Durante la última semana de abril Iberdrola vertió 46 hm³ del agua total acumulada en los embalses que administra en Cáceres (Extremadura). Esa cifra equivale a 46.000 millones de litros, y sí, no cabe duda de que es mucha agua, especialmente en el contexto de sequía en el que nos encontramos. De hecho, este número tan abultado ha provocado que algunos medios de comunicación se hayan puesto a la defensiva y no hayan dejado escapar la oportunidad de criticar con dureza la decisión que ha tomado esta empresa eléctrica.
Los medios tenemos la responsabilidad de seguir de cerca la actividad de las compañías de energía con el propósito de denunciar cualquier comportamiento anómalo o decisión que pueda comprometer los intereses de los ciudadanos. Sin embargo, es crucial que todas las críticas que emitimos tengan unos fundamentos sólidos. De no ser así cualquier paso en falso podría ser utilizado por las energéticas en el futuro para defenderse y desacreditar las acusaciones que reciben. Incluso las que presumiblemente están bien fundadas.
La salud de los embalses cacereños es buena en el contexto actual de sequía
Los 46.000 millones de litros de los que he hablado en las primeras líneas de este artículo impactan, pero por sí sola esta cifra nos entrega muy poca información. Ponerla en contexto requiere conocer cuánta agua tiene embalsada Iberdrola en Extremadura, y también cuál es la capacidad total de los embalses que mantiene esta comunidad autónoma. En el interesantísimo y bien atado hilo que ha publicado en Twitter, Eloy Sanz, que es doctor en ingeniería química y profesor de ingeniería energética en la Universidad Rey Juan Carlos, nos propone las claves que merece la pena que no pasemos por alto.
Los 46 hm³ desembalsados representan el 0,6% del total acumulado en Extremadura y el 1,2% del agua embalsada por Iberdrola
Actualmente los embalses extremeños acumulan 7.368 hm³ de agua, y aproximadamente la mitad de ese recurso está siendo administrado por Iberdrola. Eloy nos entrega la cifra exacta: 3.745 hm³. Estas dos cifras nos dan la información de contexto que necesitamos para identificar que, en realidad, los 46 hm³ desembalsados representan el 0,6% del total acumulado en Extremadura y el 1,2% del agua embalsada gestionada por esta compañía eléctrica. Es evidente que aunque inicialmente esos 46.000 millones de litros parecen una cifra abultada no lo es en el contexto del total de agua embalsada. Asegurar que se están vaciando esos embalses cuando menos es exagerar.
Además, la generación de electricidad en las centrales hidroeléctricas españolas está siendo muy comedida durante las últimas semanas, y no podemos pasar por alto que, como indica Eloy, con frecuencia estas instalaciones bombean hacia arriba y precipitan el agua, dando lugar a un ciclo que no conlleva una pérdida neta. En cualquier caso, el ingrediente fundamental de esta receta, y lo que a menudo se pasa por alto, es el caudal mínimo que debe tener el río Tajo. Según la Confederación Hidrográfica esta cifra asciende a 10 m³/s (que equivalen a 6 hm³ semanales).
Este es el caudal que según los expertos es necesario preservar para proteger la vida de los peces que pueblan el río Tajo y la vegetación de su ribera. De hecho, esta es la razón por la que se conoce como caudal ecológico. El caudal histórico mínimo de este río en su último tramo antes de entrar en Portugal es 53 m³/s, y su caudal medio en los meses más secos del año es 84 m³/s. Como nos recuerda Eloy, estas cifras equivalen a 32 y 50 hm³ semanales, lo que, de nuevo, nos ayuda a poner en contexto los 46 hm³ desembalsados por Iberdrola. Sostener el cauce de los ríos es fundamental, y los embalses juegan un rol primordial en este cometido.
Imagen de portada: DEb 109
Más información: Eloy Sanz | Embalses.net | Confederación Hidrográfica del Tajo
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