Conseguir una PS5 o una Xbox Series X seguirá siendo muy complicado durante todo 2022. Así lo ha indicado Mark Papermaster, director de tecnología de AMD, que se ha unido a otros avisos previos de Intel o TSMC y asegura que la escasez de chips —y en concreto, la de chips de AMD— se prolongará durante todo el año que viene.
Esa escasez afectará a la oferta y la demanda de consolas de nueva generación, pero también de sus tarjetas gráficas. El final del túnel está en 2023, dice este directivo, que apunta a que "es entonces cuando esperamos un equilibrio normal entre la oferta y la demanda".
Si AMD no tiene suficientes chips, las consolas sufren
AMD ha sido otra de las grandes afectadas por esta escasez de chips, y el fabricante no da abasto con la demanda. Eso es un problemón, sobre todo porque además de ofrecer procesadores o tarjetas gráficas de última generación, AMD es la responsable de fabricar la CPU y GPU tanto de las PS5 como de las Xbox Series S/X.
En Intel ya habían avisado de que no esperaban que la escasez mejore hasta 2023, y tanto TSMC como NVIDIA se unieron a esa predicción que apuntaba a unos 2021 y 2022 duros a la hora de contar con productos con alguno de los nuevos chips.
Hay desde luego esfuerzos que tratarán de aliviar el problema, pero desde luego todos estos mensajes parecen dejar claro que en 2022 seguiremos sufriendo un importante desequilibrio entre oferta y demanda que se traducirá en retrasos —mirad la Steam Deck—, pero también en potenciales subidas de precio.
Según Papermaster, "en nuestro mercado veremos una disminución de la oferta en la segunda mitad de 2022", y esa disminución se prolongará hasta 2023, momento en el que las previsiones por fin apuntan a que la situación se estabilizará. Solo queda tener paciencia y esperar que el problema no se agrave aún más.
Vía | Business Line
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