El Huawei Mate 60 Pro tiene componentes que no deberían estar ahí. Es otro mazazo para las sanciones de EEUU

La compañía surcoreana SK Hynix ha puesto en marcha una investigación para averiguar por qué sus chips DRAM y NAND Flash están en manos de Huawei a pesar de las sanciones

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La investigación que ha puesto en marcha el Gobierno de EEUU sigue su curso. Su propósito es determinar cómo ha conseguido SMIC, que es el fabricante de semiconductores más importante de China, fabricar el procesador Kirin 9000S del Mate 60 Pro de Huawei a pesar de las sanciones. Este SoC ha sido producido empleando un proceso litográfico de 7 nm que a priori debería estar fuera del alcance de los fabricantes chinos de semiconductores. Esta es la razón por la que la Administración estadounidense está inquieta.

Aunque hay varias opciones sobre la mesa algunos expertos en la industria de los semiconductores, como Tilly Zhang, que es analista en la consultora china Gavekal Dragonomics, defienden que es plausible que SMIC haya encontrado la forma de optimizar sus equipos litográficos de ultravioleta profundo (UVP) para fabricar chips de vanguardia. Según este experto las máquinas UVP que fabrica ASML y que están en poder de algunos fabricantes chinos de circuitos integrados pueden ser utilizadas para producir semiconductores de 5 y 7 nm.

Sin embargo, el SoC de este ambicioso smartphone de Huawei no es lo único que tiene en guardia a la alianza liderada por EEUU. Y es que varios medios que han conseguido muestras de este teléfono móvil las han abierto para indagar en sus componentes y han comprobado que los chips LPDDR5 que conforman la memoria principal del terminal y el chip NAND que resuelve el almacenamiento secundario han sido fabricados por la compañía surcoreana SK Hynix. A priori no parece nada relevante, pero lo es por una razón: esta empresa no vende a Huawei sus productos desde 2020.

Corea del Sur va de la mano de EEUU

SK Hynix está decidida a investigar cómo han llegado sus componentes al interior del Mate 60 Pro. Uno de sus motivos para esclarecer este conflicto es tranquilizar a sus inversores después de que sus acciones cayesen un 4% en cuanto los medios publicaron que sus chips DRAM y NAND Flash formaban parte del smartphone insignia de Huawei. Sin embargo, hay algo más que no debemos pasar por alto: en la guerra de los chips Corea del Sur está enfrentada a China y alineada con EEUU y Japón.

El conflicto de SK Hynix y Huawei está enmarcado en el contexto de aislamiento de China de la cadena global de los semiconductores

Lo que persigue al adoptar esta posición es, según Park Ki-soon, que es un analista surcoreano experto en economía, aislar a China de la cadena global de los semiconductores. Yoon Suk-yeol, el presidente de Corea del Sur, se reunió en marzo con su homólogo japonés para negociar la compra a Japón de las materias primas, los componentes y los equipos litográficos que necesitan sus fabricantes de circuitos integrados para que su industria se emancipe completamente de China.

Sin embargo, esta rotura de sus lazos con el país que dirige Xi Jinping no le va a salir gratis a Corea del Sur, si es que finalmente llegase a producirse. Actualmente el 20% de todo lo que exporta este país son chips, y el 60% de estos semiconductores se lo compra, precisamente, China. En cualquier caso, la alineación de Corea del Sur y EEUU también responde a otros compromisos. Su afinidad geoestratégica y económica está fuera de toda duda, y, además, si nos ceñimos a la industria de los chips el Gobierno estadounidense tiene derecho de veto sobre los equipos litográficos de ASML que utilizan SK Hynix y Samsung.

Las máquinas de litografía de ultravioleta extremo (UVE) y ultravioleta profundo (UVP) que diseña y fabrica ASML incorporan patentes y componentes estadounidenses. Uno de los más importantes, la fuente de luz ultravioleta, la produce Cymer, una empresa de San Diego (California) que fue comprada por ASML en 2013. Pese a la adquisición el Gobierno de EEUU mantiene su derecho de veto.

Esta es una de las razones por las que los fabricantes de chips surcoreanos, japoneses y taiwaneses no pueden permanecer al margen de las prohibiciones del Ejecutivo estadounidense. Y la compañía neerlandesa ASML, tampoco. Aun así, como acabamos de ver, su afinidad también se sostiene sobre intereses geoestratégicos y económicos.

En Xataka: Una industria en manos de TSMC y las fábricas asiáticas: el mapa de la producción mundial de chips

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