Parecía una película de Pixar. La mensajería tradicional ya no era (tan) necesaria, y en lugar de chicos en motos o furgonetas los que te entregarían los paquetes en casa serían drones. Drones volando en armonía por todos lados.
Ese era el sueño de Amazon, pero no parece que las cosas estén yendo bien. Es lo que al menos ocurre en Reino Unido, donde le proyecto de Amazon Prime Air tiene un futuro complicado. Allí se han producido más de 100 despidos y los empleados hablan de cómo el proyecto estaba "colapsando internamente" y era "disfuncional".
Mitos y realidades de un proyecto que no acaba de despegar
Hace cinco años Amazon hablaba de cómo empezaban las pruebas de envío de paquetes en el Reino Unido mediante drones. La cosa parecía tener buena pinta y Amazon no paraba de innovar. Incluso creaba un curioso sistema de autodestrucción para evitar que si un drone se caía dañase a la población civil.
Sin embargo de un tiempo a esta parte las noticias sobre el revolucionario mensaje de envío de paquetes se han ido dispersando. Supimos hace dos años que Amazon había desarrollado una nueva versión del drone mensajero de la empresa que se fortalecía también en sus sistemas de inteligencia artificial, pero desde entonces el proyecto apenas ha parecido avanzar.
En conversaciones mantenidas con Wired UK, algunos empleados anónimos han confirmado que Amazon ha despedido a más de 100 de los miembros de la plantilla del proyecto de Amazon Prime Air allí, pero además "docenas" de puestos han sido trasladados a otros proyectos.
El proyecto comenzó a entrar en una fase peligrosa a finales de 2019, cuando las rotaciones de empleados y directivos se hicieron frecuentes. El estrés —un empleado contaba cómo tuvo tres jefes distintos en un mes— y el caos parecieron apoderarse de un proyecto que trataba de solucionar los problemas con las amenazas en el aire (los pájaros) y el reconocimiento de las superficies en tierra.
A ese problema se sumaba el de unos drones que cada vez eran más pesados (cerca de 27 kg) y que tenían que aterrizar (o quedarse muy cerca del suelo) para depositar el paquete, algo que complicaba mucho las cosas frente a lo de mantenerse a cierta altura y simplemente "soltar" los paquetes.
Los problemas técnicos y de gestión —con unos directivos "desconectados de la realidad", según esos empleados entrevistados— han hecho que el proyecto haya sido calificado como "disfuncional". Para esos empleados el sueño de la mensajería a través de drones "nunca despegará".
Vía | Wired UK
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