Para casi todo el mundo, la época de los confinamientos, los cierres perimetrales y las cuarentenas, a pesar de ser extremadamente reciente, se ha convertido en un mal recuerdo. No así para China. El país asiático sigue manteniendo políticas muy restrictivas con el objetivo seguir conteniendo los contagios, lo que está provocando que los chinos, que ya caminaban a un ritmo muy diferente al del resto del mundo por motivos económicos y, sobre todo, políticos, estén cada vez más aislados de Occidente.
Difícil entrar. Desde que los contagios de coronavirus comenzaron en Wuhan a finales de 2019, China fue endureciendo sus políticas de control hasta que el 28 de marzo de 2020 prohibió la entrada en el país de casi cualquier ciudadano extranjero, incluso de aquellos que fuesen titulares de visados y permisos de residencia todavía válidos. Aunque en agosto de aquel mismo año, ante la mejora de la situación epidemiológica, relajó estas medidas, a día de hoy sigue siendo muy difícil entrar en el país, moverse dentro de él e, incluso, tener una vida normal en sus principales ciudades.
Según explica el Ministerio de Asuntos Exteriores de España, en la actualidad China sigue negando la entrada a un número importante de extranjeros, incluso aquellos que tienen permisos de residencia y trabajo, y sólo hace contadas excepciones. Ni siquiera está permitiendo la reagrupación de familiares de matrimonios mixtos entre ciudadanos foráneos y chinos. Para el regreso de nacionales, además, el país asiático exige que estén inmunizados con alguna de las vacunas chinas.
Las personas que consigan el complicado permiso de las autoridades chinas para entra en el país, además, tienen que someterse a pruebas médicas a su llegada y guardar una cuarentena de 14 días en un hotel designado por la Administración asiática para ello antes de poder desplazarse a su lugar de destino. Asimismo, los vuelos internacionales no llegan a directamente a Pekín o Shanghái, dos de las principales de China y las que suelen atraer más visitantes, en especial por motivos laborales y de negocios.
Movimientos dentro de China. Si entrar en el país asiático es complejo, no menos lo es moverse dentro de sus fronteras. Según la información actualizada del Ministerio de Asuntos Exteriores de España, la Administración china exige el uso de determinadas aplicaciones móviles para controlar los desplazamientos de nacionales y extranjeros dentro de las ciudades y de las regiones. Si no se usa alguna de estas apps, que también registran las pruebas PCR que se tienen que realizar casi a diario las personas que se encuentren en el país, no se puede acceder a prácticamente ningún establecimiento comercial, lugar de ocio o edificio oficial.
A estas políticas hay que sumar la posibilidad de que las autoridades locales decreten cuarentenas obligatorias o cierres perimetrales por contagios, como el que impusieron sine die en Shanghái el pasado 28 de marzo a causa de un brote descontrolado de la variante Omicron, o el más reciente en Wuhan, donde se confinó a finales de julio a casi un millón de personas residentes en uno de los distritos de la ciudad después de que se detectaran cuatro únicos casos asintomáticos de Covid.
Consecuencias. Estas estrictas políticas de control para evitar contagios masivos está teniendo varias consecuencias importantes. En primer lugar, los ciudadanos chinos se están viendo aún más vigilados por sus autoridades que, con la excusa del virus, pueden controlar buena parte de sus movimientos y decretar su encierro domiciliario, y también más explotados laboralmente. Y en segundo lugar, para el país en su conjunto, ya que las duras restricciones están haciendo que China sea un lugar cada vez menos atractivo para inversiones extranjeras y un ente político con el que es muy difícil tratar.
Del mismo modo, las empresas extranjeras que ya trabajan en China están replanteándose muy seriamente abandonar el país. Como ya explicamos en Xataka, el 23% de las compañías europeas que operan allí estaban pensando en trasladarse a otras localizaciones porque las restricciones están perjudicando sus negocios.
Diplomacia por Zoom. Las restricciones son tan estrictas que ni siquiera los altos cargos políticos y diplomáticos se libran de ellas. Según informa El Mundo, China permite en muy raras ocasiones reuniones cara a cara para asuntos relacionados con la diplomacia, no se permite a las autoridades públicas nacionales viajar al extranjero para ello ni a las extranjeras entra en el país. La mayor parte de los encuentros con personas de otros gobiernos se hace a través de videollamadas.
De hecho, el presidente chino, Xi Jinping, sólo ha abandonado en una ocasión China desde que comenzó la pandemia: lo hizo el pasado mes de junio para visitar Hong Kong en el 25 aniversario del traspaso de poder de la ciudad por parte de los británicos a las autoridades chinas. Para todo lo demás, incluso para reuniones bilaterales con importantes líderes mundiales como Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, ha optado por las videollamadas.
Todo esto está haciendo que China esté cada vez más aislada del resto del mundo, ya que es el único país en el que se mantienen restricciones tan estrictas por la Covid.
Salvar vidas. El Gobierno chino, que no es ajeno a estas críticas desde el extranjero, asegura que gracias a las medidas que está aplicando ha conseguido salvar millones de vidas sin perjudicar el desarrollo económico y social del país. De acuerdo con las cifras oficiales de Covid del país asiático hasta julio de 2022, desde el inicio de la pandemia tan solo 227.000 chinos se habrían contagiado y 5.225 habrían muerto a causa del virus.
Imagen | Ketut Subiyanto
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anti.rusia
Entro a leer el post, 11 comentarios, con el mío 12, de esos 11 que había, 5 son de Webserveis. Increíble el proceso de lobotomía que tiene.
esiguall
He visto en Twitter en una cuenta llamada @CCPBotSlayer como en una piscina china se caía un niño que no sabía nadar al agua, y nadie lo rescataba. Como un hombre era atropellado, y nadie se acercaba, y volvía a ser atropellado. Lo que más se de esta gente es que nunca jamas debimos copiar el modelo con cuarentenas y toques de queda, que no han servido para salvar ni una vida (ver excesos de mortalidad, ver cómo pusieron toque de queda en Cataluña este invierno y fue la que más contagios tuvo a pesar de que las demás comunidades no tenían restricciones de ese tipo). Ellos te dicen que solo han muerto por COVID 5000 y pico y fue clarísimo que esas cifras son mentira.
Ahora mismo no me dan ninguna envidia ni como sociedad ni como economía, se han convertido en una distopia al nivel del peor capítulo de Black Mirror, donde no me acercaré por allí ni aunque me paguen. Por cierto, no tienen ya vacunas ni nada o que?
reyang
Acá creo que el problema es para las grandes tecnológicas, es una lección dura que están aprendiendo, por la avaricia y abaratar costes con mano de obra barata en china, ahora tienen que soportar cierres en sus fabricas, por mandato del gobierno chino, ya sea por un contagio de covid, por el verano, en fin.
Pero lo que esta haciendo China puede ser contraproducente, si siguen con esas restricciones, estaran aislados y no tendran mercados a quien vender todo lo que producen.
nahald
El miedo siempre ha sido un medio muy eficaz para quitarle los derechos civiles y humanos a la población. En china es el coronavirus, en Europa ya hemos pasado al escalón siguiente cambió climático.
mulder07
Es una excusa perfecta para tener más controlada a la ciudadanía. Si hay un banco en problemas serios, ante el riesgo de que una avalancha de clientes saque su dinero o incluso se atreva a protestar, se le pone el código rojo en la aplicación del covid y ya tienen que encerrarse forzosamente en casa. En fin, una más de esta dictadura casi distópica
Usuario desactivado
Desde el inicio de los tiempos siempre ha sido así: China empieza desde abajo, se abre al mundo, empiezan a crecer mucho debido a sus bajos salarios, cuando crecen empieza la inflación y a pedir mejoras, les entra vértigo por las crisis que han visto en occidente, y se vuelven a encerrar, aumentando el paro, reduciendo su crecimiento y bajando sus salarios hasta que unos siglos después, se repite el ciclo.
Me recuerda a un conocido que tiene una tienda de souvenirs al lado de la Mezquita catedral...cuando necesita dinero va, abre, está unas horas hasta que lo gana, y después cierra hasta que se lo gasta y repite el ciclo.