Los diseñadores y los fabricantes chinos de circuitos integrados necesitan expertos. La presión que están ejerciendo EEUU y sus aliados sobre la industria de los semiconductores china a través del despliegue de sanciones ha obligado a la Administración de Xi Jinping a dedicar una parte de sus recursos a este sector. De lo contrario el desarrollo de su industria de los chips se vería comprometido con toda seguridad. Y este país asiático no puede permitírselo.
En China hay varios centros universitarios muy reconocidos que ofrecen una formación muy sólida en el ámbito de la física, la ingeniería eléctrica, la electrónica o la ingeniería mecánica. La Universidad Tsinghua, en Pekín; la Universidad Fudan, en Shanghái; la Universidad de Zhejiang, en Hangzhou; la Universidad de Ciencia y Tecnología de China, en Hefei o la Universidad de Tecnología Electrónica de China, en Chengdú, son algunas de las instituciones más prestigiosas.
No cabe duda de que las empresas chinas de semiconductores necesitan ingenieros y licenciados con una formación sólida, pero en la coyuntura actual los empleados que más valor aportan son los que tienen una experiencia contrastada en la industria de los chips. Y en este ámbito Taiwán es con toda probabilidad la mejor cantera del planeta. Y TSMC la compañía que tiene en nómina a algunos de los mejores expertos en circuitos integrados de vanguardia de toda la industria.
Huawei apuesta sobre seguro intentando reclutar a empleados de TSMC
A pesar del conflicto que sostienen desde hace décadas, China y Taiwán tienen un pasado común. Y, por tanto, también una cultura del trabajo similar. El diario francés Le Monde asegura que Huawei está intentando atraer a empleados de TSMC ofreciéndoles un salario tres veces más alto que el que perciben en la compañía taiwanesa. No parece en absoluto nada descabellado más allá del hecho de que estas prácticas sean o no lícitas, y en principio sí lo son.
La contratación de expertos que prestan sus servicios en empresas competidoras puede implicar la vulneración de patentes y secretos comerciales
Cualquier profesional es libre de ejercer su actividad en aquella empresa que le ofrezca una remuneración económica más alta, o, sencillamente, en la que pueda desarrollar mejor su carrera. Sin embargo, la contratación de expertos que prestan sus servicios en empresas competidoras puede implicar la vulneración de patentes y secretos comerciales. De hecho, no cabe duda de que a Huawei, SMIC y otros fabricantes chinos de chips les vendría de maravilla acceder a la propiedad intelectual de TSMC.
Este es el meollo del asunto, y, como podemos intuir, TSMC sabe cómo protegerse. Una de sus medidas consiste en compartimentar sus proyectos de modo que ningún empleado tenga acceso a toda la información sensible. Además, la Oficina de Investigación de Justicia de Taiwán vigila escrupulosamente a todas las empresas extranjeras interesadas en reclutar talento local en el ámbito de los semiconductores. Y hay algo más que no debemos pasar por alto. Cuando un empleado abandona una empresa taiwanesa o estadounidense para irse a una compañía china es muy poco probable que pueda regresar a su empleo original.
Imagen | TSMC
Más información | Le Monde
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