.
Una red sentimental universal
‘Sense8’ arranca con Daryl Hannah tirada en un colchón en mitad de un edificio en ruinas. Es aparente que su vida está a punto de terminar, pero antes de hacerlo conecta mentalmente con ocho extraños que viven alrededor de todo el mundo. Estos sensates nacen juntos y están conectados entre sí, y poco a poco van entendiendo lo que implica compartir emociones, pensamientos e incluso habilidades.
Es difícil reducir esta ambiciosa propuesta a una sinopsis. ‘Sense8’ se adentra en una intricada e introspectiva red de reflexiones sobre la identidad, la cultura, y el sufrimiento desde su perspectiva más universal. Tanto es así que es perceptible la dificultad de hacer un ejercicio de abstracción completo sin haber visto los doce episodios que forman la primera temporada completa.
Los primeros episodios construyen esta temática global sobre algunos clichés socioculturales (la coreana experta en artes marciales, el latin lover telenoveresco, los indios y sus números musicales Bollywoodienses, el activismo gay o incluso los ingleses drogaos) pero poco a poco va dando forma a unos personajes que van tomando relevancia de forma escalada y consiguiendo el favor del espectador.
No es la primera historia en televisión que juega con la conexión de un grupo de personas a lo largo y ancho del planeta. Las referencias a éxitos pasados como ‘Perdidos’ o ‘Héroes’ son inevitables, pero también están ahí ‘Touch’ (de hecho, me encanta decir que 'Sense8' es la serie sobre interconectividad humana que siempre quiso hacer Tim Kring), 'Six Degrees’ y todos esos títulos basados en el concepto de los seis grados de separación, además del cine (‘Babel’, ‘Crash’…). Pero, como decía en la introducción, ‘Sense8’ destaca sobre todos ellos por su estructura.
Una miniserie de 12 horas para ver del tirón
Donde otras tienden a centrar cada entrega en un personaje, crear tramas episódicas que sirvan de guía o personajes ligeramente más protagónicos como punto de anclaje para hacer el conjunto más accesible al espectador, ‘Sense8’ carece de una estructura capitular tradicional. Dilata la evolución de la historia y no se encorseta en ninguna convención televisiva, alimentando el factor enganche con el misterio tras la conexión, su propósito y los malosos. Aunque probablemente sea más correcto referirse a esto como una miniserie de 12 horas –malditos cortes de capítulo traicioneros-, el guión es muy hábil a la hora de administrar la evolución episódica de cada uno de los protagonistas, logrando ciertas similitudes en sus estadios emocionales en cada momento.

El segundo capítulo, por ejemplo, nos muestra a una confusa Nomi (personaje que toma un significado especial al pensar en Lana Wachowski), que se debate entre creer lo que le dicen sobre su supuesta enfermedad cerebral y lo que siente en su interior -y las visiones; igual que Will cuando se debate entre si creer al misterioso personaje de Naveen Andrews o aceptar que sus figuras autoritarias afirman que es un terrorista. De esta forma, se expone la historia y la reflexión a diferentes niveles; por una parte están las historias personales de unos individuos que sufren y luchan por salir adelante, por otra está el significado global de sus vidas, el llevar lo particular a representar lo universal. Por último (y el nivel que define a 'Sense8'), está de la conexión interpersonal; el de la inevitabilidad de la influencia y dependencia de todo sobre todos que tan bien expresa el título del segundo episodio: I Am also a We (yo soy también un nosotros).
Pero no es únicamente en lo argumental en lo que destaca esta ambiciosa propuesta. ‘Sense8’ es una mezcla fantástica entre el contenido –la intención, la trascendencia- y el estilo. En el minuto a minuto, la narrativa visual destaca sobre todo por su edición; por esas transiciones entre los personajes, por cómo transmite la conexión mental y emocional entre ellos con la puesta en escena, el punto de vista o el montaje de sonido. Por supuesto, hay fragmentos concretos en los que reconocemos a los Wachowski más accioneros; un ejemplo es el adrenalítico final del tercer capítulo, que tras construir la tensión dramática –y la necesidad de la violencia- poco a poco, finalmente se desata en esa entremezclada lucha entre Seul y Nairobi.
A la vez que seguíamos avanzando en la producción, pensamos que realmente necesitábamos más investigación y documentación. Queríamos hacer de cada lugar de la serie un personaje, así que no se trataba únicamente de India –por ejemplo- como telón de fondo; era cuestión de la cultura, el lenguaje, la historia, la religión y demás. Así que durante el proceso de escritura fuimos a todos estos sitios para bucear en esas culturas. Eso fue cambiando la forma de la serie poco a poco en algo, creo, más colorido.
Las ciudades. Sé que es un cliché decir que las localizaciones son un personaje más, pero nunca se me antojó tan pertinente. Ya no es sólo el hecho de que cada uno de los ocho representa una cultura, sino que la realidad de la ciudad sí misma está inyectada en las tramas que tienen lugar en ella. Cuando uno ve ciertas secuencias de ‘Sense8’ no puede evitar pensar en lo complejo de su producción, en la meticulosidad necesaria para ajustar cada momento interconectado entre los personajes, y en lo clara y precisa que tiene que ser la visión de la historia en cada momento.

Con todos los guiones listos, la serie fue rodada en bloques colocando cada ciudad en el centro del calendario de rodaje y al personaje correspondiente como núcleo; si rodaban las secuencias de San Francisco, todas se centraban en Nomi. También habían tomado otra decisión creativa muy interesante y que funciona excepcionalmente –muy apoyada por el estupendo montaje- y es que la cámara siempre era subjetiva a ese personaje. Nunca se mostraba el punto de vista del resto, siempre se cuenta -argumental pero también visualmente- desde el prisma de aquel que representa a cada ciudad. El resto del reparto está ahí simplemente como apoyo, sirviendo como secundario de esa perspectiva hasta que todo el equipo se movía a la siguiente ciudad y se pasaba el testigo de protagonismo al personaje correspondiente.
Otro factor que se ha visto favorecido por este sistema de producción y por las decisiones creativas de sus artífices ha sido el tono. Cada personaje y cada ciudad tiene su propio ritmo; tiene incluso un género más predominante. ‘Sense8’ es un drama coral, pero a una escala más pequeña se aprecian diferencias en el tono que inyectan dinamismo. La historia en México –con un Miguel Angel Silvestre que sorprende- tiene una carga cómica reseñable en comparación con el resto. Chicago es más acción, India es más comedia romántica y San Francisco es una especie de tragi-thriller (al menos hasta donde llevo visto). Este universo de tonos, temas y géneros es algo que ya manejaron con maestría los Wachowski en la incomprendida ‘En Atlas en las Nubes’, pero aquí tienen muchos más minutos para equilibrarlo.
Mi mayor pero a ‘Sense8’ no es tanto una crítica negativa como un deseo incumplido: los idiomas. Siendo el aspecto cultural algo tan definitorio en la propuesta, es una lástima que en pro de la accesibilidad del producto se pierda la riqueza que daría la variedad lingüística que existe entre los sensates. Es comprensible que respetar eso supondría añadir otra capa (muy gruesa) de dificultad a una narración ya de por sí exigente, pero habría sido fantástico escuchar coreano, swahili, español, hindi e inglés en el mismo capítulo.
Para ser una serie complicada de desgranar y de dar sentido sin la perspectiva del conjunto, desde luego inspira al análisis y al ahondar en lo mucho que los Wachowskis, Straczynski, Tom Tykwer (que nunca decepciona con la banda sonora) y el resto de talento tras ‘Sense8’ quiere transmitir. Tiene ambición de invitar a la reflexión y de trascender con su realismo mágico, y está muy cerca de conseguirlo.
En Xataka | 'Mr. Robot', la serie antisistema con hackers de verdad más prometedora en años
Ver 39 comentarios
39 comentarios
grilli1962
Hola a todos.
Termine de verla ayer (Netflix Argentina) me pareció o que le sobraban capítulos o que le sobraban personajes, la temática pareciera que se pierde en reivindicaciones acerca de la igualdad sexual o momentos del tipo "mi historia es mas triste que la tuya". En mi opinión buscaron locaciones en países que les aseguran grandes porciones de publico, lo mezclaron con algo de SiFi, una dosis de sexo (a veces gratuito y forzado) y el uso desmedido de partos. Recupera en los últimos dos capítulos donde regresa a la premisa SiFi de la serie. Es un collage mal expresado y con argumento espástico.
jadr
Se la sacan! La lotería? La peli de la manga? Ah! La chorra!!
tnuocsid
Pues a mi me decepciono, tal vez porque me esperaba otra cosa, pero en mi opinión le sobran muchos muchos minutos.
Cuando una serie la tengo que minimizar y hacer otra cosa en internet mientras la veo....
Eso si, el punto de partida interesante y la evolución y ejecución también. Solo eso, que a cada capitulo le sobran 20 minutos.
javidial
Hoy voy a ver el ultimo capitulo de esta serie. A mi me tiene super enganchado. Los personajes están muy currados, la forma de contar sus vidas y relacionarlas entre ellas es fantástica. A veces da la sensación de lentitud, largas charlas que no van a ninguna lado, pero en cada episodio te deja con ganas de mas.
La historia en si es genial. Me encanta! Ahora a esperar 1 año a ver si le dan por hacer la segunda temporada o no.
mirhades
se la sacan???
didn't read 'vulgar articles'.
...a otra cosa
phenixato
El Atlas en las nubes fué una película que me sorprendió MUY MUY gratamente. Para mi de las mejores películas que he visto en los últimos 2 o 3 años.
jose gpemac m
No se porque se quejan de las escenas de sexo LGBT; quéjense también del hombre ruso desnudo en la boda el cual si fue explicito, de las "bailarinas" del "club de sexo" en el que sun fue a sacar a su hermano,de la escena de sexo de los amigos que traicionaron a raily. Esto es Internet aquí todo es mas crudo que en la tv. dicho esto si, la serie tiene infinidad de clichés y estereotipos pero eso es un subproducto de la globalizacion y aun así estaban bien investigados, es claro que a mucha gente no les guste ya que los personajes son tridimensionales, no tienen que identificarse con uno ese es el punto sino con los sentimientos universales que existen en un todo de lo particular a lo general desde la vista de la interconexion de los seres aparentemente opuestos pero complementarios, (ademas agradezcan porque sinceramente pudieron hacerla mas complicada y nos la pusieron muy light(tanto como "el origen" nos presento la perspectiva neomodernista del ensueño (y el nahualismo)(se que es una comparativa muy rebuscada pero si hay una vesica piscis tangencial)))ojala la segunda temporada si sea mas enredosa.
pamarpo
La serie es un alegato y alegoria a la vida, e incluso a la necesidad de "amar" el sufrimiento para poder dar perpectiva a la realidad compleja que nos rodea. Es ciencia ficción, creo que no, hablaria de utopía de esa necesidad de algunos de intentar comprender lo que nos rodea y de quienes nos rodeamos, explicar fuera de religiones y complicadas filosofia que la propia genesis de la existencia se encuentra en el dolor, la esperanza y porque no en eso que denominamos "amor".
Consiguen lanzar un mensaje, en una sociedad en la que vivimos en la constante necesidad de bienes materiales no puede triunfar el concepto de perdida, ni por supuesto el que despues de un final siempre hay un principio.
Gran crtica de la serie me ha dejado mas que sorprendido, la argumentación, el poso pero sobretodo el atrevimiento a la hora de comentar y comunicar una serie que ocupará un lugar privilegiado o desastroso en la historia.
alexislara
Los de la serie dijeron que ellos no hablan inglés todo el tiempo, si no que sólo los escuchamos en inglés. Yo tuve la misma queja.
carlossaiz
Pues yo acabo de ver la temporada y a mi me a gustado bastante, viendo que después de matrix casi no han sacado más que bodrios creo que han vuelto a hacer algo original,viendo las críticas se te quitaban las ganas pero me a merecido la pena, los colores la fotografía la dificultad de rodar en paralelo... en fin yo recomiendo verla, pero hasta el final, si te quedas en los primeros capítulos la serie no te atrapará, un saludo
todochevere
La serie me pareció muy buena. la vi en 3 días. Es un poco lenta al principio pero siempre interesante.
No soy para nada homofóbico pero creo que se pasaron un poco con tantas escenas gay sin venir a cuento. Me pareció fabuloso la pareja formada por nomi (la chica transexual) y su novia la morena. Excelentes actuaciones.
Sobre el titular, lo vi normal, ya que soy de venezuela - Nuestro deporte nacional es el besibol - y acá utilizamos la frase: Pedro la sacó de jonrón, para indicar que hizo algo extraordinario
Mr.Floppy
Creo que deberías terminar de verla para hacer mejor una crítica completa. Y aprovecho este momento "criticón" para volver a insistir en que no entiendo la manía que le ha dado a Xataka por poner estos artículos aquí en vez de en Vayatele, que es donde se esperan.
Dicho esto, al lío.
Empecé la serie un poco a la defensiva, porque la trama no arrancaba. Y al final he acabado con una serie devorada en apenas tres días y que ha dejado bastante poso y ha ido creciendo.
Sí que es cierto que lo de los idiomas chirría muchísimo y que la trama "mitológica" se queda un poco en nada, pero es que aunque suena a cliché los personajes son lo importante y en ese sentido la serie funciona muy bien si conectas con ellos. Yo lo hice.
La producción de esta serie ha tenido que ser una locura, y habrá tenido un buen presupuesto, pero en todas las localizaciones se les colaba gente al fondo mirando el rodaje y a cámara de forma descarada. Yo no suelo ser criticón con este tipo de cosas ni me fijo en exceso, pero es que en este caso era muy exagerado.
Por si alguien quiere un consejo sobre si verla o no, porque no se fue mucho de los Wachoski, a mi Jupiter Ascending me pareció bastante mala y Cloud Atlas, con la que se la compara mucho, un rollazo monumental. Pero la serie merece mucho la pena.
madrigalita
100% de acuerdo en todo con el redactor. Estos días le había comentado a mi mujer que México tenía toda la pinta de comedia de Banderas o de Almodovar o que hubiera sido lo más que cada localización se utilizara su propio idioma.
Me esta encantando la serie (ya he visto Daredevil también) y me parece que los de Netfix son unos cracks con sus productos. La verdad es que series así son para mí un autentico lujo y que hace que a uno se le quiten las ganas de ir al cine y es que con una entrada pagas el mes de Netfix.