La evolución a veces resulta un tanto desconcertante. Por ejemplo, podríamos pensar si nos dicen que hemos encontrado el fósil de un enorme delfín que vivió en un lago peruano hace 16 millones de años, su pariente vivo más cercano debería ser el el delfín del Amazonas.
Pues no es el caso. El pariente más cercano del Pebanista yacuruna, que es como han denominado a esta nueva especie, no está río abajo sino a 10.000 kilómetros de distancia, al otro lado del océano Pacífico, en el sudeste asiático.
Es una de las conclusiones del estudio que ha realizado un equipo responsable del hallazgo y catálogo de esta especie a partir de sus restos fósiles: una calavera de unos 70 centímetros. Calavera que fue hallada en 2018 en el río Napo, en Perú.
Según las estimaciones del equipo a partir del tamaño de esta calavera, el delfín habría medido aproximadamente 3,5 metros de longitud. Esto lo convertiría en el mayor delfín de río jamás conocido. Puesto que solo contamos con una calavera, el nivel de incertidumbre sobre esta estimación es algo.
La calavera muestra el hocico alargado propio de los delfines de río o platanistoideos (Platanistoidea). Hoy en día existen dos géneros de delfín de río (además de un tercero probablemente extinto). El género Platanista es el que habita el en sudeste asiático, mientras que los del género Inia viven en la cuenca del Amazonas.
La estructura ósea del cráneo de estos animales es clave en su vida ya que de ella depende su ecolocalización, el “sónar” que los facilita desenvolverse bajo el agua. Este sentido es más importante en los delfines de río ya que la visibilidad en las aguas fluviales, a menudo más turbias, es escasa.
A partir de este cráneo el equipo pudo ir más allá. Gracias a las cuencas oculares del animal. Estas fueron clave a la hora de asociar a este ejemplar con sus “primos” asiáticos antes que con sus “vecinos” del Amazonas. Los detalles del análisis fueron publicados recientemente en un artículo en la revista Science Advances.
Del mar al río
Los platanistoideos habitaban los océanos hace entre 24 y 16 millones de años, explican los responsables del estudio. Fue desde ahí que comenzaron a adentrarse en distintas cuencas fluviales en distintos continentes.
El ejemplar de Pebanista vivió hace precisamente unos 16 millones de años en la cuenca alta del Amazonas. O lo que en aquella era la cuenca de este río, la cual difería mucho de la que conocemos hoy en día.
“Hace 16 millones de años la Amazonía peruana era muy distinta de como es ahora,” señalaba en una nota de prensa Aldo Benites-Palomino, coautor del estudio. “Buena parte del llano del Amazonas estaba cubierto por un gran sistema de lagos y pantanos llamado Pebas.”
La nueva especie habría estado entre las primeras en adentrarse en este complejo sistema fluvial. Ahí habría estado a salvo de depredadores. Esta insularidad podría haber sido en parte responsable del tamaño de P. yacuruna.
Ahora de esta especie lo único que queda son fósiles. Que nos conste, tan solo una calavera, catalogada como MUSM 4017. Calavera que fue depositada en el Museo de Historia Natural de Lima.
El nombre Pebanista yacuruna, por cierto, hace referencia a dos cosas. El nombre del género se debe a la formación de Pebas, en Perú, lugar donde fue hallado el fósil. El segundo nombre que distingue a la especie, yacuruna, la palabra en idioma Kichua que hace referencia a un ser mitológico que en Perú habita los ríos.
En Xataka | La última misión de los delfines militares: salvar de la extinción a la vaquita marina
Imagen | Jaime Bran
Ver 1 comentarios