Si hay un reto para esta nueva generación de consolas ese es - en mi opinión - el de conseguir poner el suficiente valor sobre la mesa para que las tengamos siempre encendidas con el televisor, que sean quienes realmente gobiernen la experiencia de entretenimiento en el salón y no el cacharro que lucha por hacerse un sitio en casa y que nos cuesta encender.
Este es un reto asequible si somos "hardcore gamers" pero no tanto en los hogares donde hay perfiles diferentes, desde jugadores casuales a no jugadores, pasando por niños y aquellos que siendo usuarios intensivos de videojuegos también buscan una experiencia de primera alrededor de los contenidos. Y esto último es lo que la generación actual de consolas no ha logrado y lo que Microsoft con Xbox One parece haber buscado como uno de las grandes prioridades.
Interfaz y contenidos; contenidos e interfaz
Llevamos años hablando de Xbox como caballo de troya para los contenidos en el salón. Microsoft ha tenido esa visión plasmada en diversos proyectos, sólo que la ejecución ha dejado mucho que desear, no puedes postularte como intermediario entre usuario y el audiovisual si para poder llegar a ver un canal online o un servicio por suscripción se tarda minuto y medio a través de doce pasos.
En la presentación ayer de la Xbox One quedó plasmado que en Microsoft también tienen esa lectura y si en algo hicieron énfasis es en lo "instantáneo" que ahora resultará cambiar entre la tele, las aplicaciones y el juego. La apuesta por la voz y los gestos se ha redoblado con la nueva versión de Kinect, ahora inseparable de la consola y que cobra protagonismo. Sobre ella echaría un vistazo al vídeo que tiene Wired:
Un detalle no menor es el planteamiento de que Xbox estará "siempre escuchando" presta a encenderse en cuanto le demos el comando de voz apropiado, lo que refuerza su intento de no quedar en segundo plano.
El caso es que una cosa es encender rápido para ponerte a jugar y otra desplazar el interfaz de nuestra tele o set-top box, sobre todo cuando la complejidad de fuentes de contenido puede ser alta (tele convencional, tele de pago, servicios over the top tipo Filmin, Total Channel o Wuaki, vídeo descargado en la red local o en disco externo...)
Lo que Microsoft pone sobre la mesa tiene a priori dos debilidades. Una es que parece muy ágil a la hora de cambiar de tipología de contenido, pero otra cosa es navegar entre la maraña de opciones dentro de uno de ellos (los canales de la tele, el catálogo de Netflix); la otra es que profundizar y perfeccionar la experiencia con ellos requiere muchas veces desarrollos y acuerdos locales, lo que supone que para muchos países como España o los de Latinoamérica al final no recibamos una propuesta de valor similar a la que se ve en las presentaciones ni en tiempo ni en forma.
Las apuestas de Redmond en este caso pasan por varias funcionalidades: integrar una guía de televisión para seleccionar canales y favoritos, funciones de PVR / videograbador personal a lo Tivo, entrada HDMI para que la señal del sistema de tele de pago pase por ella y nos la pueda ofrecer integrada o la renovación de un proyecto prometedor como Smartglass. ¿Suficiente? De entrada suena complicado y para lo último será necesario un dispositivo aparte que será de pago y estará de salida sólo en Estados Unidos.
Xbox One, mejorando mucho lo presente ¿conquistando el futuro?
Lo visto en la presentación apunta a que Xbox One mejora en mucho lo que tenemos actualmente en el salón de casa, y no sólo me refiero a ofrecer más potencia, mejores gráficos, integración con la nube... todo eso lo dábamos por supuesto. Además de todo ello necesitaban poner sobre la mesa la capacidad de multitarea rápida y eficaz, el no tener que esperar minutos cada vez que enchufas la consola por actualizaciones y el llegar a las opciones de forma instantánea.
En la presentación todo suele ser más bonito que en la realidad, pero aún dándole el beneficio de la duda a Microsoft - esperemos que en el E3 podamos catar el dispositivo - hay muchas dudas sobre la experiencia con el contenido que tendremos el día uno tras comprar la consola.
¿Smart tv o no smart tv? Yo sigo buscando esa experiencia en la que la integración entre dispositivo y contenidos sea total, algo con un interfaz como el Kinect de One pero que me permita decirle "quiero ver el episodio de Juego de Tronos por el que voy siguiendo la serie" y sea capaz de servir lo que necesito.
Puede ser que eso sea pedir demasiado para el estado de la tecnología actual. En todo caso mi lectura es que los fabricantes han pasado los últimos años por una exitosa etapa en la que han conquistado a nuevos tipos de jugadores - entre ellos los "casual" pero no sólo - con la Wii como pionera y luego Kinect para Xbox y Move de Sony, pero eso no es suficiente si quieren seguir siendo relevantes en un sector en el que las propias televisiones, el PC y los dispositivos móviles empiezan a apretarles.
¿Ofrece Xbox One lo necesario para estar siempre encendida con el televisor? Todavía no lo tengo claro, aunque sí que ahora miro a mi actual Xbox con otros ojos mientras espero ver los vídeos gameplay del nuevo Forza Motorsport. Después de todo, eso sí que estoy bastante convencido de que lo van a hacer bien, las consolas servían para ello ¿no?
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