En el camino hacia un futuro sin efectivo, algunas tiendas han encontrado una tercera vía: "cajeros invertidos"

Numerosos fenómenos han surgido en los últimos años como consecuencia de la pandemia. La aparición de la Gran Renuncia, la renuncia silenciosa o los despidos silenciosos evidencian que los efectos de la crisis sanitaria en el mercado laboral son muy amplios. Otro ejemplo fue el incremento del comercio electrónico y, como resultado, la disminución del uso del dinero en efectivo: en Gran Bretaña, esta caída fue del 35% en 2020 respecto al año anterior.

Otro tipo de cajeros. Aquella disminución del dinero en efectivo provocó que numerosas tiendas de Estados Unidos dejaran de aceptar, de forma progresiva, este método de pago en favor del pago electrónico. Como consecuencia, en estos establecimientos surgieron los cajeros invertidos: máquinas que transforman el dinero en efectivo en un método de pago electrónico.

Un uso intuitivo. Su funcionamiento es similar al de un cajero automático. El dinero es introducido en el aparato, el cual identifica la cantidad aportada, proporcionando un recibo que confirma la realización de la operación y que posee un valor equivalente al efectivo empleado. Ese recibo, posteriormente, sirve para realizar pagos en el establecimiento correspondiente.

Presencia en los estadios. Denominadas ‘Reverse ATM’ en inglés, estas máquinas fueron instaladas en el Globe Life Field de Texas con motivo de las Series Mundiales de la liga de béisbol estadounidense en 2020 y actualmente pueden encontrarse en otros estadios como el Madison Square Garden. La web del recinto donde juegan los New York Knicks señala que con este método de pago es posible adquirir productos de merchandising.

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Los restaurantes, interesados. Otro establecimiento que emplea estos cajeros reversibles es la franquicia Slutty Vegan, con restaurantes en ciudades como Atlanta y Nueva York. La fundadora de esta cadena, Pinky Cole, señaló en un artículo publicado por New York Post el pasado 4 de abril, que una de las razones que llevaron a la firma a establecer los cajeros reversibles fue la elevada cantidad de dinero que facturaban diariamente, debido al temor de sufrir robos. Además de esa forma todos los pagos de los clientes quedaban documentados digitalmente.

Razones de seguridad y de salud. Este es uno de los motivos que esgrime Stratis Morfogen, fundador de Brooklyn Dumpling Shop, para explicar su intención de establecer los cajeros reversibles en algunos de sus locales, concretamente en aquellos que abren las noches de los fines de semana. “Cuando llevas efectivo, eres un objetivo para los criminales. Y no estoy cómodo con mi plantilla teniendo efectivo”, afirmó Morfogen en declaraciones a New York Post. Además, el empresario adujo una razón sanitaria, pues durante la pandemia se evidenció que “el efectivo es sucio”.

La cara B. Por otro lado, estas máquinas pueden servir para no excluir a la población “desbancarizada”, es decir, aquella que no posee una cuenta bancaria. En este sentido, en noviembre de 2020, el ayuntamiento de Nueva York prohibió a los establecimientos de la ciudad rechazar dinero en efectivo salvo que hubiera instalados cajeros reversibles. Eso sí, hay lugares que poseen estas máquinas y cobran una comisión por utilizarlas.

El reino del efectivo se mantiene. En diciembre de 2022, el Banco Central Europeo publicó un informe que señalaba que, si bien los métodos de pago electrónicos estaban en crecimiento, el dinero en efectivo continuaba siendo el método de pago dominante en la UE. Una muestra de ello son los datos del Banco de España que indican que el 44% de la población española posee Bizum, el cual es empleado por el 36% de la misma, siendo utilizado diariamente por un 1% de la gente. En contraste está el 64% de los españoles que utiliza diariamente el efectivo, método de pago usado por el 99% de la población a lo largo del año.

Bancos Centrales 2.0. Por otro lado, si bien es cierto que existe un dominio claro del dinero en efectivo, los métodos de pago digitales están en crecimiento, tal y como muestra el proyecto del Banco Central Europeo en crear un euro digital así como el interés de la Reserva Federal en crear un dólar digital.

Futuro digital. En suma, lo más probable es que tanto aplicaciones similar a Bizum como las divisas digitales vayan, progresivamente y cada una a su ritmo, ganando mayor terreno que los cajeros reversibles, pues los recibos que expiden estas máquinas sólo pueden utilizarse en el local en cuestión o en aquellos que posean el mismo tipo de cajeros. Aún así, queda claro que el mundo se dirige, poco a poco, a una mayor digitalización de las formas de pago.

Imagen | Timeo Buehrer

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