La Guardia Civil detiene a una banda en España que blanqueó 9 millones de euros a través de las criptodivisas

Ocho personas en un locutorio en Madrid se dedicaban a blanquear dinero para organizaciones criminales, y era allí también donde habían instalado dos cajeros automáticos de criptomonedas que permitía comprar o vender monedas virtuales como bitcoin.

En realidad esas máquinas servían para esas operaciones con las que esta banda blanqueó 9 millones de euros en apenas 3 meses gracias a los movimientos de criptodivisas. La Guardia Civil ha colaborado con Europol para lograr detener a los integrantes de una banda que trabajaba para organizaciones criminales asentadas en Colombia que había extendido sus redes a Barcelona, Málaga y Madrid.

Hasta 9 millones blanqueados en tan solo 3 meses

La llamada operación "Kampuzo" de la Guardia Civil ha logrado desarticular esta banda y con ella se ha detenido a 8 personas, además de tener a otras 8 bajo investigación. Hay 9 personas jurídicas implicadas en la trama de blanqueo de capitales procedentes "principalmente del narcotráfico y pertenencia a organización criminal".

En dicha operación se han intervenido dos cajeros automáticos de criptomonedas, y también se han intervenido 4 "cold wallets" ("billeteras frías") y otros 20 monederos en los que se han identificado esos movimientos por valor de 9 millones de euros.

La Guardia Civil también ha intervenido 11 vehículos y 16.800 euros que se encontraban ocultos en un fondo oculto de un mueble en las instalaciones desde las que operaba la banda. La operación es similar a otra que se llevó a cabo el pasado verano en la que se detuvo a 23 personas por los mismos delitos.

Para blanquear ese dinero se recolectaban grandes cantidades de dinero en efectivo por parte de los "correos", y esas cantidades se ingresaban en diversas cuentas y se movían entre distintos fondos para dificultar su trazabilidad. Las transferencias hacían uso de mercados de criptodivisas (exchanges) que permitían convertir el dinero en criptodivisas que acababan en monederos o wallets controlados por las organizaciones criminales.

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