Hace algo más de un año The Wall Street Journal filtraba la noticia: en HP se estaban preparando para una reestructuración absoluta con la división de la empresa que comenzó su andadura hace 76 años. Los directivos de HP confirmaban la noticia un día después.
Meg Whitman explicaba las claves de la división hace unos meses, y ayer se consumó esa separación de las dos grandes partes del negocio de esta legendaria empresa de Silicon Valley. Por un lado tenemos Hewlett-Packard Enterprise, dedicada a productos y servicios empresariales. Por el otro, HP Inc., en la que se engloban el negocio de PCs, impresoras y dispositivos de usuario final de la firma. O lo que es lo mismo: tenemos parte usuario final, y parte usuario empresarial. ¿Qué pasa a partir de ahora?
¿Dos mejor que una?
La que hasta ahora era CEO de todo el grupo se encargará a partir de ahora de la parte empresarial. Así pues, Meg Whitman será la responsable absoluta de Hewlett-Packar Enterprise, que comenzará a operar en bolsa de forma independiente y separada con el símbolo HPE. Los analistas creen que esta parte de la empresa es la que disfruta de mejor salud, y apuntan a que esta parte del negocio tradicional de HP es el más prometedor de cara al futuro.
Por su parte la división de PCs, impresoras y dispositivos estará liderada a partir de ahora por** Dion Weisler**, que ya había sido uno de los principales responsables de esta parte del negocio en los últimos años. Según el recién estrenado CEO de la empresa, HP Inc tratará de recuperar parte de ese espíritu de startup con el que la empresa nació en un garaje de Palo Alto en 1939. "HP Inc. seguirá reinventándose a sí misma, sus tecnologías y lo que nos espera en el mañana". HP Inc. tendrá en plantilla a 50.000 empleados y se espera que cuente con unos ingresos anuales de 50.000 millones de dólares.
Lo cierto es que este movimiento es claramente estratégico y hará que las cuentas de esa parte de negocio orientada al usuario final no incidan en las que se orientan al usuario empresarial. Esa será una de las ventajas con las que partirá HPE, cuyos resultados no se verán afectados negativamente por la difícil situación por la que atraviesan las ventas de PCs en todo el mundo.
HP renuncia a la nube, pero no al crecimiento
Por supuesto, también es la parte más áspera para el público general y el usuario final: en Hewlett-Packard Enterprise se engloban los servidores y sistemas de almacenamiento de HP, así como equipos de comunicaciones, y el software y servicios empresariales que están destinados a entornos de computación de gran magnitud y que normalmente son pilar fundamental de la infraestructura tecnológica de las empresas.
Whitman indicaba hace unos días cómo HPE será una empresa con 250.000 empleados y cerca de 55.000 millones de ingresos anuales. Casi la mitad de ellos se deberán a la venta hardware -servidores, redes, almacenamiento-, mientras que otra gran parte del negocio serán los servicios TIC que ofrece HP a otras empresas y que serán responsables del 39% de las ventas. Por su parte, el software y los servicios financieros aportarán cada uno un 6% de esos ingresos anuales según las estimaciones de la CEO de la empresa.
La prometedora Hewlett-Packard Enterprise dispondrá además de 5.500 millones de dólares en caja para afrontar futuras adquisiciones y fusiones, y de hecho Whitman ponía como ejemplo la compra el año pasado de Aruba Networks por 3.000 millones de dólares. Esas operaciones tratarán de impulsar esta parte de negocio -curioso que HP se deshiciera hace unas semanas de TippingPoint, su producto de seguridad en redes, que vendió a TrendMicro por 300 millones de dólares-, pero hay obstáculos que podrían poner en problemas el futuro de esta división.
Uno de ellos es el fracaso en sus servicios de computación en la nube. HP anunció recientemente que dejaría de ofrecer su nube pública Helion, una propuesta con la que pretendía competir con servicios mucho más populares como los Amazon Web Services y Microsoft Azure. Whitman indicó que para ellos ya no tenía sentido competir en ese segmento y que preferían adoptar una estrategia "abierta y multinube" que permitirá que los clientes de HP puedan trabajar con esas propuestas y otras que se puedan ajustar a su negocio con la ayuda de HP para poner en marcha toda esa infraestructura.
Esta parte del negocio tampoco renunciará a la innovación y de hecho en HPE invertirán 100 millones al año en startups y en la creación de una firma de capital riesgo que apueste por proyectos y tecnologías que se desarrollen fuera del entorno de la empresa. Sus propios proyectos también formarán parte de esa apuesta por la innovación, y no en vano ya conocimos la ambición de soluciones como The Machine, que en los últimos meses parece haberse vuelto algo menos ambiciosa.
HP Inc. y la apuesta por el PC y las impresoras 3D... pero no por el móvil
La división de PCs, portátiles e impresoras que ahora tendrá su propia identidad con la creación de HP Inc. es la que parece tenerlo algo más comprometido. La firma sigue manteniendo un papel absolutamente relevante en el segmento de la venta de PCs y portátiles, y según los últimos datos de Gartner fue la segunda en ventas (por debajo de Lenovo) en el tercer trimestre de este año.
Sin embargo la mayoría de fabricantes de PCs y portátiles notaron una bajada de las ventas. HP lo hizo, y solo Dell y Apple parecen haber logrado capear el temporal en los últimos meses. La tendencia es ya constante en un mercado que sigue descendiendo en ventas a pesar del lanzamiento de Windows 10 y de los nuevos procesadores de Intel, que teóricamente deberían haber animado este segmento algo más en estos últimos meses.
Aquí es donde habrá que ver si esta nueva empresa logra mantener la relevancia, pero para ello HP tiene un as en la manga: la impresión 3D. Hace ya unos meses se anunció una impresora que según la firma es 10 veces más rápida y precisa que las impresoras 3D convencionales, y que quiere unirse a conceptos innovadores -quizás demasiado, nos tememos- en el ámbito de los PCs como el sorprendente HP Sprout que pudimos probar y analizar en directo.
En esa apuesta de la división de productos dirigidos especialmente a usuarios finales falta una pata muy importante: el móvil. El fracaso de los proyectos de HP tras la compra de Palm y de webOS fue un duro golpe para la firma, que abandonó cualquier intención de intervenir en el segmento de la telefonía móvil.
Su presencia en este mercado es por tanto nula, algo peligroso si tenemos en cuenta que Microsoft ha demostrado que quiere convertir a sus smartphones en nuestros PCs, y que incluso en Google parecen también orientados a ese futuro. En HP Inc. no parecen estar preparados para ese futuro, y aun con propuestas interesantes en el ámbito de los PCs y portátiles, dejar de lado ese mercado en una empresa dirigida al hardware parece un error.
El tiempo dirá, pero si hay una de las dos nuevas partes de HP que está en peligro esa es desde luego HP Inc. Será interesante comprobar cuál es la marcha de esta última y de Hewlett-Packard Enterprise los próximos meses, pero aquí ambas empresas tendrá que aprender a reinventarse ante un futuro en el que descuidan dos de las patas fundamentales del éxito actual en el ámbito tecnológico: (casi) nada de nube y nada de móviles. Apuesta arriesgada, que veremos cómo le sale a Whitman y Weisler.
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