Circuitos integrados

Huawei fue una de las primeras compañías chinas introducidas por la Administración de EEUU en su lista negra.

Los tres mayores fabricantes de semiconductores del planeta tienen plantas en China. TSMC las tiene en Tianjín y Shanghái; Intel, en Dalian y Chengdú; y Samsung en Shaanxi, Tianjín, Xian y Suzhou.

Huawei es con toda probabilidad la compañía china de la industria de los semiconductores cuyos pasos son seguidos más de cerca por la Administración estadounidense.

En 2031 el mercado de los chips para aplicaciones de IA tendrá un volumen de facturación de más de 263.000 millones de dólares.

El microprocesador para servidores Yitian 710 de 128 núcleos es el más rápido con arquitectura ARM en tareas de administración de bases de datos.

En el contexto de tensión que domina la relación que sostienen EEUU y China cualquier declaración de algún miembro competente de sus Gobiernos que sirva para apaciguar un poco el panorama es bienvenida.

El país liderado por Xi Jinping necesita alcanzar la autosuficiencia en todas las ramificaciones de su industria de los chips, y está en ello.

En Taiwán se producen el 90% de los chips de alta integración y el 41% de todos los microprocesadores que podemos encontrar en el mercado.

La relación que sostienen China y Taiwán siempre ha sido incómoda, tanto que la tensión entre ellos ha alcanzado en algunos momentos la intensidad necesaria para desencadenar un conflicto a gran escala.

TSMC iniciará la fabricación de circuitos integrados de 1,6 nm en 2026. No se trata de ninguna conjetura; lo ha confirmado C. C. Wei, el director general de la compañía.

La arquitectura RISC-V interpreta un papel central en la estrategia de China.

La nueva fábrica de TSMC en Arizona (EEUU) se ha transformado en una pesadilla para la compañía taiwanesa. Debería empezar a producir chips de alta integración a gran escala durante 2024. Pero no lo hará.