A medida que crece el acceso a Internet y la sociedad avanza hacia la transformación digital, las compañías tecnológicas y los gobiernos buscan mejorar y ampliar la conectividad para impulsar el desarrollo tecnológico en diferentes áreas. Un elemento clave para esta expansión es la fibra óptica, y ahora está escaseando, aunque la dificultad para conseguirla es mayor para unos que para otros.
Según Financial Times, este problema está directamente relacionado con la falta de algunos elementos críticos para fabricación de los cables de fibra óptica, como el helio y el tetracloruro de silicio. Ante este escenario, cuando alguno de estos elementos se consigue, lo hace a un precio mucho más elevado que el normal, por lo que el precio final del producto se eleva, dejándolo al alcance de los actores con mayor músculo económico.
De la escasez de chips a la de fibra óptica
Las cadenas de suministro están viviendo tiempos complejos. Apenas estamos saliendo de la escasez de chips, que se ha traducido en la dificultad para comprar algunos dispositivos como ordenadores, coches y consolas de videojuegos, que ya estamos vislumbrado una nueva problemática en el horizonte, esta vez una que puede afectar las infraestructuras de comunicaciones más modernas, como la expansión de las redes 5G.
En la actualidad, la fibra óptica está presente en casi todas partes. No solo en los hogares con conexión a Internet de alta velocidad, sino en centros de datos, nodos de telecomunicaciones y los cables submarinos intercontinentales, por mencionar algunos ejemplos. Esta tecnología es muy utilizada porque permite transmisión de datos a larga distancia, ofrece gran ancho de banda y es inmune a las interferencias electromagnéticas.
Según Cru Group, una firma de análisis de mercado citada por Financial Times, el helio, que es un componente clave para la fabricación de los filamentos de vidrio que forman parte de los cables de fibra óptica, ha aumentado un 135% en los últimos dos años debido a interrupciones de producción en plantas ubicadas en Estados Unidos y en Rusia. El tetracloruro de silicio, otro elemento clave, ha aumentado hasta en un 50%.
No obstante, de acuerdo a Wendell Weeks, director ejecutivo del mayor productor de cables de fibra óptica del mundo, Corning, esta situación está impactando con mayor fuerza en algunas regiones del mundo. Europa, China e India son las más afectadas, mientras que en Estados Unidos los precios han sufrido menos incrementos.
Pero hay más. El contexto de escasez no desaparece. Ahora, según explica el periódico estadounidense, las compañías han empezado a priorizar pedidos. Así, los clientes más importantes, es decir, las grandes tecnológicas, son las primeras en recibir este elemento crucial para su desarrollo. Los clientes más pequeños, por su parte, padecen demoras de semanas a casi un año para recibir sus pedidos.
Esta combinación de factores, según Cru Group, podría hacer que muchos proyectos de expansión de infraestructura de comunicaciones se retrasen e incluso no pueda cumplir con sus objetivos, algo que "podría tener un impacto en la conectividad global".
Imágenes | Patrick Turner (Unsplash)
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