El culebrón que no cesa en Twitter: nuevos despidos, facturas sin pagar, cierre de oficinas y "novillos"

Musk
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Twitter acaba de ver cómo su plantilla se achica. Otra vez. Al menos así lo asegura The Information, que precisa que el sábado la compañía acometió su octava ronda de despidos desde que Elon Musk tomó las riendas, a finales de octubre pasado. La tijera habría afectado en esta ocasión a al menos 50 personas, entre las que habría ingenieros del área de tecnología publicitaria. No es la primera noticia de despidos en la plataforma del pájaro azul. Ni la única que nos habla de sus finanzas.

¿Qué sabemos de su plantilla y la empresa?

Un (otro) tijeretazo al empleo. Así lo acaba de avanzar The Information y recogen, entre otros, la agencia Reuters. Citando a personas próximas al caso, el medio estadounidense asegura que Twitter ha despedido a decenas de empleados -—al menos 50, precisa— en la que sería como mínimo la octava ronda de recortes de la "era Elon Musk". La medida habría afectado a varios equipos de ingeniería, incluidos los que respaldan la tecnología publicitaria, la aplicación principal de la plataforma y la infraestructura técnica para mantener los sistemas en marcha.

Novedoso, que no nuevo. No es la primera información de despidos relacionada con Twitter. Hace apenas una semana la propia The Information aseguraba que la compañía de Musk había echado también a empleados de ventas y publicidad. El mayor anuncios de todos llegó sin embargo en noviembre de 2022, cuando trascendió que la empresa tenía en el punto de mira a 3.700 empleados. Los ceses se habrían comunicado esa misma semana por correo electrónico.

Los rumores sobre despidos llevan circulando en Twitter desde antes incluso de que Musk compara la empresa. Reuters llegó a publicar que la gerencia de octubre de 2022 ya se habría planteado un recorte de 800 millones de dólares en gastos de nóminas hasta finales de 2023, lo que equivaldría a la salida de la cuarta parte de su fuerza laboral. The Washington Post deslizaba por las mismas fechas que la intención de Musk pasaba por un tijeretazo aún mayor: el 75% de la plantilla.

¿Cuál es el objetivo? Ajustar gastos en una compañía que, como reconocía el propio Musk en noviembre, ha sufrido "una caída masiva de ingresos" relacionada con el flujo publicitario. Tras hacerse con Twitter por 44.000 millones de dólares, el magnate vio cómo empresas relevantes, del calibre de Mondelez, Audi o General Motors anunciaban su intención de pausar el gasto de publicidad en la red social a la espera de comprobar la deriva de la nueva etapa. Hace poco trascendía que los ingresos diarios se habían reducido cerca de un 40% con respecto a hace un año y que 500 empresas relevantes han dejado de invertir en sus anuncios.

¿Qué más ha trascendido de la empresa? Noticias que revelan un intento por ajustar sus cuentas. Hace días The Economic Times publicaba que Twitter ha cerrado dos de las tres oficinas que tenía en la India, las de Nueva Delhi y Mumbai, tras haber despedido a más del 90% de sus más de 200 empleados a finales del año pasado. El viernes CNBC también aseguraba que la firma ha sido demandada por al menos seis compañías en EEUU por no incumplimiento de contrato e impago.

A lo largo de los últimos meses Musk ha matizado o corregido desde su cuenta personal algunas de las informaciones publicadas sobre la compañía. Poco después de que en enero la CNBC afirmara que la plantilla a tiempo completo de le empresa había mermado hasta quedarse en 1.300 empleados activos, el magnate aclaró que en realidad el número de trabajadores ronda los 2.300. Lejos quedan en cualquier caso de los cerca de 7.500 que, se calcula, operaban a su llegada a Twitter.

Y para rematar... "hacer novillos". Esa es más o menos la situación que, asegura Ars Thecnica, se vivió hace poco en Twitter, cuando los canales internos de Slack se cerraron de forma repentina y los trabajadores no pudieron acceder a Jira, un software de seguimiento que se emplearía para enviar código, entre otras labores. Al verse privado de ambas herramientas, señala Ars, algunos empleados optaron por tomarse la jornada libre. Twitter habría explicado a los trabajadores que el canal de Slack, una herramienta interna de comunicación interna, había permanecido inactivo por una cuestión logística: "Mantenimiento de rutina".

Dar con la tecla del negocio. El tema que sin duda centra la atención de Musk es el del modelo de negocio de Twitter. Su gran apuesta desde que entró en su sede ya con el rango de CEO, dejando una imagen para el recuerdo en la que carga con un lavabo entre los brazos, es sin duda la del modelo de suscripción.

Desde finales de 2022 la empresa ha movido ficha en varias ocasiones para incentivar su servicio Blue, de pago, reforzando su atractivo para empresas y particulares con un sistema de verificación por colores y mayores prestaciones, incluida la posibilidad de que los usuarios opten a ingresos publicitarios.

También en Xataka: Musk cree que en Twitter hay demasiada publicidad. Su solución: pagar una suscripción más cara para evitarla

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