Hace un año Musk hizo un anuncio singular: creó un concurso de 100 millones de dólares cuyo objetivo era muy importante: lograr capturar las emisiones de dióxido de carbono y con ello plantear una solución que mitigue de forma notable este problema.
El llamado XPRIZE Carbon Removal lleva desde entonces recibiendo ideas de todo tipo de las que elegirá 15 a las que incentivar con un premio de 1 millón de dólares. Los candidatos siguen llegando, y de hecho el próximo mes de febrero se abre una nueva fase de inscripción. Hasta 2025 no conoceremos al proyecto ganador.
Mucho trabajo por delante, pero con incentivos jugosos
El reto ha hecho que diversos equipos de investigación acudan a soluciones y tecnologías de todo tipo para lograr el objetivo. En agosto se pudo ver el trabajo de nueve de los equipos más destacados, que acudieron a técnicas como la alcalinización del océano, la agricultura de algas, producción de biochar (carbón vegetal o biocarbono) o el uso de materiales de construcción "negativos en carbono" como opciones.
Un buen ejemplo es el proyecto del Team Atmoo liderado por la científica brasileña Beatriz Castelar: su idea es la de crear granjas de algas: una de 30 hectáreas que se plante en el mar puede capturar 1.000 toneladas anuales de CO2, y tras crecer las algas se recogen, se deshidratan, se extraen sus proteinas y se transforman en bioplásticos.
Otro proyecto singular es el del llamado Team Aquarius, liderado por Anthony Tatum. Esta iniciativa hace uso de reactores de pirólisis lenta —las refinerías de basura ya se perfilaban hace tiempo como alternativa en este campo— para procesar residuos de biomasa agrícolas, forestales y municipales. Tatum asegura que su actual reactor es capaz de capturar 20.000 toneladas de CO2 al año, y esperan crear muchos más.
Las ideas son desde luego variopintas en un reto que ha avanzado entre los jóvenes: 195 equipos se presentaron para el reto destinado a estudiantes. En noviembre se repartieron 5 millones de dólares entre los 23 equipos con las propuestas que se juzgaron más notables.
Quedan por tanto 95 millones de dólares por repartir. 15 de ellos se concederán próximamente, ya que como decíamos se impulsarán los proyectos más prometedores inscritos hasta ahora con 1 millón de dólares cada uno.
Los otros 80 se repartirán cuando el reto finalice en 2025. Será entonces cuando el jurado de este reto elija al proyecto ganador, al que se le concederá un premio de 50 millones de dólares. Otros tres proyectos destacados se repartirán los 30 millones restantes.
El próximo 25 de febrero se abre un nuevo periodo de inscripción para todo tipo de equipos de investigación —incluso si está formado por estudiantes—, y de hecho se ha creado una especie de incubadora para estos proyectos llamada AirMiners Launchpad. Este organismo se encarga de orientar a quienes quieren tratar de solucionar este reto con una formación de seis semanas, y es otra ayuda que trata de reforzar estos proyectos.
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