A Papá Noel se le complican las Navidades, y la culpa no es suya. La escasez de chips que afecta al mundo de la electrónica podría agravarse tras la decisi´ón del gobierno chino de realizar recortes en su factura energética.
El gigante asiático quiere ser más eficiente, y ha cortado la luz de forma intermitente en fábricas y zonas residenciales. El impacto es notable para los trabajadores y residentes de esas zonas, pero también puede serlo a nivel global si estos cortes reducen de forma severa la capacidad de producción china.
Queremos que China contamine menos, pero seguimos pidiéndole chips como si no hubiera un mañana
En China se han tomado estas medidas para evitar que por ejemplo las fábricas superen los límites de consumo que Pekín impuso para promover la eficiencia energética. Según expertos en economía y medioambiente, los fabricantes han consumido su cuota energética más rápido de lo que habían previsto, sobre todo por la explosión de la demanda tras la pandemia.
Como señalan en AP News, la situación es todo un reto para el Partido Comunista chino, que buscaba reducir la emisión de gases contaminantes pero que se enfrenta a una de las épocas más difíciles por esa enorme cantidad de peticiones de chips y productos en todo tipo de industrias.
El impacto de estas medidas es enorme para la economía china: la previsión de crecimiento económico ha bajado del 5,1% (la anterior estimación) al 4,7% respecto al año anterior. Estos cortes podrían también sumarse al impacto que está teniendo la crisis de su inmenso grupo inmobiliario, Evergrande Group, que podría seguir el camino de Lehman Brothers y ha planteado muchas dificultades en las bolsas mundiales.
A esos efectos globales se suman los efectos inmediatos para la población china. En el nordeste del país las temperaturas ya empiezan a caer, y estos cortes impiden que puedan poner en funcionamiento la calefacción.
Xi Jingping parece decidido a conseguir que el mundo vea que su nación —la más contaminante del mundo— está esforzándose para lograr recortar sus emisiones. No solo eso: los Juegos Olímpicos de Invierno se celebran el próximo febrero en Pekín, y los gobernantes chinos quieren tratar de conseguir cielos azules y claros para el evento.
Sin embargo esa decisión pone en peligro la producción de todo tipo de productos. Un ejemplo claro es Apple, y uno de sus socios en la producción de sus iPhones, la empresa china Esos Precision Engineering Co. Ltd. indicó este domingo que tendría que detener la producción en una de sus factorías durante días, aunque la suspensión, aseguraron, no tendría "un impacto significativo" en su operativa. Ahora queda por ver el alcance de estos cortes de luz y los efectos colaterales que producen tanto a nivel local en China como en el resto del mundo.
Vía | AP News
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