Los gigantes chinos tecnológicos han dejado de ser intocables. Llámense Alibaba, Huawei, Baidu o Tencent. El pasado abril la empresa de Jack Ma recibió una multa de 18.200 millones de yuanes, unos 2.400 millones de euros. Y durante este mes de julio, el organismo regulador chino Cyberspace Administration of China (CAC), ha decidido retirar la app de Didi de las tiendas de apps después de que el gigante chino del transporte empezara a cotizar en los Estados Unidos. Son dos ejemplos de una escalada en la presión que desde el gobierno chino se está haciendo a sus grandes empresas de tecnología.
Repasamos qué está ocurriendo en China con sus 'Big Tech' y qué posibles motivaciones tiene el gobierno chino. Una serie de medidas cuyo punto de partida podemos colocar en un proyecto de ley aprobado el pasado noviembre de 2020, donde se endurecieron sus normas antimonopolio y se presentaron nuevas directrices para mantener a raya distintas actuaciones.
La regulación de las 'Big Tech' no es exclusiva de los EE.UU o Europa
Entre las medidas que estableció el regulador chino estuvo la prohibición de que se fijen precios, el uso de determinadas tecnologías y la utilización de datos para manipular el mercado. Una normativa antimonopolio con puntos que ya se establecen en otras regiones del mundo.
Mientras que gigantes como Google, Microsoft o Amazon se han enfrentado a multas millonarias en el pasado, la industria tecnológica china no tenía esta experiencia.
El cambio de paradigma lo explica Li Shouzhen, miembro de un comité del gobierno chino. El país ha pasado de una regulación "cautelosa" donde las empresas han podido crecer ampliamente a una regulación con el foco en la "innovación y la ciencia", estableciendo normas para asegurarse que estas empresas ayudan a desarrollar tecnologías para desligarse de la influencia norteamericana.
La diferencia de tamaño entre los gigantes tecnológicos y los pequeños comités anticompetencia es grande. Mientras las compañías han contratado abogados y han mejorado sus lazos con las altas esferas de poder, los reguladores antimonopolio ven en esta nueva postura del gobierno una oportunidad para volver al centro de la atención y solicitar más presupuesto y personal para sus tareas, explica un analista chino para Financial Times.
De manera equivalente a la Comisión Europea, las multas que pueden imponer desde el regulador chino alcanzan hasta el 10% de los ingresos anuales de la compañía.
En el caso de Alibaba, los investigadores determinaron que sus prácticas estaban afectando a la competencia. Los 2.400 millones de euros representan un 4% de las ventas anuales internas de la compañía. Pero no es solo este movimiento lo que ha generado afectaciones en el gigante chino. En noviembre de 2020, Ant Group, matriz de AliPay en manos del millonario Jack Ma, intentó salir a bolsa por 34.500 millones de dólares, pero fue suspendida. Semanas antes, Jack Ma se había mostrado crítica con la regulación financiera china. Los motivos esgrimidos fueron "cambios en el entorno regulatorio de la tecnología financiera".
En marzo de 2021, los reguladores chinos multaron a cinco compañías de envío de comida, entre ellas Meituan, Didi Chuxing y Nice Tuan, el grupo Aliababa. Cada una fue multada con 1,5 millones de yuanes, unos 200.000 dólares.
En abril, el organismo regulador SAMR llamó a 34 empresas tecnológicas para que rectificaran sus prácticas anticompetitivas. Desde Tencent hasta Baidu, pasando por JD.com o ByteDance, dueños de TikTok. En julio, el mismo organismo regulador bloqueó la fusión de Tencent con otras dos empresas de videojuegos: Huya y DouYu.
Como explica Rui Ma, inversor y anfitrión del podcast TechBuzz China, el mensaje del gobierno chino a sus empresas era el de "crecer a toda costa", pero desde 2015 a este tiempo el mensaje se parece más a un "crece, pero de manera estable y sostenible".
Según describe el FT:
"El gobierno chino ha tolerado con frecuencia los monopolios, cuyo dominio abarca industrias desde los astilleros hasta las telecomunicaciones. Con anterioridad, la laxitud de las autoridades se había interpretado como una expresión de la sabiduría convencional del Partido Comunista: los monopolios son más manejables a nivel doméstico que un mercado competitivo y lioso; y a su vez son más competitivos a nivel internacional. Pero el vertiginoso ascenso de las grandes tecnológicas chinas ha puesto nervioso al gobierno, y ha provocado una reflexión sobre sus actitudes pro-monopolios".
La experta Angela Huyue Zhang explica la posición que adoptan las empresas chinas ante esta nueva regulación: "muchas compañías en China operan en áreas legales muy grises, lo que las hace vulnerables a los ataques reguladores". Debido a esto, muchas prefieren acatar las decisiones del gobierno y rara vez acuden a la justicia. Y pone el ejemplo de Alibaba. Cuando se anunció la investigación, la capitalización bursátil cayó 100.000 millones de dólares, mucho más que la multa posterior. Las empresas chinas no temen tanto las resoluciones, sino el efecto que tienen en ellas ser señaladas por el gobierno chino, apunta la experta.
Un ojo puesto sobre las empresas chinas que cotizan fuera
El reciente caso con Didi y el duro bloqueo de su aplicación apunta sobre otra preocupación del gobierno chino. Si la salida a bolsa de Alibaba fue la más grande de una empresa china en EE.UU, la de Didi se cerró en unos 74.500 millones de dólares. Precisamente el Global Times, medio ligado al gobierno chino, expresaba en una tribuna su postura:
"El estado no puede permitir que [las empresas tecnológicas] se conviertan en legisladores para la recopilación y el uso de información personal. Los estándares deben estar en manos del estado para garantizar que esos gigantes ejerzan moderación en la recopilación de información personal. Especialmente para empresas como Didi Chuxing, que cotizan en los Estados Unidos, sus primeros y segundos accionistas son todas empresas extranjeras, y el país necesita tener una estricta supervisión de seguridad de la información, que es tanto para mantener la seguridad de la información personal como para mantener la Seguridad Nacional".
Esta semana, el regulador chino ha multado 22 inversiones con 500.000 yuanes cada una, unos 65.000 euros. De estos movimientos, ocho pertenecen a Didi, seis a Alibaba y cinco a Tencent. Según describe TechNode, es poco probable que el regulador obligue a rectificar estas compras o inversiones. Son una cantidad casi simbólica, pero servirán como toque de atención de un organismo regulador que está dispuesto a intervenir y tomar partido en la poderosa industria tecnológica china.
Imagen de portada | wu yi
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