Intel no se rinde fácilmente. Si echamos la vista atrás por un instante y observamos con objetividad la historia de esta compañía comprobaremos que ha logrado sobreponerse a los traspiés que ha dado. Porque sí, los ha dado, y algunos de ellos en su momento la colocaron en el punto de mira de los usuarios. A bote pronto me viene a la memoria el famoso y polémico error de la unidad de coma flotante de las primeras versiones del procesador Pentium, pero ha cometido otros deslices.
Aún es pronto para describir como un fracaso el regreso de la compañía liderada por Pat Gelsinger al mercado de las tarjetas gráficas dedicadas, pero, aun así, parece razonable concluir que no le está yendo tan bien como cabía esperar en un principio. Es evidente que era muy poco probable que lograse colocar en las tiendas una solución gráfica capaz de competir con lo mejor que tienen actualmente NVIDIA y AMD, pero tenemos motivos para prever que a medio plazo su objetivo es competir de tú a tú con estas empresas en el ámbito de las tarjetas gráficas para equipos de sobremesa.
Intel ha aprendido una lección, y asegura que la pondrá en práctica
Tom Petersen, que es un reputado ingeniero de Intel que trabajó en las filas de NVIDIA durante casi una década y media, ha confirmado a Hardwareluxx que su equipo ha aprendido una lección muy valiosa durante la puesta a punto y el lanzamiento de los procesadores gráficos Arc Xe (Alchemist) que le permitirá afrontar con más garantías el de las GPU Arc Xe2 (Battlemage). Su calendario actual refleja que su próxima generación de procesadores gráficos llegará en 2024, así que cabe la posibilidad de que en menos de doce meses algunas de estas GPU ya estén listas.
La próxima familia de procesadores gráficos de Intel tendrá solo dos variantes: Xe2 LPG y Xe2 HPG
De las palabras de Petersen se desprende que los responsables de la división de Intel que se encarga del diseño de los procesadores gráficos consideran que fue un error diversificar tanto la microarquitectura de la primera hornada de GPU Arc. Su propósito era adaptar las características de estos procesadores gráficos a las máquinas con las que iban a convivir, como los ordenadores portátiles, los equipos de sobremesa o las estaciones de trabajo, pero esta diversificación, al parecer, introdujo una complejidad en las fases de análisis y validación que podían haberse ahorrado.
Según Petersen están utilizando una estrategia diferente durante el desarrollo de las GPU Arc Xe2 (Battlemage), y consiste, sencillamente, en segmentar menos su microarquitectura. De alguna forma esta filosofía equivale a abarcar menos con el propósito de refinar más lo que tienes entre manos. Parece razonable. Sea como sea la próxima familia de procesadores gráficos de Intel tendrá solo dos variantes y no cuatro, que es lo que habían previsto inicialmente con la familia Arc Xe: Xe2 LPG y Xe2 HPG. Esto será todo.
Después de Battlemage (Xe2) llegarán Celestial (Xe3) y Druid (Xe Next Architecture), y presumiblemente estas dos últimas iteraciones de GPU también se beneficiarán de todo lo que Intel está aprendiendo mientras recorre este camino. Confiemos en que esta nueva estrategia permita a esta marca entregar a los usuarios un producto más competitivo y con unos controladores a la altura. De una cosa podemos estar seguros: para los consumidores sería una gran noticia que Intel consiga competir de tú a tú en este segmento de mercado con NVIDIA y AMD. No va a tenerlo fácil, pero una mayor competencia siempre nos favorece a nosotros, los usuarios.
Vía: Hardwareluxx
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