Las sanciones a China orquestadas por EEUU y sus aliados acaparan día tras día las portadas de los medios de comunicación, pero no debemos pasar por alto que en el ámbito de los semiconductores Rusia está sometida esencialmente a las mismas prohibiciones. ASML y los demás fabricantes de equipos de litografía de vanguardia, como Tokyo Electron o Canon, no pueden vender en Rusia sus máquinas más avanzadas.
Lo mismo sucede con los chips de vanguardia. NVIDIA, AMD, Intel y los demás diseñadores de procesadores y GPU no pueden exportar a Rusia sus circuitos integrados más sofisticados. Desde que Rusia inició la invasión de Ucrania y comenzaron a arreciar las sanciones, el país liderado por Vladímir Putin ha contado con el respaldo de China, Turquía y Emiratos Árabes, entre otros aliados, para evadirlas y conseguir los chips de vanguardia que necesita. O, al menos, una parte de ellos. EEUU quiere poner fin definitivamente a estas prácticas.
La respuesta de la Administración Biden está a punto de caramelo
John Kirby, que ejerce como Asesor de Comunicaciones de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, ha declarado hace apenas unas horas que Washington anunciará nuevas prohibiciones y medidas para el control de las exportaciones a Rusia. Una declaración como esta no vería la luz pública si las medidas pertinentes no estuviesen ya planificadas y a punto de consolidarse. Todavía no sabemos con precisión en qué consistirán las nuevas sanciones, pero Reuters ha anticipado que ante todo perseguirán acabar con las vías paralelas de importación de semiconductores que está utilizando Rusia.
Países Bajos, Taiwán, Corea del Sur y Japón interpretan un rol fundamental a la hora de dificultar la llegada a Rusia de los semiconductores de vanguardia
No obstante, el Gobierno de EEUU no se va a ceñir únicamente a controlar los movimientos de los circuitos integrados de vanguardia fabricados dentro de sus fronteras; presumiblemente también monitorizará el tráfico de los chips avanzados que producen sus aliados. Al fin y al cabo ya lo está haciendo con China. En este ámbito Países Bajos, Taiwán, Corea del Sur y Japón interpretan un rol fundamental a la hora de dificultar la llegada a Rusia de los semiconductores de vanguardia fabricados por sus compañías.
EEUU ha elegido minuciosamente el momento en el que va a dar este paso. Los líderes del G7 están a punto de reunirse en el sur de Italia para abordar, entre otros temas candentes, cuáles serán los próximos pasos que darán en lo concerniente a la guerra que sostienen Rusia y Ucrania. Para el G7 es imprescindible desarmar la maquinaria de guerra del país gobernado por Vladímir Putin, y una forma de debilitarla pasa por impedir que consiga los chips avanzados que necesita para su armamento de última generación.
El comercio que mantienen Rusia y China desde hace meses representa una amenaza para EEUU y sus aliados. Con toda probabilidad las próximas sanciones de EEUU intentarán comprometer el negocio de varias empresas chinas que operan desde Hong Kong y que están enviando a Rusia circuitos integrados y otros bienes fundamentales para mantener su campaña de guerra en Ucrania.
Más información | Reuters
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