El Gobierno de EEUU ha anunciado oficialmente que está preparando un nuevo paquete de sanciones a China. Entrará en vigor durante el actual mes de agosto y perseguirá ante todo que las empresas de Israel, Taiwán, Singapur y Malasia dejen de vender equipos de litografía a sus clientes chinos. No obstante, con toda probabilidad las prohibiciones irán más allá. De hecho, está adquiriendo fuerza la posibilidad de que el Departamento de Comercio de EEUU endurezca los requisitos de exportación a los que está sometida, entre otras empresas, NVIDIA.
Como en otras ocasiones, el Gobierno chino se está apresurando para tomar las medidas que le ayudarán a encajar este nuevo golpe de EEUU. Lo curioso es que el camino que está siguiendo la Administración liderada por Xi Jinping es inusual, aunque está muy bien traído. Y es que está instigando a sus mayores empresas vinculadas a la industria de los semiconductores, como Huawei o Baidu, a acumular memorias de alto rendimiento de tipo HBM (High-Bandwidth Memory) fabricadas por Samsung.
China prevé que EEUU le va a impedir el acceso a las memorias HBM
El alto rendimiento de los chips de memoria de tipo HBM los hace idóneos para convivir con las GPU para inteligencia artificial (IA). Esta es la razón por la que para las empresas chinas que planean poner a punto nuevos centros de datos y para las que producen GPU para IA resulte fundamental tener las mayores existencias posibles de memorias HBM. A Samsung, como es lógico, esta altísima demanda le viene de maravilla. De hecho, durante lo que llevamos de 2024 el 30% de sus ingresos procede de la compra de chips HBM por sus clientes chinos.
EEUU tiene la capacidad de controlar quién tiene acceso a aquellas soluciones tecnológicas que utilizan innovaciones y patentes de origen estadounidense
El Departamento de Comercio de EEUU no lo ha confirmado, pero las fuentes de Reuters anticipan que el paquete de sanciones que aprobará durante este mes de agosto incorporará, además de las prohibiciones que he mencionado en el primer párrafo de este artículo, nuevas restricciones de acceso a los chips de memoria de alta velocidad. En esta coyuntura es razonable que nos preguntemos si realmente la Administración de EEUU tiene la potestad de comprometer de esta forma el negocio de las empresas surcoreanas. La respuesta es sencilla: sí, la tiene.
EEUU tiene la capacidad de controlar quién tiene acceso a aquellas soluciones tecnológicas que utilizan innovaciones y patentes de origen estadounidense. Además, entre Corea del Sur y EEUU existen compromisos de índole geoestratégica que extienden sus tentáculos a otros ámbitos que a priori nada tienen que ver con la seguridad de estas naciones y sus intereses regionales. El Gobierno liderado por Joe Biden puede presionar a sus homólogos surcoreano, japonés y taiwanés para que ejecuten medidas como esta. Lo ha hecho en otras ocasiones, y con toda probabilidad volverá a jugar esta baza.
Sea como sea para China es crucial no quedarse sin chips de memoria HBM. Si EEUU consigue impedir que acceda a ellos con toda probabilidad el desarrollo de la IA en China se resentirá. Y el panorama no pinta bien para el país de Xi Jinping. Actualmente solo tres fabricantes de semiconductores producen memorias HBM, y dos de ellos son surcoreanos (Samsung y SK Hynix), y el restante es estadounidense (Micron Technology). Es evidente que todos ellos están sometidos al control de EEUU.
Actualmente varias compañías chinas de la industria de los circuitos integrados están trabajando en el desarrollo de sus propias memorias HBM, como Huawei o CXMT, pero por el momento su tecnología no ha alcanzado el grado de madurez necesario para garantizar su autoabastecimiento. Esta es, en definitiva, la baza de China: tener sus propias memorias de alto rendimiento lo antes posible.
Más información | Reuters
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