Cuando parecía que la guerra comercial que mantienen Estados Unidos y China no se había recrudecido enormemente, hoy ambas potencias han dado más pasos que pueden llegar a dejar en anécdota lo acontecido hasta ahora, sobre todo si mantienen sus posiciones en los próximos meses.
Estados Unidos decidió intensificar la guerra comercial imponiendo aranceles del 10% a productos chinos por valor 300.000 millones de dólares sobre las importaciones chinas a partir del 1 de septiembre, a lo que hoy Pekín ha respondido anunciando aranceles adicionales del 5% o el 10% en un total de 5.078 productos de Estados Unidos, que incluyen piezas de aviación, crudo y soja. El valor total se estima en 75.000 millones de dólares.
El Gobierno chino también se ha retractado en su decisión de no imponer medidas sobre las importaciones de vehículos, algo que hará crecer incluso más la tensión. En este sentido, nada de lo anunciado por el Gobierno de Xi Jinping puede compararse a lo que Donald Trump ha publicado esta tarde en Twitter.
Our Country has lost, stupidly, Trillions of Dollars with China over many years. They have stolen our Intellectual Property at a rate of Hundreds of Billions of Dollars a year, & they want to continue. I won’t let that happen! We don’t need China and, frankly, would be far....
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) August 23, 2019
Trump acusa a China de haber robado billones en propiedad intelectual, y "ordena" a las empresas a que busquen alternativas a China
El presidente estadounidense no ha tardado en responder a las medidas arancelarias de Pekín, y en lugar de buscar el diálogo, ha echado más leña al fuego:
"Nuestro país ha perdido, estúpidamente, billones de dólares con China durante muchos años. Han robado nuestra propiedad intelectual a razón de cientos de miles de millones de dólares al año, y quieren continuar. ¡No dejaré que eso suceda! No necesitamos China y, francamente, estaríamos mucho mejor sin ellos.
Las enormes cantidades de dinero ganadas y robadas por China de los Estados Unidos, año tras año, durante décadas, DEBERÁN DETENERSE. Se ordena a nuestras grandes compañías estadounidenses que comiencen inmediatamente a buscar una alternativa a China, que incluya traer sus empresas a CASA y fabriquen sus productos en los Estados Unidos. Responderé a los aranceles de China esta tarde. Esta es una GRAN oportunidad para los Estados Unidos.
Además, estoy ordenando a todos los operadores, incluidos Fed Ex, Amazon, UPS y la Oficina de Correos, que BUSQUEN Y RECHAZEN todas las entregas de Fentanilo desde China (¡o en cualquier otro lugar!). El fentanilo mata a 100,000 estadounidenses al año. El presidente Xi dijo que esto se detendría, no fue así. Nuestra economía, debido a nuestras ganancias en los últimos dos años y medio, es MUCHO más grande que la de China. ¡Lo mantendremos así!"
El mensaje no deja lugar a dudas. Trump, sin orden ejecutiva de por medio, (y Twitter aún no es vinculante legislativamente), ha ordenado a las grandes compañías que dejen de fabricar en China y lleven las empresas a territorio estadounidense. Esto es algo que encaja muy bien en su ideología y promesas electorales, aunque no suele expresarlo con esta firmeza. Donde no encaja tanto este proteccionismo es en la tradición liberal de Estados Unidos.
Qué significa esto para las grandes tecnológicas chinas y estadounidenses
Las implicaciones tecnológicas si la orden se hace efectiva y las empresas responden son incalculables. Por una parte Huawei puede perder toda posibilidad de que el veto sea revocado, ante el crecimiento de la tensión y las constantes muestras de demostración de fuerza.
Por otra, todos los fabricantes estadounidenses de tecnología, véase Apple, Amazon, Microsoft, Intel o Qualcomm, junto a otros de otros sectores, se verían enormemente perjudicados, y no solo porque producir en Estados Unidos sea más caro. También porque China es un mercado importante para muchas de estas empresas, y porque sus sistemas de operaciones y de gestión de suministros están configurados para funcionar fabricando en el gigante asiático.
Sobre los motivos por los que, para Apple es mucho mejor fabricar en China que en Estados Unidos, el CEO de Apple ya se explayó en 2017: "la habilidad aquí [en China] es simplemente increíble. Hacer productos de Apple requiere máquinas de última generación y mucha gente que sabe cómo administrarlas. En los Estados Unidos, podría tener una reunión de ingenieros de herramientas y no estoy seguro de que podamos llenar la sala. En China, podrías llenar varios campos de fútbol”.
Es decir,el asunto puede llegar a ir mucho más allá de lo económico trasladándose a lo técnico. Es lo que tiene que China durante décadas se haya convertido en "la fábrica del mundo". Desde hace años se ha hablado de India o Indonesia sucesoras de China en el sentido productivo, pero todavía no son una alternativa que las empresas elijan para el grueso de la fabricación.
Sobre los aranceles en sí, Trump ya reconoció que Tim Cook, CEO de Apple, "proporcionó un muy buen argumento" sobre evitarlos, pues Apple quedaría en una posición muy débil contra Samsung por proceder de Corea del Sur, país al que no le afectarían los aranceles.
Para el usuario final, los resultados de esta guerra, de continuar, también pueden ser nefastos. Si en los últimos años los precios han subido de forma general, sobre todo en gama alta, los aranceles sobre los smartphones y sus componentes pueden hacer que los precios se disparen tanto porque las tasas repercutan en lo que se paga en las tiendas, como porque la oferta decrezca enormemente al no poder fabricar al ritmo de las fábricas chinas. La Unión Europea podría beneficiarse de la guerra, pero precisamente hoy hemos conocido que funcionarios de la Comisión Europea han propuesto establecer aranceles a las importaciones estadounidenses, algo que de llegar a aprobarse nos implicaría profundamente en un conflicto que de por sí ya era global.
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