¿Cómo será el ser humano dentro de 1 000 años? ¿Y de 100 000? Es difícil saberlo, pero puede que seamos algo distintos a como somos ahora: la evolución es lenta, pero inexorable.
Eso es desde luego lo que apunta un nuevo estudio de varios investigadores que revela algo curioso: cada vez más seres humanos tienen una arteria extra en el brazo.
Tener una arteria mediana puede tener ventajas, pero también inconvenientes
Se llama arteria satélite del nervio mediano (o "arteria mediana") y es una variante anatómica ocasional que suele formarse durante las primeras semanas de vida del feto.
Dicha arteria aparece en el centro del brazo y se encarga de llevar la sangre a las manos a medida que éstas van creciendo, pero normalmente suele sufrir una regresión a las ocho semanas.
Es entonces cuando lo normal es que deje de desarrollarse y sean las otras dos arterias (ulnar y radial, siendo esta última la que usamos por ejemplo para detectar el pulso) las que se encarguen de esa función.
Ahora un grupo de investigadores ha descubierto algo curioso: esa arteria extra que suele desaparecer pronto cada vez aparece con más frecuencia en seres humanos.
Teghan Lucas, experto en Anatomía, explicaba cómo "la prevalencia era de alrededor de un 10% en la gente que nació a mediados de la década de 1880, que se compara con el 30% en los que han nacido a finales del siglo XX, y eso supone un incremento significativo en un periodo de tiempo realmente corto si hablamos de la evolución".
Tras analizar 80 miembros de cadáveres donados por descendientes de personas en Australia y Europa, estos anatomistas descubrieron que la presencia de la arteria era cada vez más frecuente. "Este incremento podría ser el resultado de la mutación de genes involucrados en el desarrollo de la arteria mediana o por problemas de salud en las madres durante el embarazo".
Tener esa arteria extra podría dar lugar a dedos con más destreza o antebrazos más fuertes, pero también es cierto que la presencia de esta arteria en adultos plantea mayor riesgo de sufrir el síndrome del túnel carpiano.
Según estos investigadores, "si esta tendencia continúa, la mayoría de la gente tendrá la arteria mediana del antebrazo para el año 2100". No es una diferencia evolutiva enorme, pero desde luego demuestra que los seres humanos seguimos evolucionando. Y si no lo hacemos solos, el transhumanismo tratará de que lo hagamos con elementos externos como ese curioso tercer pulgar que alguien ideó en 2019.
Imagen | Engin Akyurt
Vía | Science Alert
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