Comencemos Tomando como referencia un disco duro con interfaz SATA III, que tiene tasas de transferencia teóricas de hasta 600MBps. Sin perder esa cifra de vista, científicos de la Universidad de York acaban de dar con una tecnología que permite transferir hasta 200GBps (Más de 300 veces la velocidad del SATA III) sobre discos duros con hasta 10 veces más capacidad que los actuales.
El secreto detrás de esta nueva tecnología es nada menos que un nuevo sistema de grabación por pulsos de calor.
Hasta ahora, las unidades de almacenamiento magnéticas se leían y escribían mediante campos magnéticos. El equipo de York ha descubierto que la aplicación de pulsos ultracortos de calor (con ayuda de un láser) cambia la orientación magnética norte-sur de parejas de nanopartículas magnéticas.
Sucesivos pulsos de calor cambian la orientación de norte-sur a sur-norte, lo que puede traducirse perfectamente a ceros y unos y utilizarse como sistema de almacenamiento.
El equipo de científicos, entre los que se cuentan también varios españoles, asegura que el método es más eficiente desde el punto de vista energético. Es más, incluso podría desarrollarse un método para que aprovechase el calor emitido por otros componentes de un dispositivo.
El descubrimiento ha sido publicado en la prestigiosa revista Nature. Ahora sólo falta que empiece a ser adaptado para aplicaciones comerciales.
Vía | Gizmag
Más información | Universidad de York
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