La escasez de chips de memoria NAND y DRAM está teniendo consecuencias para los fabricantes de ordenadores y otros dispositivos. Una de las empresas afectadas es Lenovo, que en su último informe de resultados ha comunicado pérdidas por 72 millones de dólares comparado con el mismo periodo del pasado año.
Uno de los motivos de esta situación es, según la compañía, el aumento del precio de algunos componentes provocado por la escasez de chips de memoria que afecta a la industria. Como consecuencia, la firma china ha advertido de posibles subidas en el precio de sus productos para así proteger sus márgenes de beneficios.
Hasta hace poco Lenovo era líder de venta de ordenadores, pero perdió su puesto ante HP a principios del pasado mes de junio, según datos de IDC. Ahora la compañía comunica su primer trimestre de pérdidas desde hace casi dos años.
La principal culpable, según Lenovo, es la escasez de ciertos componentes, concretamente chips de memoria. Para paliar esta situación, Lenovo no descarta subir precios de sus productos, así como centrarse en líneas con más margen de beneficio. Pero no son los únicos afectados. ¿Qué ha provocado esta situación?
Las causas de la escasez de chips...
La sequía de chips de memoria era un hecho del que los analistas ya venían advirtiendo desde mayo de 2016, pero no fue hasta finales del mismo año cuando se empezaron a notar los efectos con el aumento del precio de los discos SSD.
El principal causante de esta situación sería el aumento de la demanda de dispositivos con almacenamiento, desde teléfonos móviles, pasando por dispositivos del Internet de las Cosas, inteligencia artificial y hasta conducción autónoma. La escasez afecta tanto a las memorias DRAM como a las NAND, pero especialmente a estas últimas, ya que la demanda de almacenamiento rápido y eficiente es todavía mayor.
Precisamente esta necesidad de crear chips cada vez más pequeños y eficientes sería otra de las causas de esta carencia. La migración de líneas de producción al nuevo sistema 3D NAND habría generado cuellos de botella en las líneas de producción de los fabricantes, retrasando pedidos y empeorando la situación.
...y sus consecuencias
Las predicciones se cumplieron y, a principios de este año, Samsung, principal fabricante de chips de memoria, admitía a Reuters que su inventario de DRAM se había reducido significativamente con respecto al mismo periodo del año anterior.
Toshiba también admitía tener problemas para satisfacer la demanda de chips NAND y advertía que la escasez se extendería durante todo 2017. Además, según All About Circuits, la compañía japonesa también está entre las causas de esta situación. Siendo la segunda empresa más grande dedicada a la fabricación de este tipo de chips, los problemas financieros habrían impactado negativamente en su producción. De hecho, su división de semiconductores está a la venta desde principios de año.
Hay otro actor jugando un papel clave en esta situación, y no es otro que Apple. Se estima que la compañía de Cupertino compra el 18% del suministro anual de chips NAND, principalmente para el iPhone que suele llegar en la segunda mitad del año. Como la demanda de Apple provoca que el inventario de memorias se restrinja, otros fabricantes suelen hacer inventario a principios de año. Sin embargo, la sequía viene desde finales de 2016, por lo que esta jugada no les ha servido de mucho. Se estima que el impacto del iPhone 8 en el suministro de chips NAND está siendo todavía mayor que en periodos anteriores.
Una de las empresas afectadas por la elevada demanda proveniente de Apple fue Nintendo, que se enfrentó a la escasez de algunos componentes necesarios para fabricar la Nintendo Switch, principalmente la pantalla LCD y las memorias NAND. Algunos analistas indicaron que los fabricantes de smartphones hacen pedidos mucho más grandes que Nintendo, provocando que los fabricantes de chips den prioridad a quien apuesta más fuerte, en este caso Apple.
Otra de las consecuencias que genera esta situación es, como decíamos, el aumento de los precios en componentes como discos SSD, pero también se presentan otros problemas para los fabricantes. Según explican otros analistas, hay compañías que están pagando cuotas adicionales para poder conseguir contratos a largo plazo y no quedarse fuera. También hay empresas adelantando sus pedidos como por ejemplo LG, que tras conocerse la escasez decidieron adelantar estas decisiones un trimestre. Por supuesto, los grandes beneficiados son los fabricantes de estos chips que pueden elegir qué fabricar, a quién vender y, sobre todo, a qué precio.
Durante la conferencia de presentación de resultados, Gianfranco Lanci, COO de Lenovo, apuntaba que "el precio de la mayoría de componentes se está estabilizando, excepto las memorias... y el precio seguirá subiendo al menos hasta final de año". Los analistas coinciden en que no esperan ver una mejoría hasta 2018.
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