Las unidades de estado sólido han revolucionado el segmento del almacenamiento, y se han convertido por derecho propio en una de las mejores formas de revitalizar cualquier PC o portátil. Su evolución es constante, y ahora aparece una nueva tecnología que promete muchas ventajas y, eso sí, una desventaja notable.
Esa tecnología no es otra que PLC (Penta Layer Cell), un desarrollo de Intel y Toshiba que permitirá almacenar 5 bits en cada celda NAND individual, un logro técnico notable que hará que contemos con unidades SSD de más capacidad y más baratas que nunca, aunque perderemos en un apartado: la velocidad de las transferencias.
Del SLC al PLC y tiro porque me toca
Este tipo de unidades de almacenamiento se han convertido en la alternativa clara a los discos duros tradicionales si uno buscaba tasas de transferencias mucho más altas, y su coste se ha ido reduciendo de forma notable en los últimos años.
Aún así el coste por gigabyte sigue siendo más ventajoso en discos duros convencionales, pero tecnologías como PLC plantean un futuro en el que tengamos SSD de gran capacidad a precios mucho más competitivos con respecto a los de esos discos duros.
Eso se debe a esa integración de 5 bits por celda NAND que hará que esas futuras unidades vayan un poco más allá en esa singular densidad de almacenamiento. Todo empezó con las unidades SLC (Singla Layer Cell) de un bit por celda, y a ellas les siguieron las MLC (Multi Layer Cell, que a pesar de ese nombre almacenan 2 bits por celda) o las TLC (Triple Layer Cell) que se convirtieron en especialmente populares entre fabricantes de unidades SSD.
En los últimos tiempos hemos visto un avance más con la tecnología QLC (Quadruple Layer Cell) que hemos visto en modelos como la Samsung 860 QVO o la Intel 660P. Estas unidades ofrecen capacidades similares a las de competidoras TLC o MLC, pero con precios más asequibles comparativamente.
Baja el precio, pero también el rendimiento
Con PLC se espera que esa evolución hacia mayores capacidades y precios más competitivos progrese, pero lo hará con una desventaja que ya habíamos visto en QLC: el rendimiento se degrada sensiblemente cuando la caché de estas unidades se agota y necesitamos escribir directamente sobre esas celda.
Como explican en Ars Technica, la tabla con los rendimientos que se logran en diversas unidades de Samsung lo deja claro: aunque la velocidad de transferencia secuencial en caché es idéntica en esos modelos, la cosa cambia cuando esa caché deja de estar disponible: al escribir directamente sobre las unidades las tasas de transferencia bajan de forma notable.
No se conocen los datos correspondientes a unidades PLC porque por el momento no hay ninguna presentada, pero la evolución parece evidente. La orientación de estas unidades podría ser por tanto distinta, siendo recomendables para sistemas como NAS o unidades para centros de datos en lugar de unidades para usuarios finales que busquen máximos rendimientos, pero es sin duda una evolución interesante de estas unidades.
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