Este culebrón parece no tener fin. Y en esta ocasión están directamente implicadas varias compañías estadounidenses. Las sanciones a China aprobadas por el Gobierno estadounidense desde el pasado 7 de octubre de 2022 persiguen ante todo evitar que los circuitos integrados de vanguardia diseñados o fabricados en EEUU sean utilizados por la Administración china para reforzar su armamento. Y, por tanto, su capacidad militar.
De hecho, ese día la Administración estadounidense colocó toda la industria china de los semiconductores en su punto de mira mediante la aprobación de un paquete de sanciones extremadamente riguroso. Y después han llegado varios paquetes más con el propósito de incrementar el alcance de las prohibiciones. El paquete de sanciones del pasado 16 de noviembre en particular reduce perceptiblemente el porfolio de productos que NVIDIA y ASML pueden vender a sus clientes chinos.
Durante los últimos dos años el Gobierno chino ha intentado acelerar el desarrollo de su industria de los semiconductores entregando subvenciones muy generosas a sus diseñadores y fabricantes de chips. Pero sabemos que también ha hecho algo más. Ha recurrido a las vías de importación paralelas para conseguir los chips de vanguardia de origen estadounidense que necesita para sus institutos de investigación y sus centros de datos. Curiosamente buena parte de estos circuitos integrados han entrado en China vía Singapur.
China ha optado por una estrategia con la que EEUU no contaba
Acaba de producirse un giro inesperado de los acontecimientos. Y es que varias compañías estadounidenses y chinas están siendo investigadas debido a su posible colaboración dentro de EEUU. Presumiblemente su propósito es proporcionar a estas últimas los circuitos integrados que las sanciones ponen fuera de su alcance. El Departamento de Comercio liderado por Gina Raimondo es la institución que se responsabiliza, entre otros cometidos, de velar por el cumplimiento de las sanciones, por lo que con toda probabilidad está detrás de esta investigación.
ByteDance presumiblemente está contando con la ayuda de Oracle para dotar a sus centros de datos instalados en EEUU de los chips de vanguardia que necesita
Algunas de las empresas estadounidenses que están siendo escrutadas son Oracle y NVIDIA, y en el lado chino aparecen ByteDance, que es la propietaria de TikTok, Alibaba, Tencent y China Telecom. Sobre ellas recae una sospecha presumiblemente sólida: las compañías estadounidenses están alquilando o vendiendo a las empresas chinas algunos de los circuitos integrados de vanguardia que las sanciones del Gobierno estadounidense colocan expresamente fuera de su alcance. No obstante, estos chips no están saliendo de EEUU. Esa es la clave.
La estrategia de ByteDance ilustra con claridad qué está sucediendo. Y es que esta compañía china presumiblemente está contando con la ayuda de Oracle, que es su proveedor de infraestructura, para dotar a sus centros de datos instalados en EEUU de los chips de vanguardia que necesita. Algo parecido está sucediendo con Alibaba y Tencent. Y es que están siendo investigadas por negociar con NVIDIA la entrega de sus GPU de última generación para los centros de datos que ambas tienen en EEUU. Lo mismo sucede con China Telecom: ha sido acusada de dirigirse a proveedores estadounidenses para acceder a hardware para IA de última hornada.
Un portavoz de NVIDIA ha salido a la palestra para intentar apaciguar un poco las aguas: "Nosotros apoyamos la construcción de nuevos centros de datos para IA en EEUU con el propósito de mejorar el ecosistema informático y crear empleos [...] Todos los clientes de los centros de datos de EEUU deben cumplir la regulación vigente, incluidas las normas de control de exportaciones y las restricciones sobre el uso indebido". Parece razonable, pero todavía es pronto para intuir cómo reaccionará el Departamento de Comercio cuando concluya esta investigación. Probablemente no tendremos que esperar mucho para averiguarlo.
Más información | The Register
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