El Mar Menor está viendo una "explosión” en su población de medusas. La culpable: la medusa huevo frito

  • Cotylorhiza tuberculata es conocida por su aspecto

  • Las éfiras de esta especie se han comenzado a propagarse por la albufera

Medusa Cotylorhiza Tuberculata
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Llega el verano y con él pronto llegarán a las playas las medusas. Un incordio para los bañistas pero una pieza fundamental de los ecosistemas marino. En el Mar Menor millones de ejemplares jóvenes han comenzado a “nacer”.

Por millones. El Mar Menor está viviendo una explosión en su población de medusas según explicaba la prensa local. El diario La Opinión de Murcia citaba el nuevo informe del Servicio de Pesca y Acuicultura del Gobierno de la región.

El informe habla de “multitud de éfiras” de la llamada medusa huevo frito (Cotylorhiza tuberculata) detectadas en una serie de puntos de muestreo en la albufera murciana. Las éfiras son ejemplares jóvenes de algunos tipos de medusa, una fase en la que estas medusas ya se han desprendido del pólipo y por tanto se desplazan por el agua pero anterior a la madurez.

El equipo responsable observó que en seis de los siete puntos de muestreo el conteo de ejemplares rondaba entre los 50 y los 500 ejemplares, mientras que en el restante el número era aún mayor, alcanzando el millar. Hablan por tanto  de millones de ejemplares surgidos de la actual estrobilación (el proceso de reproducción que da lugar a la aparición de las éfiras).

Cotylorhiza tuberculata. La medusa huevo frito debe su nombre a su aspecto: su umbrela, la parte de la medusa con forma de cúpula (o de paraguas, de ahí el nombre) tiene el aspecto de un huevo frito, tanto por el color como por la forma, con la “yema” más abovedada que la parte exterior. Eso sí, un “huevo” de unos 40 centímetros de diámetro.

Su veneno no es particularmente tóxico para el ser humano pero sí puede causarnos irritación y dolor como suele ser habitual en el caso de las picaduras de medusa. Las medusas del género Cotylorhiza pertenecen a su vez a la clase de los escifozoos (Scyphozoa). Es precisamente este grupo taxonómico en que se caracteriza por utilizar la estrobilación como proceso de reproducción.

Otro aspecto singular de la C. tuberculata es su forma de alimentarse. Además de consumir pequeños animales como plancton, peces u otras medusas, este “huevo frito” también se alimenta aprovechando una curiosa simbiosis con las microalgas que ejercen como zooxantelas. Estas algas realizan la fotosíntesis, gracias a lo que pueden aportar algunos nutrientes a la medusa y esta hace lo propio aportando cobijo y otros nutrientes a las algas.

Niveles bajos de zooplancton. En la alimentación de estas medusas está otra de las claves del informe del  Servicio de Pesca y Acuicultura del Gobierno de Murcia, explican desde el diario local. Y es que la cantidad zooplancton es baja en el Mar menor. Esto implica que es probable que estas éfiras bien tarden más de lo habitual en pasar a la vida adulta, bien acaben pereciendo antes de lograrlo.

Una noticia mejor de lo que parece. Las medusas pueden resultar un incordio para los bañistas pero también son un importante biomarcador que nos da pistas sobre el estado del mar. Por ejemplo, la proliferación de avistamientos de estos animales en algunos puntos se ha asociado al cambio climático o, más concretamente, al aumento de la temperatura del agua en los océanos.

Dentro de las medusas, se espera que C. tuberculata sea, además, una de las más resistentes al cambio climático. Esta especie es capaz de sobrevivir en condiciones hostiles en cuanto a temperatura y acidez, incluso en los escenarios climáticos pesimistas planteados para finales de siglo.

Por otra parte, según explicaba el año pasado la Consejería murciana de Medio ambiente, la llegada de estas medusas al Mar Menor es indicador de una mayor transparencia del agua. El Mar Menor se ha visto en los últimos años amenazado por los contaminantes que se acumulaban, poniendo en serio riesgo el ecosistema de esta conocida albufera. En este sentido, la presencia de las éfiras es una buena noticia, pero habrá que esperar a ver su tránsito a la edad adulta antes de cantar victoria.

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Imagen | Holger Krisp, CC BY 3.0

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