La filial de Intel en Israel ha interpretado un rol fundamental en la compañía durante décadas. Aunque lleva en marcha mucho más tiempo, su primer gran hito se produjo en marzo de 2003. Ese mes Intel lanzó mundialmente la plataforma Centrino, y buena parte de las tecnologías que la hicieron posible fueron desarrolladas por los ingenieros de la compañía en Israel. Centrino fue un enorme éxito en su momento y una pieza fundamental que ayudó a Intel a dominar el mercado de los ordenadores portátiles.
El siguiente gran logro de Intel Israel no tardó mucho en llegar. En 2006 el equipo de ingenieros que trabajaba en Haifa desarrolló la microarquitectura Intel Core, una solución que en aquel momento revolucionó el mercado por su eficiencia energética y su rendimiento. Esta implementación fue tan sólida que ha perdurado hasta la actualidad, aunque, como es lógico, ha sufrido una infinidad de modificaciones y no todas han sido acertadas. Más allá de todo esto la filial israelí de Intel ha participado de una forma importante en el desarrollo de los Pentium MMX, los chips para inteligencia artificial y la conectividad 5G.
Intel Israel afronta una reestructuración
En septiembre de 2022 tuve la oportunidad de visitar la fábrica de semiconductores que tiene Intel en Kiryat Gat (Israel), y no dejé escapar la oportunidad de hablar largo y tendido con Tomer Sasson, un ingeniero industrial israelí que ejerció como máximo responsable del desarrollo tanto de los procesadores Intel Core de 12ª generación (Alder Lake) como de los Intel Core de 13ª generación (Raptor Lake).
Una de las preguntas que hice a este técnico pretendía poner sobre la mesa los motivos por los que Intel Israel había conseguido afianzarse como una de las filiales más poderosas dentro de la compañía a nivel global. La respuesta que me dio Tomer Sasson fue muy interesante:
"Agarramos los problemas y no les damos vueltas. Nos concentramos en ellos, en los desafíos que plantean, y buscamos la forma de resolverlos, lo que nos permite comprometernos con nuestro objetivo de una manera muy intensa"
"Creo que es parte de nuestra cultura. Como sabes, nosotros hablamos en hebreo, no en inglés, y las personas que utilizamos esta lengua somos muy directas. Agarramos los problemas y no les damos vueltas. Nos concentramos en ellos, en los desafíos que plantean, y buscamos la forma de resolverlos, lo que nos permite comprometernos con nuestro objetivo de una manera muy intensa. No obstante, también sabemos cómo colaborar con los equipos que tenemos en otros países, como Estados Unidos o India, en áreas como el diseño, la fabricación, la validación o la gestión de las plataformas, que es precisamente de lo que me encargo yo".
"En cualquier caso, todo esto es fruto del trabajo en equipo, y no del esfuerzo de una sola persona o de un único país, por lo que ha sido posible gracias al esfuerzo que hemos hecho para colaborar con otras oficinas de Intel y planificar actividades conjuntas. Creo que todo esto unido a la dedicación, la motivación y un enfoque que nos permite afrontar los retos de cara, ir al grano, es lo que nos hace tan únicos".
Sea como sea actualmente Intel está atravesando una etapa muy complicada. Y su eco está resonando incluso en su filial israelí. En Israel esta compañía tiene aproximadamente 11.700 empleados, y unos 7.800 son ingenieros que trabajan en el departamento de investigación y desarrollo. Según DigiTimes Asia la junta directiva de Intel está planeando el despido de varios cientos de empleados de los centros de investigación y desarrollo en Israel como parte de la reestructuración que está afrontando la compañía para reducir sus gastos.
Lo curioso es que a principios de este año decenas de ingenieros israelíes abandonaron Intel para unirse a las filas de NVIDIA sin que el motivo estuviese claro en ese momento. Quién sabe, puede que ya entonces viesen venir la profunda crisis en la que está sumida Intel actualmente.
Imagen | Intel
Más información | DigiTimes Asia
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