Los años ’10 fueron los del auge de las plataformas sociales basadas en vídeo, las criptomonedas, los eSports… o el veganismo, una elección nutricional en auge que va ligada a un estilo de vida combativo, que trasciende a los fogones. En esa década nació también Heura, que el mes pasado cumplió cuatro años, y cuyo CEO y fundador, Marc Coloma, define como “una misión social convertida en empresa, no al revés”. Heura es una de las empresas que fabrica carne vegetal y cuya sede central está en Barcelona, a pocos pasos de la Sagrada Familia.
Efectivamente, el propio Marc tiene una larga trayectoria como activista en defensa de la ecología y los derechos de los animales entre otras causas. Y un día decidió hacerse empresario. “Un día sentí que para hacer obsoletos ciertos problemas medioambientales que representaba la ganadería, la mejor solución era hacerlo a través de la tecnología”, explica en conversación con Xataka. Dicho y hecho: Foods for Tomorrow, la empresa que está detrás de la marca Heura, se unió así al camino marcado por Beyond Meat, Impossible Foods y otras compañías dedicadas a la carne vegetal. Y no quiere conformarse con convertirse en alguien importante en España: sus miras están mucho más altas.
Nos encanta la carne, pero…
“Nos encanta la carne, pero tiene un impacto en el que todo el mundo pierde”, dice Marc. Ese, el de la sostenibilidad y la eficiencia, es de hecho uno de los dos grandes ejes del veganismo, junto al de la ética de la industria animal. “Esa idea de cómo crear carne directamente desde los vegetales, de forma que todo el mundo gane, fue lo que llevó al germen de Heura”.
La creación de carne vegetal tiene un impacto por kilo de producto obtenido mucho menor que la industria cárnica tradicional. En agua utilizada, en territorio necesario, en consumo de legumbres y soja y en emisiones de CO2.
No obstante, aunque el número de personas que adoptan una dieta vegana sigue una tendencia alcista, el auge del veganismo o de dietas omnívoras que reduzcan el consumo de carne no han logrado revertir el crecimiento continuado de la producción cárnica mundial durante los últimos sesenta años (desde que se registran estos datos).
La empresa echó a andar en 2017 con dos empleados. En 2018 ya eran ocho, cerraron 2019 con 26, y se comieron el turrón en 2020 siendo 38. Su proyección para final de este año es llegar a los 80 empleados. El crecimiento exponencial también lo han tenido en sus ingresos, pero todavía no en sus beneficios: aunque la estimación de 2020 fue de ocho millones de euros facturados, la empresa admite que todavía será con números rojos. En 2019, último ejercicio con resultados entregados en el Registro Mercantil, los ingresos fueron de 2,5 millones de euros, con medio millón de euros en pérdidas.
Marc explica estas cifras con una visión propia de la empresa: “Al final, estamos acelerando el futuro. Estamos contando con inversores que tienen la misma visión que nosotros sobre cómo debe ser el futuro de la proteína, y estamos decidiendo construir un mayor impacto. Y eso lo hacemos sobreinvirtiendo en talento, en I+D, en comunicación, en expansión… Y planificamos los próximos años con la prioridad de impactar en el mercado, no la de la rentabilidad”.
Dicho lo anterior de otro modo: siguen en fase de captación con un respaldo suficiente como para no preocuparse aún por lograr beneficios. “Para conseguir un gran impacto necesitamos invertir mucho en acercar el futuro. Últimamente hemos sumado inversores con esa visión, uno de ellos es un venture capital de San Francisco líder en proteína alternativa”.
Entre los inversores de Heura que se han hecho públicos encontramos varios que pueden encajar en esa descripción. New Crop Capital, aunque tiene su sede en Washington DC, invirtió tanto en Heura como en varias startups relacionadas con la alimentación y la carne vegetal: Alpha Foods, Memphis Meats o Good Catch entre otras, aunque ninguna tan popular y rentable como Beyond Meat, quien salió a bolsa en 2019.
También está Capital V, del neerlandés Michiel van Deursen, quien se define como “inversor vegano” y de hecho invirtió en su momento en la canadiense The Very Good Butcher, también salida a bolsa, entre otras empresas del mismo perfil.
Toda esa “sobreinversión” y crecimiento sin rentabilidad (por ahora) está orientado a una gran expansión internacional. Es el mantra que se repite durante toda la conversación con Marc: la aspiración es consolidarse a nivel internacional, y su principal mercado para dentro de cinco o diez años creen y desean que sea Estados Unidos, hoy dominado por Beyond Meat.
Sobre cómo competir con quien reina a día de hoy, explica Marc que su aproximación es la de mejorar el sabor, el valor nutricional y el precio. “Creemos que esta será la fórmula que nos llevará a generar algo muy diferenciador a nivel global. Los players que empezaron lo hicieron desde la óptica de San Francisco, nosotros lo hacemos desde el mediterráneo, con una de las mejores culturas a nivel culinario, de sabor, de salud, etc. Y con una de las sociedades más longevas del mundo, la española”.
El factor del precio no es baladí: los paquetes de 160 gramos salen por 4,49 euros. Es decir, a 28 euros el kilo. En raciones similares, el pollo sale a entre 6 y 8 euros el kilo en función del corte. La "carne" de Heura puede comprarse en herboristerías en cantidades superiores, 2,5 kilos por unos 48 euros, o 7,5 por 165. El precio por kilo se va rebajando, pero sigue estando muy por encima del de la carne habitual. El producto principal siguen siendo piezas preparadas y especiadas para tratar de mejorar el sabor y de paso justificar mejor el precio. El marketing está cuidado para hacer salivar al cliente cual perro de Pavlov.
Según Marc, han conseguido la jugosidad a partir del aceite de oliva, líquido, estructurándolo en una masa sólida. Algo que reduce la cantidad de grasas saturadas presentes en sus productos frente a los de otros fabricantes y forma parte de lo que ellos llaman “proteínas vegetales de tercera generación” (no es una categorización estándar): antes estaban las primeras proteínas vegetales, fermentadas y coaguladas de la soja o el tofu. Luego llegaron los texturizados secos, que no llegaban sensorialmente al punto de la carne. Marc considera que su producto sí lo hace con ese salto generacional.
La fabricación de Heura se hace entre Países Bajos y España. “Tenemos diferentes partners industriales según nuestra línea productiva”, dice el CEO. Pero no responde a dónde se fabrica su producto exactamente en España. “Todavía no lo hemos comunicado. Lo haremos en breve. Solo podemos decir que es en la zona mediterránea".
En la zona mediterránea también está la sede central del principal distribuidor de alimentación en España: Mercadona. Le pedimos a Marc que imagine que se le aparece el genio de la lámpara y le concede un deseo: que Juan Roig les diga que quiere su producto en Mercadona, o que Heura encuentre partners industriales que les permitan multiplicar su producción. No duda y da una respuesta coherente con su discurso anterior: “Tenemos una visión internacional. A Juan Roig siempre le recibiría con una sonrisa, pero priorizaría la capacidad industrial para poder llevar el producto más allá de las fronteras españolas”.
En Mercadona no se vende Heura, pero sí en Alcampo, en Carrefour o en Eroski, entre otros; de quienes dice Marc que son sus principales clientes. También está en otras superficies minoritarias o en otras dedicadas a la distribución vegana; así como en franquicias de restaurantes como UDON. Un objetivo importante para la empresa es conseguir que quien no tiene conciencia vegana ni preocupación por el consumo de recursos de la industria cárnica cruce su Rubicón particular probando la alternativa vegetal. Algo que para los más ortodoxos puede tener aspecto de ordalía. Para Marc no. "Ya estamos en un momento en que la mayoría de gente que entra en esa categoría es gente que come carne. Se rompe esa idea de que es solo gente que come tofu o seitán", dice el CEO.
La expansión internacional que tan arriba está en la lista de prioridades tiene cifras concretas: en 2020 empezaron con presencia en seis países y terminaron con doce. Para 2021 planean “mucho foco en Francia, Italia, Polonia, México y Reino Unido como principales mercados. También nos estamos expandiendo hacia Asia”. El futuro dirá hasta dónde llega Heura, y si para 2025 o 2030 se han convertido en los líderes mundiales de la proteína alternativa que aspiran a ser.
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