"Cada año producimos 2.000 millones de toneladas. Están por todas partes, pero como es algo asqueroso, no pensamos en ello". Con estas palabras, empezaba Oliver Franklin-Wallis una reciente entrevista en El País.
Y Franklin-Wallis, un reconocido periodista de investigación , sabe de lo que habla. Acaba de publicar con Capitán Swing una radiografía de la crisis mundial de residuos en la que estamos sumergidos.
Una enorme crisis de residuos. Desde que, en 2018, China decidiera dejar de ser el vertedero de los países desarrollados, el mundo empezó a entrar en una profundísima crisis de la que no acabamos de salir. Y no, no es una forma de hablar: como explicaba Franklin-Wallis, los sistemas actuales "solo reciclan el 12% de los desechos del mundo".
El resto sencillamente se envía a algún país (el 95% de los plásticos europeos y el 70% de los norteamericanos terminaba en China antes de 2018) y se almacena en grandes vertederos.
Y no era exactamente un secreto. Como explicaba Cheryl Katz hace años en Wired, los países desarrollados que tenían sistemas de reciclado desde hace muchos años, aprovecharon las facilidades que les daban países como China para "democratizar" el reciclaje, sí; pero también para desmantelar la industria de gestión de residuos.
Y es verdad que "la industria [internacional] de los residuos ha sido un negocio opaco a propósito": pero lo que lo ha mantenido oculto ha sido la colaboración cómplice de gobiernos, empresas de gestión y medios de comunicación.
El fin de los basureros baratos conlleva muchas cosas. Sobre todo, porque (como decíamos hace cinco años) las soluciones estructurales son demasiado complejas de implementar. Complejas y caras. La mera idea de ponerse a gestionar recursos a nivel local conllevaba (por la estructura de costos actual) hacer quebrar el sistema.
Eso ha llevado durante los últimos años a la búsqueda de países que quisieran nuestra basura. Millones de toneladas de basura se ha redirigido hacia el Golfo de Guinea y, sobre todo, hacia el Sudeste asiático buscando "nuevos vertederos". Nada ha cambiado. Al menos, no lo suficiente.
Imagen | Claudio Schwarz
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cuspide
Y aunque me caigan piedras, lo que va a pasar con el coche eléctrico es lo mismo. Por muy ecológico que nos lo vendan, y por mucho que las baterías sean reciclables (cosa que no dudo), los costes de reciclaje son altísimos y, si no es rentable reciclar, se termina por no reciclar. Para muestra, un botón, buen artículo.
Cuando hubo el escándalo por emisiones "Diéselgate", nos dimos cuenta del pastel de la ecología. Nunca nos cuentan toda la verdad y me da rabia que se demonicen ciertos sectores y, peor aún, que se glorifiquen y se nos vendan como "perfectas" ciertas soluciones que ocultan problemas derivados o, directamentem los ignoran.
Justo ayer leía que el plástico reciclado tenía un coste bastante superior al plástico "nuevo". También, que por cada producto que compramos pagamos una parte del reciclaje del mismo (aunque no sea directamente, pero repercutido por la empresa que paga ya esas tasas). Me temo que cuando la bola se haga aún mayor y veamos que realmente vivimos en una burbuja de tirarlo todo por el retrete de algún país africano, los costes del reciclaje algún día subirán por las nubes, y por cuanto más complejo sea el producto, aún más caro y peor. Me viene a la cabeza ese capítulo de Los Simpson cuando dicen "el que llena el cubo de la basura lo tira", y Homer hasta grapando el plátano para que no se caiga. Me veo que nuestra clase política es exactamente igual, nos dicen que mientras separemos la basura en 3 cubos de colores, todo irá requetebién.
Muñeco Repollo
Se tiene que acabar el
"Usar y tirar"
Antiguamente un producto de calidad era el que, además de hacer correctamente aquello para lo que estaba fabricado, duraba más que uno de menor calidad.
Antiguamente la mayoría de los envases eran o biodegradables o retornables
Antiguamente la mayoría de los aparatos merecía la pena repararlos porque no estaban inflados los costes de reparación respecto a los costes de adquisición
Igual no podemos mejorar de forma inmediata la gestión de los residuos, pero mejorando los tres puntos anteriores sí podemos reducirlos considerablemente
yuri_primero
El 95% de los plásticos europeos. ¿Separando la basura para que solo sirva el 5%?
Claro que podemos sentirnos moralmente superiores por hacerlo. Esto es lo realmente importante en el siglo XXI
ciclistantisistema
Y a seguir consumiendo y consumiendo...sin parar...de lo contrario el sistema económico colapsa...
frkwot5
Y es por esto por lo que arden las plantas de reciclaje, da igual lo que reciclen siempre cuando están llenas las naves se queman, como si reciclan piedras terminan ardiendo, porque no veas el plástico como arde, y el caucho de neumáticos...dios ni un bosque de pinos arde como arden las plantas de reciclaje
Sporty
Siempre "soluciones" a muy corto plazo
sci.fi.addict
Si el problema es reciclar los plásticos hasta que sean aptos para volver a consumirlos en la industria alimentaria, mal vamos porque los estándares de salud de esa industria son muy altos de ahí los costes.
La solución es usar los plásticos de la basura en algo que apenas necesite algún tratamiento, no entiendo mucho de química, pero así a lo pronto se me ocurre usarlo para asfaltar carreteras, o ladrillos para viviendas. Las dos cosas con alta demanda en nuestra sociedad.