En 2010 Eric Schmidt, entonces CEO de Google, dijo que cada dos días generamos tantos datos como toda la humanidad desde sus orígenes hasta 2003**. Concretamente 5 Exabytes de información. Desde 2010 ha llovido mucho, y donde antes hacíamos una foto con una cámara compacta ahora hacemos diez con el móvil. Se estima que tres años después de esa afirmación de Eric Schmidt el ritmo de creación de información se duplicó.
¿Cómo es posible? Principalmente debido a la digitalización de nuestra vida, el acceso a herramientas sencillas y portátiles de creación de contenido... pero también gracias al abaratamiento constante del almacenamiento de dichos datos.
¿Cómo funciona un disco duro magnético?
El primer disco duro fue inventado por IBM en 1956, el 350 RAMAC. Los principios de este disco duro magnético no han cambiado mucho hasta nuestros días, aunque sí la velocidad, la densidad de almacenamiento, el tamaño y el precio. Dicho disco duro tenía una capacidad de hasta 5 MB y ocupaba aproximadamente el espacio de dos neveras.
Un disco duro magnético o HDD (hard disk drive) consiste en una serie de discos magnéticos (apilados unos sobre otros) que giran, y un cabezal que se posa en la superficie de los discos y es capaz de leer y escribir contenido en ellos mediante de campos magnéticos.
IBM fue la empresa que más innovó en discos duros, hasta que en 2003 vendió esta línea de negocio a Hitachi. La mejora de los cabezales y sobre todo de la densidad de la información en los discos magnéticos es lo que ha logrado reducir su tamaño, ampliar el almacenamiento y reducir el coste.
Sin embargo los HDD tienen un problema: al tener partes mecánicas la velocidad de lectura y escritura está limitada. Es muy complicado hacerlos más rápidos porque hay unos discos que giran y un cabezal que se mueve. Hay un límite físico para esta velocidad.
¿En qué consiste un SSD?
La tecnología SSD (solid-state disk drive) permite tener un disco duro sin partes móviles. El concepto en este caso también es bastante antiguo, ya que se basa en tecnología de los años 50 aplicada para memoria RAM. Consiste básicamente en condensadores (tanto implementados con tecnología de tubos de vacío, como en dicha época, como con circuitos integrados, como se hizo más adelante), almacenando cada uno de ellos un bit de información.
El problema de usar esta tecnología para almacenar datos de forma permanente es que requieren alimentación eléctrica para mantener la información, y por tanto, si no hay alimentación eléctrica los datos se pierden. De ahí que a la memoria RAM se la llame “volátil”. Al poco tiempo de surgir la memoria RAM se desarrollaron métodos para evitar este problema, aunque con precios muy altos y con tiempos de vida muy cortos que limitaron su expansión.
Ambos problemas están ya prácticamente solucionados. De hecho los tiempos de vida (ciclos de lectura y escritura) de discos duros SDD son equivalentes a los de los HDD. Y los precios caen en picado, como veremos más adelante.
¿Cuánto han bajado de precio los discos duros magnéticos?
La historia de los discos duros magnéticos es muy larga, como hemos visto. En 1956 IBM lanzó su disco duro de 5 MB. ¿Su precio? 50.000 dólares. Hoy en día no es tan raro encontrar un disco duro de 3 TB por 99 dólares.
En la gráfica anterior se ve que el precio por GB de los discos duros magnéticos ha caído muchísimo, tanto que es más útil ver el eje de precios en un formato logarítmico. Esto ya da una idea que la caída es muy acusada (pocas veces se ven gráficos de precios en este formato).
Así podemos ver que la caída es constante y muy pronunciada, desde los 10 millones de dólares por GB de 1956 a los 3 céntimos de dólar actuales. Pocas tecnologías han caído tanto y tan rápido de precio como el almacenamiento magnético, y de ahí que en la actualidad seamos capaces de almacenar tanta información generada.
Sin embargo, falta un dato importante: los 50.000 dólares de 1956 eran mucho más dinero que los 50.000 dólares de ahora. En todo este tiempo la inflación ha hecho aumentar el precio de las cosas en 8,5 veces. Por tanto los 10 millones de dólares por GB que costaba el almacenamiento en disco duro en 1956 en realidad serían casi 85 millones de dólares a precios de hoy. La caída de los precios si tenemos en cuenta la inflación ha sido aún más fuerte.
Año | Precio por GB (HDD) teniendo en cuenta inflación |
---|---|
1956 | $84.000.000 |
1980 | $522.000 |
1990 | $15.810 |
2000 | $8.11 |
2010 | $0.06 |
2014 | $0.03 |
Los SSD están en caída libre
Los discos SSD se empezaron a poner de moda hace diez años, más o menos. Los pendrives ya eran populares y la ventaja frente a los HDD era clara: mayor velocidad. El problema seguía siendo el precio.
Pero la caída de los precios empezaba a acelerarse. En 2004 el precio por GB de un disco SSD estaba en 347 dólares (430,27 dólares de hoy si tenemos en cuenta la inflación). A día de hoy el precio por GB ronda los 25 céntimos (incluso en primeras marcas).
Año | Precio por GB (HDD) teniendo en cuenta inflación | Precio por GB (SSD) teniendo en cuenta inflación |
---|---|---|
2004 | $0,86 | $430,27 |
2005 | $0,62 | $223,05 |
2010 | $0,06 | $2,76 |
2015 | $0,03 | $0,25 |
Los discos duros SSD siguen siendo más caros que los HDD. Si nos vamos a tamaños de discos algo menores podríamos encontrar precios muy similares (ya que hay algunos costes fijos que eliminan la linealidad) y en pocos años se igualarán de precio en todos los tamaños: en la actualidad, los precios de los HDD no caen con tanta fuerza como los SSD.
La gran ventaja de tener discos duros SSD es que hasta su popularización los discos duros eran un gran cuello de botella en los ordenadores. Aún teniendo un buen ordenador, el rendimiento podía resentirse por la limitada velocidad de lectura y escritura del disco duro. Mucha gente que ha cambiado su viejo HDD por un SSD dice que es como dar una nueva juventud al ordenador.
Y no olvidemos que la tecnología SSD es la que llevan dentro nuestros móviles para el almacenamiento. Todo lo que sea rebajas de precios o mejoras de velocidad en discos duros también se aplica a nuestros terminales, que cada vez demandan más almacenamiento interno y más rápido. Por ejemplo el Samsung Galaxy S6 dio muy buenos resultados en los benchmarks debido a la memoria UFS 2.0.
Fuentes de datos para este artículo:
Winchest
Mkomo I
Mkomo II
Ark Invest
The Guardian
Pongdom
JCMIT
Tomhardware
onlineinvestingai.com
IT World
Notinet
US Inflation calculator
Imágenes | Ralphus P., epSos.de
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