El programa 'Chips and Science Act' aprobado por el Gobierno estadounidense en julio de 2022 ha destinado nada menos que 280.000 millones de dólares al desarrollo técnico y científico de EEUU. Al menos 52.000 millones de dólares de esa partida están destinados a las empresas que se dedican al diseño y la fabricación de semiconductores con el propósito de reforzar esta industria en suelo estadounidense. Sin embargo, el plan de EEUU contiene algo más.
La Administración liderada por Joe Biden está decidida a reducir su abrumadora dependencia actual de los chips que vienen de Asia. Los números no dejan ningún resquicio a la más mínima duda. Actualmente en Asia se fabrican el 90% de los chips de memoria, el 75% de los microprocesadores y el 80% de las obleas de silicio. Estas cifras son aplastantes. Tanto, de hecho, que a medio plazo quedan absolutamente fuera del alcance tanto de EEUU como de Europa.
Para ser la nueva Taiwán el Gobierno no puede apoyarse solo en las empresas estadounidenses
Los ingresos de la filial de Samsung especializada en la fabricación de semiconductores cayeron en 2023 un 37,5% frente a 2022, lo que ha provocado que haya cedido a Intel su posición como el segundo mayor proveedor de chips del planeta. Sin embargo, el Gobierno de EEUU no puede entregar sus subvenciones únicamente a Intel, que es su mejor baza si nos ceñimos a su cuota de mercado, y a los demás fabricantes de chips estadounidenses, como GlobalFoundries o Texas Instruments.
TSMC, Samsung y SK Hynix también están recibiendo subvenciones jugosas de la Administración estadounidense
Si realmente quiere que la industria de los circuitos integrados de EEUU sea completamente autosuficiente y lidere en el ámbito de la producción de semiconductores de vanguardia necesita a TSMC, Samsung y SK Hynix, entre otras compañías asiáticas. De hecho, estas tres empresas también están recibiendo subvenciones jugosas de la Administración estadounidense con el propósito de poner a punto nuevas plantas capaces de fabricar circuitos integrados de vanguardia.
Según Reuters el Departamento de Comercio de EEUU, que es la institución que, entre otros cometidos, asigna las subvenciones a las empresas que se dedican al diseño y la producción de semiconductores, va a entregar nada menos que 6.600 millones de dólares a Samsung. El propósito de esta subvención, que pertenece al plan 'Chips and Science Act', es contribuir a la expansión de la planta de fabricación de circuitos integrados que tiene esta empresa surcoreana en Taylor (Texas).
Samsung planea ampliar su fábrica de Taylor con cuatro nuevos edificios. Uno de ellos será una fábrica de chips de vanguardia que costará 17.000 millones de dólares; otro se dedicará a la investigación y el desarrollo; y un tercero se especializará en el empaquetado avanzado de circuitos integrados. Este plan costará a Samsung 44.000 millones de dólares. Todos ganan. EEUU incrementará su capacidad de producción de chips de vanguardia en su propio suelo. Y Samsung se reforzará perceptiblemente en un mercado tan importante como el estadounidense.
Imagen | Intel
Más información | Reuters
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