Cada noche los murciélagos encaran una batalla de ingenios evolutivos con sus presas. Estos mamíferos cuentan con un “sonar” natural que les permite volar sin depender de su vista, pero los insectos que busca no se quedan cortos en herramientas.
Un ejemplo de ello es el escarabajo tigre.
Camuflaje sónico. Desde hace varias décadas sabemos que los escarabajos tigre (Cicindelinae) son capaces de emitir un sonido agudo y que estos tienden a hacerlo como respuesta a la presencia de murciélagos, uno de sus principales depredadores. Ahora un equipo de investigadores cree saber por qué lo hacen: camuflarse.
Los escarabajos estarían, según la hipótesis postulada por el equipo, imitando el sonido de otro insecto, un tipo de polillas. Un tipo de polilla que los murciélagos tienden a excluir de su dieta.
Escarabajos tigre. Los escarabajos tigre conforman una familia taxonómica, la de los cicindelinos (Cicindelinae). Como suele ser el caso entre los coleópteros, esta es una gran familia, con unas 3.000 especies conocidas agrupadas en distintos géneros.
Se trata de la única familia de escarabajos cuyos miembros emiten este tipo de ultrasonidos algo más frecuente entre las polillas. Aproximadamente una de cada cinco especies de polilla son capaces de generar ultrasonidos.
En el laboratorio. Para poner a prueba su hipótesis, el equipo primero analizó si, efectivamente, los escarabajos emitían su sonido en respuesta a la presencia de sus depredadores. Comprobaron que este era el caso con grabaciones de los sonidos emitidos por el sistema de ecolocalización de estos mamíferos.
Al oír el sonido “de ataque” de los murciélagos, los ejemplares de siete de las 20 especies analizadas por el equipo movían sus alas de tal manera que generaban un sonido de respuesta. Para los humanos este movimiento causaría un mero zumbido, pero sus frecuencias altas sí serían captadas por los murciélagos.
Descartando hipótesis. Ahora bien, la cuestión de por qué emitían esos sonidos en respuesta al ataque de los murciélagos no era evidente. Emitir un sonido perceptible a tus depredadores en cuanto detectas su presencia no parece una buena idea a priori, así que debía de haber algún motivo detrás de esta estrategia.
Una posibilidad es que la utilizaran para interferir en el sistema de ecolocalización de los murciélagos. El equipo descartó esto ya que la frecuencia era demasiado “simple” para ello.
Aposematismo sonoro. Quizás se tratara de una estrategia de aposemitismo o, por concretar, de aposematismo sonoro. El aposemitismo consiste en el envío de una señal de peligro a los depredadores. Generalmente esta consiste en colores brillantes y llamativos que indican que un animal es venenoso. Estas señales podrían resultar también contraintuitivas ya que hacen al animal más vistoso, pero se trata de enviar un mensaje, un “no os acerquéis”.
Muchas polillas generan químicos que son tóxico o cuanto menos nocivos para los murciélagos. Los escarabajos podrían estar utilizando señales sonoras en un contexto en el que las visuales no tienen mucho sentido. Pero estos escarabajos no son tóxicos ni nocivos según comprobó el equipo.
Pero el aposemitismo tiene truco. Existen numerosas especies que no son nocivas pero gracias a su coloración llamativa pasan por serlo. Estos escarabajos estarían haciendo algo parecido: haciéndose pasar sonoramente por polillas tóxicas engañarían a los murciélagos para no consumirlos.
Carera armamentística evolutiva. Aunque sean pocos los insectos capaces de responder a los sonidos de los murciélagos son más los que pueden detectarlos. Especialmente entre las polillas.
Tanto así que polillas y murciélagos llevan milenios inmiscuidos en una carrera armamentística, con los murciélagos cambiando la frecuencia de su ecolocalización y las polillas ampliando sus rangos de auidición
Imagen | Muhammad Mahdi Karim / Todd Cravens
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