El avance tecnológico de las agencias espaciales sirve para que cada vez conozcamos mejor qué pasa más allá de nuestra estratosfera, pero también sirve para conocer mejor lo que acontece dentro del globo terráqueo y no sólo hablando de su potencia fotográfica. Ejemplo de ello es la nueva herramienta que ha desarrollado la ESA para conectar el campo magnético terrestre con los movimientos migratorios de las aves.
Una herramienta que ha sido posible desarrollar gracias a la misión Swarm, que consiste en una pequeña constelación de satélites centrada en estudiar el campo magnético y que lleva en marcha desde 2013. Según los investigadores, con ello puede observarse el posible efecto de una tormenta solar sobre el movimiento migratorio de las especies afectadas, así como aportar información en el mecanismo de orientación.
Una brújula natural que intentamos conocer mejor
Hace un tiempo vimos los movimientos migratorios de las aves durante un año como si fuesen un óleo sobre el globo terráqueo, hablando de 150 especies concretas (y combinando más de 8.000 rastros recogidos durante más de 10 años). La particularidad en esta ocasión es que se han centrado en el vínculo de estos movimientos con el campo magnético terrestre en relación a la excelente orientación que muestran estas especies.
De hecho, no hace mucho nos hacíamos eco de una investigación en relación a qué es lo que permite esa función en las aves a nivel fisiológico, hablándose del criptocromo 4 (CRY4), una proteína con propiedades magnéticas que podrían actuar como "brújulas" en este sentido.
Sea por el mecanismo fisiológico que sea, el caso es que estas especies migratorias parecen guiarse de algún modo por las líneas del campo magnético terrestre, el cual a su vez también seguimos conociendo (con misiones como ésta, Swarm). Y lo que han desarrollado es una herramienta para computar la fuerza y dirección del campo magnético a lo largo de los movimientos migratorios.
Se trata de un trabajo realizado por un equipo de científicos de datos de la Universidad Sant Andrews (Escocia) e investigadores de la Universidad de Ontario Oeste (Canadá) y el British Geological. Para ello han tirado de los datos de Swarm y de la información de Movebank, una base de datos gratuita de millones de localizaciones de animales migratorios (aves y mamíferos).
Uno de los hallazgos que reflejan en el estudio es qué ocurre durante una tormenta geomagnética (solar), que como vimos van más allá de volver locos a los aparatos. En este caso lo muestran en un mapa de movimientos del ganso careto (Anser albifrons), en el que se comparan las trayectorias normales y las que se vieron modificadas por una tormenta solar en 2017 (aunque advierten que es un ejemplo aislado que no se debe generalizar, sólo tener en cuenta en futuros estudios).
Según concluyen, esta herramienta será útil para que los ecólogos, biólogos y otros profesionales sean capaces de conocer los datos geomagnéticos a tiempo real dada una localización en función del tiempo de un animal. La esperanza es que pueda ser una ayuda en estudios de las migraciones en función del campo magnético con muchas especies y que se vaya conociendo mejor este mecanismo de brújula natural de las especies migratorias, que como comentábamos en el artículo aún no se conoce del todo.