Como vimos en la entrada anterior, la Raspberry Pi es un ordenador de reducidas dimensiones, un precio realmente asequible y con grandes posibilidades. Y precisamente de ello vamos a hablar, de lo que se puede hacer con la Rasbperry Pi y de cómo utilizarla.
La Raspberry Pi es un ordenador básico y que no viene con el sistema operativo instalado, pero gracias a la enorme comunidad que hay detrás, hay muchas alternativas para que todo o casi todo funcione a la primera, como veremos en esta entrada de Xataka.
¿Para qué sirve una Raspberry Pi?
¿Habéis pensado alguna vez en utilizar un ordenador pequeño para una función determinada? Algo que no precise una potencia exagerada, pero que nos permita automatizar alguna tarea. O que nos sirva como centro multimedia para reproducir películas HD y otros contenidos en la televisión. Si somos manitas podemos añadir un display LCD y convertirlo en un centro de información de cualquier tipo. O simplemente para ver el correo de cuando en cuando o navegar por internet, o usarla como máquina recreativa o incluso para mandarla al espacio. Todo esto y muchísimo más puede hacerse con la Raspberry Pi, ya que, si de ordenadores hablamos, su potencia equivale a la de un ordenador Pentium 2 a 300MHz, pero con una potencia gráfica muy superior a los ordenadores de esa época. De hecho, el rendimiento gráfico es bastante superior al de un iPhone 4S.
¿Qué necesitamos para empezar?
A los 35 euros que cuesta una Raspberry Pi debemos añadir una fuente de alimentación con conector micro-USB. Si tienes un cargador de móvil con conexión Micro-USB y que dé 1 A de corriente podrás utilizarlo para hacer funcionar la Raspberry Pi. Dependiendo del uso que vayas a darle también querrás hacerte con una caja. Si vas a pensar en exprimir al máximo el hardware te interesará que la caja tenga una ventilación suficiente, sobretodo si vas a hacer overclocking (subir la velocidad del sistema).
Como la Rasbperry Pi es un pequeño ordenador, ya cuenta con su memoria RAM (512 MB en el último modelo), y su procesador ARM 11 y su GPU para tener la posibilidad de obtener vídeo a 1080 y audio de alta calidad a través de su conector HDMI. Lo único necesario es dotarla de un sistema operativo y los programas a utilizar por medio de una tarjeta SD con al menos 1 GB y clase 4 (esto es la velocidad de lectura-escritura) o mejor.
A los dos puertos USB incluidos podemos conectarles sendos teclado y ratón USB, pero entonces te quedarás sin la posibilidad de añadir un interfaz USB Wi-Fi que puede que necesites si no estás cerca del router para conectar la Raspberry Pi por ethernet. La solución más obvia es añadir un hub USB con alimentación que nos permita tanto utilizar más dispositivos y también aquellos que necesiten más corriente para funcionar.
Probablemente quieras utilizar la Raspberry Pi como Media Center o como ordenador. En ese caso necesitarás un cable HDMI para mandar la salida de vídeo y audio al televisor, un cable de red o un interfaz USB Wi-Fi para conectarte al router, y un teclado y un ratón que compartan una única conexión USB (puedes hacerlo si utilizar la interfaz Unifying como hacen los dispositivos de Logitech) o recurrir al anteriormente mencionado HUB USB. La buena noticia es que, si la televisión es compatible con CEC, podremos usar incluso el mando a distancia de la propia televisión para controlar la Raspberry Pi en el caso de usarlo como media center con XBMC, sin necesidad de más periféricos. Y, si tu televisor no es compatible, también hay programas para iOS y Android que convierten dichos periféricos en el mando perfecto para XBMC.
Instalación del sistema operativo y de los programas en la Raspberry Pi
Sólo nos faltará el sistema operativo, necesario para arrancar el proyecto al que queramos dedicar la Raspberry Pi. Para ello necesitaremos conectar la tarjeta SD al ordenador e instalaremos o precargaremos para su instalación todo lo necesario para echar a andar la Raspberry Pi con la funcionalidad elegida.
Aquí tenemos dos opciones, la primera es ir a la página de la distribución de donde nos vamos a bajar el software para instalarlo en la tarjeta, o bien recurrir a algún programa que nos prepare todo en nuestro ordenador. Si quieres probar varios sistemas operativos y tienes una tarjeta SD grande, puedes probar BerryBoot, un programa que se encarga de todo el trabajo de instalación del software desde la propia Raspberry Pi. Con una tarjeta formateada (FAT) y si descargas BerryBoot, lo descomprimes y copias dichos archivos en la SD tan solo tendrás que conectar la tarjeta a la Rasbperry Pi y BerryBoot te permitirá elegir el sistema operativo deseado, lo descargará de internet y lo preparará todo.
Si vas a utilizar la Raspberry Pi como Media Center, te interesará saber que hay varias distribuciones de Linux que ya incluyen el autoarranque de XBMC y que te lo dan todo hecho. Raspbmc, XBian, u OpenELEC son algunas de las opciones, aunque para mí la mejor de ellas es XBian si quieres buen rendimiento o Raspbmc si prefieres actualizaciones automáticas (pero la elección va en gustos). Y, si vas a hacer la instalación desde Mac, entonces te recomiendo este instalador, que incluso descargará la distribución de internet y la instalará por tí.
Algunos usos de la Raspberry Pi
En esta entrada de Xataka Home tienes unas cuantas posibilidades para la Raspberry Pi. Y aquí os traemos algunas más.
Proyecto de cubo led controlado por una Raspberry Pi
Videojuegos en la Raspberry Pi
Sistema de posicionamiento por GPS
Centro multimedia para el coche
Sistema de vigilancia con dos cámaras web
En esta segunda parte no hemos hecho más que empezar a ver todas las posibilidades de la Raspberry Pi. En la tercera entrada de esta serie veremos alternativas y cómo encajan todos estos dispositivos en la internet de las cosas.
El equipo ha sido cedido para la prueba por parte de Raspipc. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas
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