Copérnico levantó la mano en mitad de la gran fiesta renacentista europea y nos robó aquello de ser el centro del universo. Darwin hizo lo mismo en plena revolución científica y nos quitó el protagonismo de la historia natural. Durante décadas, perdidos y desubicados, los humanos nos contentamos con ser al menos la única especie animal que tenía lenguaje.
Eso era lo verdaderamente nuestro, decían los eruditos. Pues bien, parece que tampoco.
Y lo hemos confirmado de la forma más rara posible: revisando videos antiguos. Axel G. Ekström y un equipo de especialistas europeos en lenguaje y psicología comparativa revisaron minuciosamente una serie de grabaciones históricas de chimpancés que habían logrado decir "mamá".
En concreto, hablamos de dos grabaciones muy famosas: la de Johny que fue realizada de forma casera en el Suncoast Primate Sanctuary de Florida en 2007 y la de Renata que salió en un breve documental de Universal Studios realizado en Italia en 1962.
Analizando a los chimpancés. Rápidamente, los investigadores se dieron cuenta de que los vídeos tenían mucho en común. Los dos chimpancés parecen reproducir las palabras a indicaciones de sus cuidadores lo que sugiere que pudieron aprender a hablar tras un proceso de imitación y refuerzos.
Por otro lado, el análisis fonético permitió confirmar que efectivamente los chimpancés eran capces de producir la estructura silábica necesaria para decir la palabra "mamá" (y, en especial, los contrastes fonéticos consonante-vocal que requieren una coordinación importante entre la voz y la boca).
Resolviendo una cuestión histórica. Porque el consenso generalizado ha sido que las limitaciones de los chimpancés se debían a la fisiología de la garganta, al control articulatorio o a diferencias de índole fisio-neurológica. En lo que se conoce como "hipótesis Kuypers-Jürgens", los etólogos creían que el infradesarrollo neuronal del lenguaje en primates venía de la incapacidad para controlar el aparato fonador.
No había pruebas, pero tampoco hizo falta. De hecho, durante décadas se asumió ampliamente que "el aprendizaje de la producción vocal surgió de nuevo en el linaje humano después de que se separara de los grandes simios no humanos actuales".
Pero este trabajo destroza esa idea. Sus conclusiones, a falta de datos de laboratorio, ponen en evidencia que "los chimpancés pueden recrear fonemas humanos" y, eso significa, que "se han subestimado las capacidades de producción vocal de los grandes simios".
¿Qué significa todo esto? Sobre todo, significa que tenemos que investigar más. Primero fue porque nadie pensaba seriamente que eso fuera algo que estudiar, después porque los grandes simios están especialmente protegidos... pero sea como sea, históricamente, la investigación del lenguaje en estos animales ha estado muy limitada.
Y no debería ser así: es la mejor forma de entender el lenguaje humano, de entendernos a nosotros mismos.
Imagen | Mr. Theklan
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