Quizás no se acuerden, pero 'Así es como gana dinero...' era una serie de artículos de Xataka que publicamos entre 2018 y 2019. En ellos desgranábamos los modelos de negocio de cada gran empresa tecnológica a partir de sus informes financieros. Cuáles son sus divisiones, cuánto les hace ganar cada una, qué les da dinero y qué no.
Una de las empresas que no cubrimos en aquel serial fue NVIDIA, quien posiblemente merecía entonces aparecer ahí y definitivamente merece ahora su propia historia. Y aquí la hemos traído, recién consolidada como el gran fenómeno tecnológico de 2024.
Los frutos de lo sembrado durante décadas
Para este artículo nos hemos basado, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, en los resultados financieros de NVIDIA en el año 2024.
Suena raro para el profano en finanzas corporativas, pero la explicación es sencilla: el año fiscal de una empresa no necesariamente coincide con el año natural. Muchas empresas, como esta, eligen un año fiscal diferente por razones contables, financieras o de negocio. El 2024 de NVIDIA ya ha terminado, pues comprende del 1 de febrero de 2023 al 31 de enero de 2024.
Dicho eso, vamos con las cifras.
NVIDIA ha tenido un 2024 espectacular. Ha facturado algo más de 60.000 millones de dólares, más del doble que en 2023. Por poner la cifra en contexto, en 2020 apenas superó los 10.000 millones.
Pero si una gráfica transmite la magnitud del negocio de la NVIDIA actual es la de su beneficio, que roza los 30.000 millones y por tanto el 50% de su facturación. Y sobre todo, es un beneficio que ha crecido a un ritmo muy superior al de los ingresos. Es decir: no solo es que cada vez facture más dinero, es que gana mucho más.
¿Cómo ha llegado hasta aquí?
La historia larga nos dice que lleva décadas construyendo el escenario actual. Simplemente el auge de la IA generativa ha hecho que llegara el momento de quien estaba preparado para ello. No se trata de dos o tres años especialmente prolíficos, sino que son el resultado del trabajo acumulado de décadas.
NVIDIA empezó a invertir en IA y en aprendizaje profundo mucho antes de que estas tecnologías alcanzaran la popularidad que tienen hoy. Esta visión anticipada les hizo ir preparando hardware y software optimizados para las altísimas demandas computacionales que usan los algoritmos de IA.
Y de ahí llegaron sus productos estrella: GPUs de alto rendimiento extremadamente eficientes en la ejecución de las tareas que entrenan e infieren modelos de IA. Las GeForce, Quadro o Tesla que se rebautizaron a A100, H100 y compañía se han convertido en el estándar de la industria para el procesamiento de gráficos y la computación de alto rendimiento (HPC).
Además, NVIDIA ha desarrollado arquitecturas específicas, como CUDA, que permiten a los desarrolladores usar GPUs para el procesamiento paralelo en aplicaciones de IA, facilitando el trabajo con grandes cantidades de datos y algoritmos complejos de aprendizaje automático.
Todos estos enfoques le han servido para ofrecer no solo hardware muy avanzado, sino un ecosistema que cubre las necesidades de los desarrolladores, quienes pueden crear sus aplicaciones de IA sobre la arquitectura que ofrece NVIDIA.
Y además, le han servido para quedarse prácticamente sola. Por supuesto que tiene competidores como AMD con sus Radeon, y en mucha menor medida, Intel tratando de recuperar el terreno perdido, una Graphcore que está lejos de las expectativas de hace unos años o, en distintos entornos, Apple Silicon o Google con sus TPUs. Pero ninguna se compara con la envergadura de esta NVIDIA, aunque la sombra de Groq se va acercando... y la de OpenAI.
Su catálogo actual incluye GPUs que se dedican tanto al gaming como a los centros de datos, las tareas de IA, el aprendizaje automático y los coches autónomos. Además, NVIDIA también genera ingresos por la venta de software y licencias.
El modelo de negocio, sobre todo el corporativo, es similar al modelo del 'cebo y anzuelo': la empresa vende sus GPU y luego sigue facturando con la venta de software y licencias para el usos de esas GPU. Ese modelo tiene otros ejemplos como las impresoras y la tinta.
Estas son las cuatro divisiones de NVIDIA:
- Centros de Datos: suministra hardware y software para acelerar aplicaciones de IA, aprendizaje profundo y computación de alto rendimiento en entornos de nube y servidores.
- Gaming: desarrolla GPUs y tecnologías para la experiencia de juegos en PCs, consolas y dispositivos móviles.
- Visualización Profesional: ofrece soluciones gráficas para profesionales, como estaciones de trabajo o renderizado y simulación; en sectores como diseño, arquitectura o creación de contenidos digitales.
- Automóvil: proporciona plataformas de hardware y software para la industria automotriz, enfocándose en conducción autónoma, sistemas de navegación o infoentretenimiento en el coche.
Así se reparten el pastel de los ingresos:
Este reparto no fue siempre así. De hecho, solía ser muy distinto: es la materialización del avance de NVIDIA en la división de centros de datos. No hace tanto, la división Gaming era la que lideraba las ventas de la empresa.
Es el gráfico que mejor resume la historia. Lo que era NVIDIA y lo que es ahora, el que ha sido su gran motor para reposicionarse en la industria: ya no es una tecnológica importante, ha escalado posiciones y ya tiene una capitalización de mercado superior a la de Amazon, Meta o Alphabet, que se dice pronto.
Un enorme salto, especialmente en los últimos dieciocho meses, que ha cambiado a NVIDIA y a toda una industria. Definitivamente, ya no es la empresa que apuntalaba su tesorería vendiendo tarjetas gráficas para gamers.
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Imagen destacada | NVIDIA, Vecteezy, Xataka
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