Anunciada en 2019, la especificación PCIe 5.0 ya nos adelantaba prestaciones asombrosas para los SSD del futuro. Ese futuro ha llegado, y ya se empiezan a ver las primeras unidades que aprovechan dicho estándar.
Fabricantes como Gigabyte han lanzado sus primeros modelos de unidades SSD M.2 PCIEe 5.0, y atentos, porque estamos ante modelos que dejan mordiendo el polvo a todo lo que habíamos visto hasta ahora. Lo hacen, esos sí, con dos inconvenientes. El primero, que se calientan bastante. El segundo, que el precio sube tanto como el rendimiento.
Ya vimos algún primer intento como el de Samsung a la hora de ofrecer unidades de almacenamiento que sacaran todo el jugo a esta especificación, pero ahora comienzan a llegar unidades SSD en formato M.2.
Las nuevas placas base para los chips Intel Core de 12ª generación (Alder Lake) contaban ya con este tipo de soporte, pero es ahora cuando al fin podemos acceder a algunos modelos de unidades SSD con interfaz PCIe 5.0.
Uno de los primeros en llegar ha sido el Gigabyte Aorus Gen5 10000, una unidad que como se indica en esa denominación es capaz de alcanzar los 10.000 MB/s de transferencia, una cifra realmente asombrosa que de hecho es algo más modesta: se rumoreaba que estas unidades llegarían a velocidades de lectura de 14.000 MB/s.
En esta unidad destaca la presencia del controlador Phison E26 que según Tom's Hardware será aprovechado por otras marcas en las unidades que aparezcan en los próximos meses, pero no veremos ese chip. Lo que sí veremos, y es algo a lo que tendremos que empezar a acostumbrarnos, es el enorme disipador que acompaña a estas unidades.
En la unidad de Gigabyte ese disipador permite hacer frente a las temperaturas que generan esas velocidades de transferencia en la unidad, algo que ya se preveía hace meses. Hay al menos otra alternativa, la Inland TD510 que va más allá en materia de refrigeración: hace uso de un ventilador —que puede generar ruido— además del disipador, y también promete hasta 10.000 MB/s de transferencia.
Estas unidades no solo generan calor de forma notable: también son sensiblemente más caras que sus alternativas con el estándar PCIe 4.0. La unidad de Inland con capacidad de 2 TB es más asequible y cuesta 350 dólares, pero la cosa se pone seria en el caso de la unidad de Gigabyte, que en su versión de 2 TB tiene un precio actual notable: nosotros la hemos encontrado en Computer Universe, una tienda alemana que muestra que su precio es de 405,71 euros.
Es posible encontrar unidades de Samsung o Crucial con esa capacidad e interfaz PCIe 4.0 por unos 200 euros, por ejempo, aunque en ellas el rendimiento es también sensiblemente menor: en la Samsung 980 Pro se llega por ejemplo a los 7.000 MB/s, una cifra muy notable que desde luego parece salir a cuenta si no necesitamos esas prestaciones extras de la unidad de Gigabyte.
Es probable que la unidad de Gigabyte acabe bajando de precio de forma notable en las próximas semanas, pero también lo es que aún así su coste sea superior al de unidades con la misma capacidad basadas en el estándar PCIe 4.0.
Teniendo en cuenta esa desventaja y la presencia del disipador, ¿valdrá la pena la inversión para ganar aún más en esas transferencias? Eso, como siempre, lo decidirán los usuarios.
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