Jeff Bezos, el multimillonario CEO de Amazon, ha anunciado en Instagram la creación del llamado Bezos Earth Fund, una iniciativa destinada a luchar contra el cambio climático en la que el propio Bezos invertirá 10.000 millones de dólares de su fortuna personal, que se estima ronda los 130.000 millones de dólares.
Ese dinero se invertirá en ONGs, proyectos científicos y organizaciones de activistas, además de "en cualquier esfuerzo que ofrezca posibilidades reales" de ayudar a proteger nuestro planeta. El movimiento es sin duda importante, pero no ha estado exento de quienes ven esto como una estrategia para lavar la imagen de una empresa que como Amazon tiene a un grupo de empleados en pie de guerra por sus políticas medioambientales.
Fondos para ONGs, no para empresas privadas
Bezos explicaba que el fondo comenzará a conceder subvenciones a partir de este verano, y hay un detalle importante: esos fondos no irán a parar en ningún caso a empresas privadas o startups, según fuentes cercanas que por ejemplo confirmaban esa estrategia a Axios.
El CEO de Amazon destacaba en su anuncio que "el cambio climático es la mayor amenaza para nuestro planeta", y explicaba cómo su proyecto era parte de una "acción colectiva de grandes empresas, pequeñas empresas, países, organizaciones globales, y de la gente".
El movimiento de Bezos está separado del compromiso The Climate Pledge, un proyecto que Amazon anunció el mes de septiembre pasado para lograr la neutralidad de emisiones de carbono en 2040, diez años antes de lo pactado en el Acuerdo de París. Por cierto: pocas empresas estaban cumpliendo con las emisiones de ese acuerdo hace apenas un año.
¿"Greenwashing" en acción?
El anuncio de Bezos se une a las iniciativas que desde hace algún tiempo estamos viendo por parte de las grandes empresas, que han aprovechado también para apoyar la lucha contra el cambio climático con planes que también están orientados a lograr neutralidad en emisiones de carbono a corto plazo.
Microsoft anunció que persigue ese objetivo para 2030, y en Google presumen de que llevan 12 años logrando esa neutralidad en emisiones de carbono, aunque lo son solo si se tienen en cuenta sus propias fábricas, no otras que fabrican sus productos y los envían. Aún así la empresa ya anunció en octubre de 2018 su objetivo de lograr basar sus operaciones en energías renovables, algo que casi lograron en su centro de datos en Finlandia.
Como Google, Apple también indicaba en abril de 2018 que todas sus tiendas, centros de datos y oficinas corporativas funcionan con energías limpias al 100%, un logro que excluye a sus socios en la producción de sus dispositivos por ejemplo en China.
En el reciente World Economic Forum de Davos (Suiza), 140 grandes empresas de todo el mundo anunciaron su apoyo a ese esfuerzo para ser más transparentes en el ámbito de su impacto y responsabilidad medioambiental, aunque el anuncio no dejó medidas ni propuestas específicas.
Greenpeace preparó precisamente un sitio web llamado World Economic Failure en el que trataba con ironía las teóricas falsedades en esos mensajes y desvelaba las ingentes inversiones en combustibles fósiles de algunas de las compañías que presumían de estar luchando contra el cambio climático.
Hay quien califica este tipo de anuncios como parte de una estrategia de 'greenwashing', es decir, la difusión de información engañosa que oculta el abuso del medioambiente con el fin de presentar una imagen pública positiva.
En Wired hablaban recientemente de un buen conjunto de empresas que en las últimas semanas y meses habían activado mensajes de este tipo. Además de las citadas están otras muchas como Salesforce, Repsol, Sainsbury's o Volkswagen.
Todas ellas han sido criticadas en el pasado en mayor o menor medida —el reciente #dieselgate de Volkswagen es un trágico ejemplo— por contribuir al cambio climático. Aerolíneas como Delta, easyJet o JetBlue también han realizado anuncios recientes al respecto aunque de nuevo haya suspicacias.
Algunas compañías están además engañando a la opinión pública según Wired con una herramienta desconocida para muchos. La compra de los llamados "bonos de carbono", un mecanismo internacional de descontaminación que permiten equilibrar la balanza a las empresas.
Por un lado siguen contaminando, pero por el otro invierten en energías renovables o en proyectos de sostenibilidad en cualquier otra parte del mundo. Alex Farsan, de la WWF, explicaba que este tipo de técnicas es engañosa: "hay muchos proyectos de baja calidad y muchos créditos que realmente no representan reducciones en las emisiones".
Amazon en el punto de mira de sus propios empleados
El anuncio de Bezos se produce en un momento delicado para Amazon justo en este ámbito: desde el pasado año el desafío de algunos empleados que cuestionaban las políticas medioambientales de la empresa ha generado cierta polémica.
En Amazon tratan de mantener esas discusiones a nivel interno, pero los empleados quisieron lanzar una protesta pública que según uno de los responsables de las protestas Amazon intentó silenciar.
Un grupo de trabajadores ha creado el consorcio "Climate Justice" para plantear esa situación. Según sus argumentos, Amazon actualizó sus políticas sobre la forma en la que los empleados podían ponerse en contacto con la prensa en septiembre de 2019, justo antes de que este grupo planteara una protesta por el impacto medioambiental que generaba Amazon.
Esa protesta estaba apoyada por más de 1.500 empleados, que se habían citado para una manifestación a favor de la lucha contra el cambio climático.
Ver 116 comentarios