El 31 de octubre Anne-Elisabeth Falkevik Hagen, esposa del empresario noruego Tom Hagen, desaparecía sin dejar rastro. El caso se ha mantenido en secreto hasta ahora, cuando se ha sabido qeu tras dos meses no hay apenas pistas sobre el caso, aunque hay una petición de rescate singular.
Lo es porque los secuestradores no han dado prueba de vida de la víctima, pero sobre todo porque piden casi 9 millones de euros en forma de la criptodivisa Monero, una moneda virtual que destaca por su fuerte protección del anonimato y la privacidad. No en vano se ha convertido en referente para quienes realizan ataques de malware (por ejemplo mediante técnicas de criptojacking) y ransomware.
Los secuestradores protegen su anonimato con pagos en criptodivisas
Fuentes cercanas a la investigación policial revelan que se encontró una nota escrita en la casa de los Hagen en la que se exigía el pago de 85,9 millones de coronas noruegas, unos 8,8 millones de euros, pero con una forma de pago muy especial: debería realizarse una transferencia en la criptodivisa Monero, que se diferencia de otras por su foco absoluto en la privacidad y el anonimato.
Tom Hagen es un multimillonario noruego con una fortuna valorada en 174 millones de euros. Su esposa, de 68 años, fue aparentemente secuestrada en una casa de Lørenskog, al noreste de Oslo. La policía había mantenido el caso en secreto por exigencia de los teóricos secuestradores, pero han decidido hacerlo público para tratar de encontrar nuevas pistas.
Monero, la criptodivisa no rastreable
Aunque Monero tiene similitudes con otras criptodivisas como bitcoin, su gran ventaja está en el hecho de que las transacciones en línea no son rastreables y se protege el anonimato y la privacidad de los usuarios.
El diseño de Monero hace que esta criptodivisa cuente con características inherentes que evitan conocer qué sumas se transfieren y a quién: todas esas transacciones quedan cifradas y son imposibles de rastrear, lo que ha hecho que se convierta en protagonista en peticiones de dinero para casos de ransomware.
No solo eso: las aplicaciones de criptojacking que minan critpodivisas en nuestros móviles o nuestros ordenadores sin que nos enteremos suelen hacerlo en esta criptodivisa precisamente para evitar que esas operaciones se puedan rastrear.
Hubo casos muy famosos como el de The Pirate Bay o el de Showtime, y pronto se activó la alarma ante una práctica que trata de explotar los recursos de nuestros ordenadores con esos "mineros" trabajando en segundo plano incluso cuando cerramos el navegador.
A mediados de 2018 se estimaba que se habían minado 108 millones de dólares usando malware, lo que provocó nuevos esfuerzos por parte de desarrolladores de extensiones y de los propios navegadores, alguno de los cuales —como Firefox, Opera o Chrome— han ayudado a mitigar el problema, pero hay además diversas extensiones para estos navegadores que ayudan a evitar que el malware entre en acción, y no está de más pasar una breve prueba (desarrollada por Opera) a nuestro navegador para ver si está expuesto.
Más información | VG (noruego)
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com
VER 12 Comentarios