La inflación se ha disparado en España hasta alcanzar niveles nunca vistos en casi 40 años, y hay quien trata de aprovechar la coyuntura para ganar más a costa de los ya maltrechos bolsillos de los consumidores. Así lo sospecha la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), órgano que está investigando la evolución de los precios para identificar posibles malas prácticas de empresas de productos básicos, como hinchar el precio de venta de sus bienes por encima del aumento de los costes de producción o reducir la cantidad por paquete sin informar debidamente de ello, según adelanta El País.
Sin señalados, de momento. Competencia ha explicado que está monitorizando el mercado español de bienes de consumo con especial atención a los productos básicos, en particular tras el repunte de la inflación experimentado durante el mes de junio, aunque todavía es pronto para concluir que alguna de las empresas investigadas haya realizado malas prácticas para aprovecharse de la situación e hinchar sus beneficios.
Reduflación. Quien sí ha señalado ya a varias empresas es la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que la semana pasada denunció a Pastas Gallo, Danone, Pescanova, Colacao, Tulipán y Campofrío por dar menos cantidad de producto a los consumidores cobrándoles lo mismo y sin informarles previamente de ello, una práctica conocida como reduflación. Según un estudio de la OCU, hasta el 7% de los artículos de la cesta de la compra de los españoles se ha visto afectado por la reduflación recientemente.
La organización de consumidores señala que, aunque la información del envase cumple con las normativas de etiquetado, no hay una información clara para el usuario sobre la subida precios y esa falta de transparencia altera la competencia: “El consumidor no tiene una información completa sobre la verdadera naturaleza y características del producto, induciéndole a tomar decisiones erróneas”.
La gasolina fue sólo el principio. La CNMC ya anunció una investigación similar la semana pasada sobre el incremento del precio de la gasolina. El organismo concluyó en un informe que el margen bruto de beneficios (es decir, los ingresos sin contar el coste del petróleo y los impuestos) de las estaciones de servicio ha aumentado como nunca antes, lo que podría indicar que algunos de estos negocios está hinchando los precios y absorbiendo la subvención del Gobierno a los carburantes para aumentar sus beneficios.
De hecho, Competencia informó entonces de que había localizado hasta cien gasolineras españolas que han aumentado sus beneficios a costa de la ayuda del Gobierno, es decir, que además de no reducir los cinco céntimos a los que obligaba el Gobierno, se habrían embolsado parte de los 15 céntimos provenientes de las arcas públicas.
Pérdida de poder adquisitivo. Mientras, las cifras de la inflación siguen rompiendo con las previsiones, para mal, casi mes a mes. Distintas fuentes económicas señalaron entre marzo y mayo de 2022 que el Índice de Precios de Consumo (IPC) no superaría de nuevo el máximo anual alcanzado en marzo, del 9,8%, y que la media del año se situaría en torno al 7%. Sin embargo, los últimos datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) han dado al traste con ese optimismo: en junio, el IPC ha llegado al 10,2%.
Por tanto, cada vez gastamos más en casi todo mientras el aumento de los sueldos, que ayudaría a aliviar la presión sobre los bolsillos de los españoles, está estancado. Y es que, según datos de INE, el primer trimestre de 2022 (último del que se tienen datos procesados) habrían aumentado un 4,3% anual de media. El año pasado, con siete puntos menos de inflación, subieron un 3,09%.
Imagen | Anna Shvets
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