Se acabó lo que se daba. Las cuentas compartidas de Netflix tienen fecha de caducidad. Al menos, "las de antes". La plataforma lo anunció hace unos días, y aunque propone alternativas, hay mucha confusión respecto a cómo va a detectar y actuar ante esas cuentas compartidas ilícitas.
En este extenso tema hemos querido tratar de dar respuestas a todas las preguntas que suscita esta nueva era para los suscriptores de Netflix, así que si sois suscriptores y estáis pensando qué hacer con vuestra cuenta, esperamos que esto os sea de utilidad.
Tras meses avisando, el pasado 8 de febrero de 2023 Netflix anunciaba que ponía fin a las cuentas compartidas en España, Canadá, Nueva Zelanda y Portugal. La empresa no daba demasiados detalles sobre el sistema que utilizaría para detectar esas cuentas compartidas de forma no lícita, pero una de las bases sería la dirección IP, la "matrícula" de nuestra conexión a internet. Aún así, las preguntas eran inevitables.
Lo cierto es que el despliegue de esa "persecución" —que no lo está siendo— a las cuentas compartidas "de antes" está siendo de momento inocuo. Netflix indicó que el plazo límite para establecer una ubicación principal terminaría el pasado 21 de febrero, pero han pasado ya varios días y de momento —que se sepa— no se han efectuado bloqueos de cuentas. De hecho lo que sí ha habido es un anuncio de Netflix indicando rebajas en más de 30 países. Entre ellos no está España, pero es que además es probable que nunca vaya a estarlo.
Así pues, la situación es tan confusa como lo fue hace unos meses en los países latinoamericanos en los que se puso en marcha la medida de forma preliminar. Las preguntas para muchos son las mismas: ¿hasta cuándo va a seguir funcionando Netflix como lo hacía? ¿Cuándo me detectarán (y bloquearán, si lo hacen) la cuenta que compartía? ¿Cómo funciona este mecanismo de detección? Y, por supuesto, ¿es factible evitarlo? Veámoslo todo.
Qué esperamos que pase a partir de ahora
Netflix no lo ha dejado del todo claro hasta ahora, pero con los datos que tenemos es posible establecer un guión tentativo de lo que puede suceder a partir de ahora. Para simplificar el artículo, partiremos de una situación simulada.
Imaginaremos que yo tengo una cuenta Premium (4K, cuatro pantallas simultáneas) en Netflix y la comparto con mi madre, mi hermano Pepe y mi amigo Emilio. Los cuatro vivimos en distintos domicilios, así que, ¿qué nos va a pasar?
Ubicación principal
Netflix me manda un correo a mí, el suscriptor principal, indicándome que tengo que establecer una ubicación principal para la cuenta e informándome de opciones para las cuentas compartidas.
No lo he hecho hasta ahora, pero como indica el centro de ayuda de Netflix, si no lo configuro yo Netflix lo hará en mi nombre "en función de la dirección IP, los identificadores de dispositivos y la actividad de la cuenta".
No vivo donde Netflix dice que vivo (y por qué eso no importa)
Muchos usuarios han indicado en redes sociales como Twitter que la ubicación donde les sitúa Netflix al establecer la ubicación principal era errónea. Esa queja es comprensible, pero en realidad Netflix no sabe a qué localidad pertenece una IP determinada.
Esa información se la da otro organismo —en Europa, el RIPE—, y es que la IP ofrece solo un dato seguro: el país al que pertenece esa dirección. Estas direcciones IP son concedidas a los proveedores de internet en "lotes" o rangos de direcciones, y luego los proveedores las van utilizando para sus clientes, sean particulares o empresas.
Cada uno de esos proveedores tiene asignado el llamado ASN (Autonomous System Number), y la IP permite saber a qué operadora perteneces, pero una vez más, no determina tu ubicación exacta. Cuando yo le digo a Netflix que quiero establecer mi ubicación principal, Netflix sabe que mi IP pública es (por ejemplo) 88.3.213.56, y con eso solo puede tener la certeza de que mi proveedor de internet es Telefónica (o Movistar u O2) y que estoy en España. Ya está.
Es posible tratar de "estimar" mi ubicación —en ese caso sería Adeje, Canarias, pero la IP es inventada—, pero lo más normal es que el dato sea incorrecto porque una IP, insistimos, no sirve para precisar esa localización. Es cierto que hay empresas que tienen creadas bases de datos con direcciones IP geolocalizadas -MaxMind es una de las más conocidas—, pero incluso en ese caso la precisión es modesta: al nivel de ciudad aciertan en el 62% de los casos, pero a nivel de código postal esa precisión baja al 14%.
Aquí lo importante es dejar claro que Netflix no necesita saber cuál es nuestra ubicación para ese control de cuentas compartidas. Solo necesita saber nuestra IP pública, que además combina, como ellos explican, con otros datos:
- Identificador de dispositivo. Netflix nos pide que establezcamos la ubicación principal desde una TV. ¿Por qué? Probablemente porque es un dispositivo que no solemos mover de lado a lado, y sirve como una referencia clara de que esa IP es, efectivamente, la del domicilio donde tenemos la tele desde la que vemos Netflix.
- Actividad de la cuenta. Netflix es capaz de recolectar datos de actividad de la cuenta. No solo de qué vemos —lo que sirve para perfilar las recomendaciones y, a gran escala, apostar por futuras series y películas— sino también de desde dónde realizamos esa actividad y con qué IP. Si Netflix detecta que estamos viendo sus contenidos desde la dirección IP de la ubicación principal, y también sabe que los estamos viendo desde un dispositivo móvil o un navegador o cliente de escritorio, que "se lo chivan". Una vez más, lo que le importa a Netflix es detectar que la IP que le chivan esos dispositivos (o la tele) sea la misma que la establecida en la ubicación principal. Que estemos en Madrid, Soria o en Puertollano no es relevante para los propósitos de la compañía.
¿Y mi madre qué?
Imaginemos que aunque yo no haya establecido la ubicación principal, Netflix haya acabado haciéndolo como indica en su centro de ayuda. Supongamos que ha establecido esa IP antes indicada de 88.3.213.56 como la asociada a mi cuenta. ¿Qué pasa con las cuentas compartidas de mi madre, Pepe y Emilio?
Pues que si ellos siguen usando Netflix con mi usuario y contraseña, Netflix acabará detectando esa actividad. Lo hará probablemente tarde o temprano, y aunque hasta ahora no ha habido noticias al respecto, se espera que el proceso sea más o menos el mismo. Imaginemos que mi madre ha seguido usando la cuenta en su casa varios días. Tras cierto tiempo (de momento imposible saber si serán unos pocos días o unas pocas semanas o incluso meses) el proceso será según los datos que ofrece Netflix en su centro de ayuda el siguiente:
- Aviso. Cuando mi madre lleve unos días usando el servicio desde un dispositivo no asociado a mi "hogar Netflix" o desde un lugar que se detecte que es ajeno a ese hogar, la empresa indica que "es posible que te pidamos que verifiques dicho dispositivo antes de que pueda usarse para ver Netflix".
- Verificación. En ese caso, Netflix enviará un mensaje al correo electrónico o al número de teléfono del suscriptor —a mí, no a mi madre— con un enlace. El enlace abre una página web con un código de verificación de cuatro dígitos, y ese es el que debería usar mi madre para verificar que está en mi casa.
- No podemos estar en dos sitios a la vez. Pero claro, no está en mi casa, así que teóricamente no debería usar ese código de verificación. Si lo hace (o lo hace de forma repetida), lo más probable es que Netflix detecte que estamos verificando un dispositivo en una localización ajena a nuestra ubicación principal. Como indican en Netflix, "es posible que cada cierto tiempo se requiera verificar el dispositivo"
- ¿Bloqueo? Netflix no habla de esa opción de forma explícita, pero si la verificación falla o se usa de forma no adecuada, eso puede llevar a acciones por parte de Netflix. Si mi madre usa ese código de verificación y Netflix detecta que estamos usando la cuenta en dos ubicaciones distintas, podría tomar medidas, y esas medidas podrían acabar implicando el bloqueo de mi cuenta de suscriptor. Aquí suponemos que antes de tomar esa decisión, Netflix enviará nuevos mensajes de aviso indicando que estamos usando la cuenta de forma no permitida. Tenemos un ejemplo de lo que le ocurrió a @ginasepu, una usuaria chilena que precisamente recibió un mensaje final de advertencia cuatro meses después de que se iniciara el plan de fin de cuentas compartidas de Netflix en ese país.
Pero yo viajo
Una de las situaciones contempladas por Netflix es la de aquellos usuarios que viajan y disfrutan de su cuenta de Netflix allá donde van.
No hay ningún problema al respecto, y de hecho aquí se aplica lo dicho en el apartado anterior: si el servicio detecta que por ejemplo me he ido de viaje y estoy viendo Netflix desde esa otra ubicación, puede que me envíe un mensaje pidiendo que verifique el dispositivo con el que estoy viendo esos contenidos.
Si por ejemplo uso un portátil y ya lo usaba de forma frecuente en mi ubicación principal (en mi casa), es incluso probable que Netflix ni siquiera pida verificación porque detectará que ocasionalmente estamos disfrutando de los contenidos desde un portátil, algo totalmente normal.
Otra cosa es si estamos en otra ubicación de forma prolongada. En ese caso se nos pedirá verificación tarde o temprano, pero una vez más, el proceso es sencillo y rápido. Y si nos mudamos dentro de nuestro país, siempre podremos cambiar la ubicación principal en la configuración del servicio. Si lo hacemos a otro país, la cosa cambia un poco.
Hay formas de tratar de saltarse la detección (pero ¿compensan?)
Ante toda esta situación surgió otro debate en foros y redes sociales: el de buscar formas de poder seguir usando Netflix como hasta ahora. ¿Las hay? Es posible. ¿Compensan? Eso no lo tenemos tan claro. Una vez más acudo a la situación ficticia: yo como suscriptor principal compartiendo cuenta con mi madre, Pepe y Emilio.
La tele es la clave
Un primer método consiste simplemente en lo que podríamos llamar "no usar la tele". Yo como suscriptor principal puedo disfrutar del servicio como siempre, desde mi tele o cualquier otro dispositivo porque los suelo usar desde mi red Wi-Fi o Ethernet y en esas redes todos esos equipos "salen" a internet con la misma IP pública (en nuestro ejemplo, la citada 88.3.213.56).
A partir de ahí, mi madre, Pepe y Emilio podrían usar mi cuenta de Netflix, pero para evitar ser "detectados" lo ideal es que nunca la vean en su tele, y lo más recomendable es que lo disfruten desde un portátil o una tableta.
¿Por qué? Pues por que mi madre, Pepe y Emilio pueden traer ese portátil o tableta a casa, conectarse a mi Wi-Fi y simular que es un dispositivo más que es mío y que uso para disfrutar del servicio. Luego se lo pueden llevar a casa y seguir viendo Netflix.
Es probable que Netflix acabe pidiendo que verifiquen ese dispositivo de nuevo, y pueden usar el código que me manden a mí (y que yo les puedo pasar rápidamente por WhatsApp, por ejemplo) y luego hacerme una visita con cierta regularidad para que Netflix simplemente crea que uso ese portátil en un par de sitios con bastante frecuencia. Además, suele ser fácil acabar conectando el portátil o tableta a una tele para reproducir los contenidos en ella sin que Netflix pueda detectarlo fácilmente
No es un método perfecto y es probable que aún así Netflix acabe enviando peticiones de verificación frecuentes e incluso avisos de bloqueo, pero aquí hay que tener en cuenta que Netflix plantea nuestra tele como epicentro de esa ubicación principal.
Como explicaba un usuario en Quora, Netflix utiliza varios métodos para determinar el dispositivo que usamos para acceder a su servicio:
- Device Fingerprinting. Esta técnica permite identificar el tipo de dispositivo que está utilizando basándose en características específicas como su sistema operativo, tipo de navegador y resolución de pantalla.
- Agentes de usuario: Netflix también comprueba el "agente de usuario" (User Agent) del navegador para determinar el tipo de dispositivo que está utilizando. Los agentes de usuario son cadenas de texto enviadas por nuestro navegador al servidor para identificar el navegador y sus capacidades.
- Dirección IP: Netflix también puede determinar el tipo de dispositivo que está utilizando basándose en la dirección IP del dispositivo. Esto se debe a que diferentes tipos de dispositivos, como teléfonos móviles y ordenadores de sobremesa, suelen tener diferentes direcciones IP. En este caso, eso sí, si el móvil está conectado por Wi-Fi saldrá a internet con la misma IP que saldría nuestro PC. Aún así, efectivamente es como comentábamos uno de los parámetros clave de los sistemas de registro y monitorización de actividad de Netflix.
Las VPN de terceros (probablemente) no sirven
Uno de los métodos más típicos para acceder a estos servicios de forma "extendida" es contratando una VPN de empresas que proporcionan estos servicios comercialmente.
Hay decenas y decenas de servicios que compiten en este mercado, y en la mayoría una de las características más populares es la de poder simular que estamos en otro país.
Aquí el proveedor del servicio VPN tiene servidores por todo el mundo a los que nos podemos conectar, de forma que podemos simular que estamos accediendo a Netflix desde Estados Unidos y disfrutar de series y películas que están en el catálogo de ese país pero no en el de España, por ejemplo.
Este método, no obstante, no sirve de mucho para evitar el uso de cuentas compartidas. Netflix de hecho ya inició una particular (y errática) batalla contra los servicios VPN que permitían eludir esas restricciones geográficas, aunque en el centro de ayuda explica cómo en ciertos casos es posible usar estos servicios.
Netflix aquí puede detectar el uso de esas VPNs porque los usuarios que la usan "salen" a internet con unas pocas IPs públicas por país y es fácil que coincidan. La empresa por tanto puede sospechar de que tantas cuentas distintas estén usando esas pocas direcciones IPs públicas y acabe bloqueándolas.
Montarte tu propia VPN, una alternativa potente (e incómoda)
La alternativa para quienes tengan más conocimientos en este ámbito es la de montarse ellos mismos un servidor VPN propio. En esencia el funcionamiento es sencillo: si tengo un servidor VPN en casa, les puedo decir a mi madre, a Pepe y a Emilio que cuando quieran ver Netflix primero se conecten a mi VPN, ya que a partir de ese momento su IP pública no será la de su casa, sino la de la mía. Para Netflix ellos estarán en mi domicilio.
Hacerlo eso sí, es más fácil que decirlo. Hay diversos tutoriales en internet para lograrlo, pero el método más interesante y cómodo es el de usar un router neutro que conectaremos a nuestro router de operadora. En ese momento configuraremos el router de la operadora como si fuera "un módem": sólo nos dará salida a internet. El resto de funciones de enrutamiento las gobernará el router neutro, que además habremos configurado como servidor VPN.
Esto último suele ser relativamente sencillo en routers más o menos recientes que suelen integrar la opción de instalar un servidor VPN como el popular y reputado WireGuard.
Configurarlo y dejar todo preparado con el router de la operadora no es exactamente trivial, pero tampoco es del todo complejo, y la inversión no es elevada: hay buenos routers neutros por unos 120 euros, y de hecho hay también guías y tutoriales que permiten usar un viejo router o incluso una Raspberry Pi de este modo gracias a la magia de proyectos fantásticos como OpenWRT, que a su vez permite instalar WireGuard como si fuera una especie de "plugin".
Incluso sería posible que la tele en la que ven Netflix mi madre, Pepe y Emilio también pudiera usarse, aunque aquí hay un ingrediente más: ellos también deberían tener (al menos idealmente) un router neutro conectado a su router para que directamente todo el tráfico entre ambos domicilios fuera uno solo a través del mío y de mi VPN. ¿Se puede hacer? Desde luego, pero una vez más, no es del todo trivial.
Todo parece razonable, así que, ¿cuál es el problema? Pues sencillamente, que cuando mi madre, Pepe o Emilio se conectan a mi VPN tienen acceso teórico a toda mi red. No es que eso me suponga necesariametne un problema por ellos —que también puede ser, al fin y al cabo en mi red están todos mis datos, aunque pueda tenerlos cifrados—: me supone un problema por lo que pueda pasar en sus redes. Si alguien entra en ellas o tienen algún tipo de malware, esa conexión VPN será una puerta de entrada a mi red y dispositivos. Una pesadilla en cuanto a la ciberseguridad.
Hay otro inconveniente: lo normal es que mi madre, Pepe o Emilio puedan seguir usando Netflix en la cuenta compartida cuando quieran, así que tengo que tener la VPN encendida constantemente: no es cuestión de que cada vez que quieran ver una serie o película me digan "oye, ábreme la VPN que voy a ver Netflix un par de horas".
Tener esa "puerta" a mi red y mis dispositivos de forma constante no es algo que me parezca especialmente cómodo por esos inconvenientes, y está además la desventaja de que la calidad del servicio al final recae en mí, y puedo acabar convirtiéndome en el centro de atención al cliente de esas cuentas compartidas (mi madre, por ejemplo, podría llamarme con un "hijo, esto no me funciona ahora, no sé que he tocado" en cualquier momento).
Qué hacer ante el fin de las cuentas compartidas "de siempre" en Netflix
A la vista de todo esto, quienes son actuales suscriptores de Netflix y compartían cuenta con otras personas que no residen con ellos lógicamente estarán considerando qué hacer al respecto.
Aquí las opciones son claras, y de nuevo para clarificar todo mantengo el ejemplo de mi cuenta compartida con mi madre, Pepe y Emilio:
- Cancelar la cuenta. Si yo como "suscriptor principal" considero que no sale a cuenta, puedo directamente cancelar la cuenta de Netflix. Mi historial y los datos de mi perfil —asociados a mi dirección de correo electrónico— seguirán ahí por si en algún momento vuelvo a suscribirme, aunque sea con otro plan.
- Suscriptores extra. Si quiero seguir compartiendo mi cuenta Netflix Premium con otras perosnas, puedo hacerlo siguiendo estos pasos, pero aquí es importante destacar dos cosas. La primera, que en el caso de este plan Premium solo puedo compartir la cuenta con dos personas (y no con tres). En el caso del plan Estándar, puedo compartir esa cuenta con otra persona. La segunda, que cada uno de esos dos suscriptores extra tendrán que pagar 5,99 euros al mes y tendrán ciertos derechos y limitaciones.
- Crear nuevas cuentas aparte. Tanto el suscriptor principal como los que compartían cuenta con él pueden crear nuevas cuentas (o en el caso de quien ya estaba suscrito, quizás cambiar a otro plan) en Netflix. Si lo hacen, hay que tener en cuenta que los perfiles que usaban se pueden "transferir", de forma que mi madre, Pepe y Emilio puedan seguir pudiendo acceder por ejemplo a su historial de actividad —la que tenían antes de esa "migración" a sus propias cuentas— o disfrutando de recomendaciones personalizados para ellos en base a toda esa actividad previa.
- Hay otras plataformas de streaming. Los precios de Netflix han sido criticados sobre todo tras las últimas subidas que acabaron dejando claro que quizás había llegado el momento de suscribirse solo en los meses que nos interesara. Lo cierto es que hay muchas alternativas a Netflix, y al menos por precio la mayoría son más interesantes, así que no está de más repensarse de qué servicios queremos disfrutar en cada momento. Afortunadamente todos ellos permiten cancelarlos temporalmente para luego reactivarlos, de forma que paguemos solo los meses que queramos estar suscritos.
Imágenes: BoliviaInteligente, Thibault Penin, Misha Feshchak, Javier Lacort
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