Creo que a nadie se le escapa la multitud de aplicaciones prácticas que están demostrando saber hacer los drones, pero su autonomía no es precisamente la mejor de sus características. Intentar jugar con un sistema ‘híbrido’ de movimiento puede conseguir que los trayectos sean más eficientes energéticamente.
Los chicos del Massachusetts Institute of Technology son los que están jugando con la idea, construyendo una serie de drones autónomos que pueden circular por un escenario, por tierra firme y por aire.
Lo dicho, volar consume mucha más energía que moverse por el suelo, ya que hay que levantar el peso y luchar contra el viento. Si no es necesario tener que estar volando todo el tiempo, y podemos aprovechar las carreteras, por qué no hacerlo.
Lo que os enseñamos en el siguiente vídeo es un sistema funcional a escala pequeña, en el que los pequeños drones tienen ruedas para moverse de forma autónoma como si de coches se tratara.
Pasar de un modo a otro se hará mediante un algoritmo basado en inteligencia artificial, que tiene en cuenta si el trayecto es posible vía suelo, o si energéticamente es rentable hacerlo al nivel de los pájaros.
Suena muy lejano el momento en el que montones de vehículos autónomos circulen a nuestro alrededor, por tierra, mar y aire, pero alguien tiene que estar poniendo los cimientos a todo este futuro tráfico.
Por ahora están lidiando con ocho vehículos en una mini ciudad, con sus aparcamientos, carriles, edificios, y dos zonas bien diferenciadas que solo son accesibles volando.
Más información | MIT
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