Tras renovar la exención del veto a Huawei hace escasos días, la administración de Trump está planeando una nueva restricción comercial para China, tal y como adelanta en exclusiva el Wall Street Journal. De acuerdo al medio, esta nueva medida tendría como fin "cortar al acceso chino a la tecnología clave de semiconductores" limitando el uso de equipos de fabricación de chips estadounidenses.
En lo que a Huawei compete, el WSJ afirma que esta nueva medida vendría acompañada de una "regla separada" que limitaría a las compañías estadounidenses a la hora de suministrar a Huawei desde sus instalaciones en el extranjero. Se espera que, en primer lugar, se impongan restricciones a la exportación de chips con algún tipo de tecnología estadounidense y que, posteriormente, se haga lo propio con los equipos de producción de chips.
Desde Xataka hemos contactado con Huawei para conocer la postura de la compañía y actualizaremos cuando recibamos respuesta.
Que nadie fabrique para Huawei
La medida que estudia Estados Unidos tiene como objetivo bloquear la producción de semiconductores en China, que son uno de los productos más importados por el país. Explican desde WSJ que "si los Estados Unidos restringieran las herramientas de fabricación de semiconductores, eso podría perjudicar a la industria local de chips de China", ya que "sería difícil para los fabricantes de chips chinos encontrar reemplazos adecuados de otros países". Hablamos de maquinaria, de equipos de producción, como los que desarrollan Applied Materials y Lam Research Corp, ambas estadounidenses.
En pocas palabras, las empresas que tengan a Huawei como cliente tendrían que elegir entre comprar equipo estadounidense o mantener a Huawei como cliente, lo que podría suponer un duro golpe para compañías como TSMC, uno de los fabricantes de procesadores más grandes de la industria. TSMC fabrica los chips de Qualcomm, Apple o Huawei, representando esta última el 10% de los ingresos totales, según adelanta el medio.
Una persona familiarizada con el asunto lo resume de la siguiente forma: "No quieren que ningún fabricante del mundo produzca nada para Huawei, ese es el objetivo", refiriéndose a las plantas de producción de chips.
La medida no está siendo bien recibida por todos los miembros de la administración Trump y, de hecho, el propio presidente todavía no ha revisado la idea. No deja de ser curioso que sopesen esta medida cuando, a mediados del año pasado, Trump dijo que "las empresas estadounidenses pueden vender sus productos a Huawei" siempre y cuando sean "equipos en los que no haya un problema de seguridad nacional".
Recordemos que Estados Unidos ha acusado a Huawei de implementar sistemas de espionaje en sus equipos, siempre sin pruebas. Huawei, por su parte, siempre se ha defendido alegando que sus equipos son seguros y que las acusaciones son infundadas. Recientemente, Estados Unidos renovó la exención del veto a Huawei, que no dudó en afirmar que la decisión "no tendrá, en ningún caso, un impacto sustancial en los negocios de Huawei" y que "no obstante, esta decisión no cambia tampoco el hecho de que Huawei sigue recibiendo un trato injusto".
Este bloqueo ha provocado que la empresa haya tenido que dejar de colaborar con compañías como Google, lo que, finalmente, ha desembocado en que algunos dispositivos como los Mate 30 y Mate 30 Pro salgan al mercado sin el ecosistema de aplicaciones de Google. Por el momento, la guerra comercial entre Estados Unidos y China sigue en pie y no parece cerca de acabarse.
Vía | Wall Street Journal
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