No es una rata, ni un topo, ni una musaraña. “Es nuestro ornitorrinco, parece que está hecho de trozos de otros animales y se nos está yendo a una velocidad pasmosa”, decía el biólogo Jorge González Esteban en el reportaje de El País que me puso tras la pista del desmán ibérico. Y no le falta razón: hablamos de un mamífero con trompa y patas palmeadas tan poco conocido que está al borde mismo de la extinción.
Y solo vive en la península ibérica.
¿Cómo que existe un "ornitorrinco español"? Como digo, el nombre es "desmán ibérico" (Galemys pyrenaicus) y se trata de un pequeño mamífero insectívoro de costumbres semiacuáticas. Según parece, se trata de toda una quimera: la parte trasera guardan un gran parecido con las ratas, las delanteras son idénticas a las de un topo y el hocico recuerdo a una musaraña. Eso sí, con una trompa muy curiosa.
¿Por qué está en peligro de extinción? La explicación es trágicamente sencilla: el desmán ibérico está desapareciendo porque necesita aguas de buena calidad. De hecho, la historia de su declive es la historia de cómo hemos ido destruyendo el medio natural: según Esther Sánchez, "ha perdido el 70% de su área de distribución desde 1990". En Cataluña no quedan más de 1000 ejemplares.
Puede parecer extraño, pero no lo es tanto. Sobre todo, si tenemos en cuenta que su distribución mundial se reduce a la mitad norte de la Península, desde el norte de Portugal y el sistema central a los dos vertientes de los Pirineos. Es decir, a unas zonas fuertemente afectadas por la contaminación, el uso inadecuado del agua, las barreras físicas construidas por el hombre y, en último término, el cambio climático.
En concreto, se encuentra “en peligro de extinción” en todo el Sistema Central, y en una situación muy vulnerable para el resto de las poblaciones. El problema es que, como digo, la situación no deja de empeorar.
Una reliquia de la naturaleza... No deja de ser curioso que el único animal emparentado con el desmán ibérico sea el conocido como desmán ruso. Y es curioso no sólo porque nos habla de la despoblación que han sufrido estos dos países históricamente, sino porque su historia natural dibuja un pasado en el que estaban presentes en toda Europa.
...muy poco conocida. Y es que esta es otra de las cuestiones interesantes: lo desconocido que es. En España sabemos mucho de animales extintos, al borde de la extinción o en peligro: desde el lince al urugallo pasando por el bucardo o el esturión. Sin embargo, del desmán no se suele oír hablar.
Y, en parto, eso se debe a que es un bicho extremadamente discreto, esquivo y de comportamientos nocturnos. Es casi un fantasma.
Un gran indicador de cómo cuidamos nuestros ríos. Esa es una de las cosas que hemos aprendido: que son un indicador excepcional de "la calidad de las aguas de los ríos a largo plazo" y de "la buena calidad de las riberas de los ríos", explicaba el investigador Pere Aymerich en la Vanguardia.
Al final, el desmán “requiere ríos pocos alterados, que conserven su estado natural, no puede soportar las modificaciones sustanciales de los ríos”. Nuestra incapacidad para gestionar correctamente los ecosistemas de los que dependemos dejan secuelas profundas y el fin del desmán es un gran ejemplo.
Es decir, que el hecho de que se acerque cada vez más a su extinción solo significa que estamos suspendiendo en todo lo que desde hace años nos comprometimos a hacer.
Imagen | Salix / David Perez - Guérin Nicolas
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