La industria europea de los residuos lleva años mintiéndonos: en 2018 todo saltó por los aires y aún no nos hemos recuperado

Las soluciones de verdad son demasiado complejas (y caras) para implementarlas. Seguimos estancados en la negación

Claudio Schwarz 0oadd28wm0o Unsplash
4 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

"Cada año producimos 2.000 millones de toneladas. Están por todas partes, pero como es algo asqueroso, no pensamos en ello". Con estas palabras, empezaba Oliver Franklin-Wallis una reciente entrevista en El País.

Y Franklin-Wallis, un reconocido periodista de investigación , sabe de lo que habla. Acaba de publicar con Capitán Swing una radiografía de la crisis mundial de residuos en la que estamos sumergidos.

Una enorme crisis de residuos. Desde que, en 2018, China decidiera dejar de ser el vertedero de los países desarrollados, el mundo empezó a entrar en una profundísima crisis de la que no acabamos de salir. Y no, no es una forma de hablar: como explicaba Franklin-Wallis, los sistemas actuales "solo reciclan el 12% de los desechos del mundo".

El resto sencillamente se envía a algún país (el 95% de los plásticos europeos y el 70% de los norteamericanos terminaba en China antes de 2018) y se almacena en grandes vertederos.

Y no era exactamente un secreto. Como explicaba Cheryl Katz hace años en Wired, los países desarrollados que tenían sistemas de reciclado desde hace muchos años, aprovecharon las facilidades que les daban países como China para "democratizar" el reciclaje, sí; pero también para desmantelar la industria de gestión de residuos.

Y es verdad que "la industria [internacional] de los residuos ha sido un negocio opaco a propósito": pero lo que lo ha mantenido oculto ha sido la colaboración cómplice de gobiernos, empresas de gestión y medios de comunicación.

El fin de los basureros baratos conlleva muchas cosas. Sobre todo, porque (como decíamos hace cinco años) las soluciones estructurales son demasiado complejas de implementar. Complejas y caras. La mera idea de ponerse a gestionar recursos a nivel local conllevaba (por la estructura de costos actual) hacer quebrar el sistema.

Eso ha llevado durante los últimos años a la búsqueda de países que quisieran nuestra basura. Millones de toneladas de basura se ha redirigido hacia el Golfo de Guinea y, sobre todo, hacia el Sudeste asiático buscando "nuevos vertederos". Nada ha cambiado. Al menos, no lo suficiente.

Imagen | Claudio Schwarz

En Xataka | Se busca alguien que quiera ser el vertedero del mundo: la crisis global del reciclaje no muestra signos de recuperación

Inicio