NVIDIA sigue manteniendo el cetro en el segmento de las tarjetas gráficas: si quieres potencia, los productos de la familia GeForce RTX son la referencia, y a ellos se les une ahora la que se convierte automáticamente en la tarjeta gráfica de gama alta más potente orientada a usuarios finales: la Titan RTX.
El anuncio oficial de NVIDIA bautiza estas gráficas como las T-Rex, y presume de cómo con ellas es posible lograr 130 TFLOPS en deep learning. Armadas hasta los dientes, estas gráficas sorprenden sobre todo por un apartado muy polémico: su precio, que las deja fuera del alcance de la mayoría de los usuarios.
Brutal en prestaciones, aún más brutal en precio
Las nuevas RTX le dan una vuelta de tuerca a la GPU TU102 de las RTX 2080 Ti y ahora llegan a los 4.608 núcleos CUDA, que se ven potenciadas por nada menos que 24 GB de memoria GDDR6, una cantidad casi absurda que da margen de maniobra notable para todo tipo de aplicaciones en las que la potencia bruta de sus núcleos, ya sean los CUDA, los de trazado de rayos o los Tensor Cores, puedan trabajar sin problemas.
Con esas especificaciones se espera que el rendimiento de las Titan RTX sea especialmente notable, y de hecho se acerca más a las potentes Quadro RTX 6000 que a las RTX 2080 Ti.
Esta gráfica quizás va más allá de la orientación gamer y está especialmente pensada para sacar partido de ámbitos incluso profesionales que aprovechen todo lo que ofrece la arquitectura Turing.
Esa potencia estará no obstante disponible solo para quienes quieran gastar una pequeña fortuna en estas tarjetas, que estarán disponibles a lo largo del mes de diciembre por un precio aún más asombroso que sus especificaciones: 2.499 dólares.
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