El Gobierno chino está jugando bien sus cartas. En el clima de tensión que sostiene con su homólogo estadounidense en el ámbito del desarrollo de semiconductores de vanguardia la Administración liderada por Xi Jinping está atacando dos frentes diferentes. Las sanciones impuestas por EEUU son cada vez más restrictivas, lo que ha propiciado que los fabricantes de circuitos integrados chinos se hayan apresurado durante los últimos meses a adquirir todos los equipos de litografía que necesitan en previsión de que no puedan hacerse con ellos en el futuro.
El otro ingrediente de la receta de China para reforzar su industria de los semiconductores pasa por desarrollar su propia tecnología de fabricación de circuitos integrados. Sus propios equipos de producción de chips de vanguardia. Ponerlos a punto requiere realizar un enorme esfuerzo en investigación, invertir tiempo y disponer de cantidades ingentes de dinero, pero este gigantesco país asiático tiene estos recursos a su disposición. El más crítico de todos ellos es, con toda seguridad, el tiempo. Y es que cuanto más tarde en tener sus propios equipos litográficos de vanguardia más se distanciarán EEUU y sus aliados en este ámbito.
Las sanciones del 16 de noviembre han acelerado las compras de los fabricantes chinos
El pasado 16 de noviembre entró en vigor el último paquete de sanciones de EEUU destinado a China y los países de su órbita, entre los que se encuentran Rusia e Irán. Estas prohibiciones persiguen socavar el desarrollo tecnológico de China poniendo fuera de su alcance los equipos de litografía más avanzados que producen los aliados de EEUU, entre los que se encuentran Países Bajos o Japón. La compañía neerlandesa ASML produce las máquinas de litografía más sofisticadas que existen, por lo que ha sido la más afectada por las nuevas sanciones.
ASML perderá aproximadamente el 15% de sus ventas en China a causa de las sanciones de EEUU que entraron en vigor el pasado 16 de noviembre
Durante los últimos años no ha podido vender a sus clientes chinos sus equipos más sofisticados, las máquinas de litografía de ultravioleta extremo (UVE), pero ya tampoco puede entregarles los equipos de litografía de ultravioleta profundo (UVP), que son un poco menos avanzados. Según Peter Wennink, el director general de ASML, durante el tercer trimestre de 2023 el 46% de los ingresos de su compañía procedió de China. Este ejecutivo ha vaticinado que la empresa que lidera perderá aproximadamente el 15% de sus ventas en China a causa de las sanciones de EEUU que entraron en vigor el pasado 16 de noviembre.
Como he mencionado en las primeras líneas de este artículo, en esta delicada coyuntura los fabricantes chinos de chips han hecho lo que cabía esperar: han acelerado la compra de los equipos de litografía que necesitan para sostener su producción de circuitos integrados en previsión de que no puedan conseguirlos en el futuro. Lo curioso es que no solo han adquirido nuevos equipos UVP antes de la entrada en vigor del último paquete de sanciones de EEUU; también han incrementado considerablemente la compra de los equipos de litografía necesarios para fabricar circuitos integrados empleando tecnologías de integración maduras.
Y ASML ha estado a la altura. A principios del pasado mes de noviembre esta compañía declaró que estaba haciendo todo lo que estaba en su mano para atender las necesidades de sus clientes. Es evidente que esta afirmación insinúa con claridad que este esfuerzo persigue colocarla a la altura de las demandas de sus clientes en China. Lo más impactante es que según South China Morning Post, que es un medio muy fiable, el valor de las importaciones de máquinas de litografía procedentes de Países Bajos que llevaron a cabo las empresas chinas en noviembre se incrementó en un 1.050%. Es una auténtica barbaridad, pero en el contexto actual en el que acabamos de indagar esta cifra tiene todo el sentido del mundo.
Imagen de portada: ASML
Más información: SCMP
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