Hoy se ha publicado la que es posiblemente la investigación académica más importante del mundo cripto hasta la fecha. Un estudio que repasa los orígenes del Bitcoin y deja clara una de sus principales conclusiones: la descentralización del Bitcoin era más una filosofía que algo real. Al menos durante sus primeros años.
A través del New York Times conocemos este estudio liderado por Alyssa Blackburn, científica de datos de la Universidad Rice. Durante años, la investigadora y otro grupo de científicos de seis universidades de todo el mundo, han estado recopilando y analizando las cadenas de bloques de Bitcoin, hasta llegar a las primeras transacciones en enero de 2009.
Un pacto de caballeros. Según el estudio, los primeros años del Bitcoin pudieron mantenerse gracias a que un pequeño grupo decidió no atacar la red cuando fácilmente podrían haberlo hecho. Ese grupo de propietarios anónimos de alguna manera colaboró para no interferir, pese a que "se cree que el anonimato reduce la cooperación en general", según describe el documento.
Durante esos años, se ha encontrado que un grupo de 64 agentes minaron la mayoría del Bitcoin. Un número muy inferior a lo que se pensaba anteriormente, donde se calculaba que el peso de la red recaía sobre al menos unas mil personas. Estas 64 partes actuaron en el mejor interés del Bitcoin, pese a que técnicamente no se conocían.
En esa época, los ataques del 51% eran muy fáciles de realizar. Si hay menos mineros, hay más posibilidades de que un pequeño grupo se alíe para intentar dominar la red. En los primeros años, se calcula que un grupo de unas cinco personas tenían poder suficiente para lograrlo. Es lo que se denomina como "ataques del 51%".
Según describe el estudio, en octubre de 2010, hubo cinco periodos de seis horas durante los cuales un minero, uno de los primeros en usar una GPU para minar, podría haber llevado a cabo él solo este ataque. "Sorprendentemente, encontramos que los atacantes potenciales siempre optaron por cooperar en su lugar", concluyen.
El grupo de 64 agentes que durante dos años gobernó el Bitcoin. Desde enero de 2009, cuando Satoshi Nakamoto lanzó el Bitcoin hasta el 9 de febrero de 2011, cuando el precio alcanzó un dólar, la red estuvo en manos de 64 agentes, representados en el mapa de este artículo. El supuesto anonimato no es tanto, ya que ha sido posible encontrar la dirección y el tamaño de sus carteras. El estudio concluye que si ellos han podido seguir el rastro hasta ahí, organizaciones como la NSA estadounidense bien podría tener desde hace tiempo esa información.
Su identidad no ha sido comprometida. Los investigadores explican que no han identificado los nombres de ninguno de los 64 mineros, pero advierten que si alguien lo hiciera, la privacidad de muchos usuarios se vería comprometida ya que "sería fácil identificar rutas de transacción cortas que vinculan cualquier dirección de destino".
Pero es "fácil" identificar rutas. El estudio explica que el 99% de las direcciones de Bitcoin hasta 2017, se pueden seguir con un máximo de seis transacciones desde uno de estos 64 agentes iniciales. Seis grados de separación respecto a estos 64 agentes que muestran la falta de descentralización del Bitcoin durante sus primeros años.
Los investigadores lanzan un aviso: si una agencia gubernamental determina la identidad de estos 64 agentes, podrían eliminar el anonimato de casi cualquier dirección de Bitcoin rastreando como máxima seis transacciones.
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